Intel vive la etapa más complicada de su historia. A pesar de los intentos de su nuevo CEO y de las medidas que ha ejecutado con la intención de mejorar el rumbo de la compañía, todos los movimientos de la compañía terminan con el mismo desenlace: despidos, cancelaciones y otra serie de catastróficas desdichas. Por ello, como señalan varios medios internacionales, Intel ha llegado a un punto crítico por una razón: salvo que consiga un cliente estrella en los próximos 18 meses, todo apunta a que se verá obligada a cerrar sus fábricas de chips de vanguardia.
Como indica PC Gamer, la compañía norteamericana ya conoce el límite que tiene de cara a conseguir un cliente importante que exprima sus nodos 14A. El nodo 14A, salvo que los planes hayan cambiado, está planeado para 2028 o 2029, pero Intel se ha visto en una encrucijada al necesitar clientes que justifiquen su desarrollo. De esta forma, si la compañía no consigue un cliente relevante, lo más probable es que pause (o, en el peor de los casos, abandone) el desarrollo tanto del nodo 14A como de otros nodos avanzados.
El futuro de Intel es cada vez más negro
Como era de esperar, esta incertidumbre podría llegar a ahuyentar clientes, tal y como ha señalado el analista Stacy Rasgon (un perfil especializado en el sector tecnológico general y en la industria de chips y semiconductores en particular). Lip-Bu Tan, el nuevo CEO de la marca norteamericana, ha querido calmar las aguas, ya que asegura que los clientes están más involucrados en el diseño del 14A. De esta forma, tras asumir el mando de Intel poco después de cambiar su visión sobre la compañía, Tan ha querido generar confianza con sus declaraciones.
En el pasado, Intel prometió lanzar cinco nuevos nodos en cuatro años, pero la firma estadounidense no ha estado a la altura de sus promesas. De esos cinco nodos, Intel 20A terminó siendo cancelado y los nodos 4 y 3, dos de los que sí vieron la luz, se utilizaron de forma muy limitada. A su vez, el nodo Intel 7 se convirtió en un renombre del nodo de 10 nm, razón por la que no hablamos de una verdadera innovación, mientras que el nodo 18A (que apuntaba a ser una de las puntas de lanza de la compañía) ahora está relegado a uso interno, ya que el enfoque externo es el polémico 14A.
De esta forma, el futuro de proyectos paralelos como las tarjetas gráficas Intel Arc podría llegar a ser incierto si el nodo 14A falla. De hecho, todo el futuro de Intel estaría en la cuerda floja si esta operación sale mal. Además, también hemos de tener en cuenta que una retirada de la compañía del sector de chips de vanguardia sería perjudicial a nivel competitivo, ya que AMD y Nvidia no tendrían competencia directa. Así, aunque todo apunta a que Intel habría estado evitando tomar decisiones clave, la compañía ha llegado a un punto crítico en el que no puede seguir retrasando estos eventos.
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