Abelardo González
Editor - TechNicolás Maduro sorprendió al mundo hace unos días cuando afirmó con rotundidad que Venezuela sería capaz de igualar las prestaciones de Nvidia: "Muy pronto estaremos haciendo los famosos microchips de Nvidia… para envidia de los envidiosos". Sorprendentemente, lo hizo sujetando una pieza tecnológica en sus manos que reforzaba su discurso, pero hay un problema: como ya sucedió con el procesador cuántico de Irán, lo que sujetaba Maduro no tenía nada que ver con lo que prometía.
El historial tecnológico de Venezuela
En esencia, Maduro tenía en sus manos una placa antigua que, según los expertos, pertenece a un Macintosh de los 90. A pesar de que declaró que Venezuela será capaz de competir contra Nvidia (o que formará parte de su cadena de suministro, no terminó de dejarlo claro), el país sudamericano necesitaría una inversión que ronda los 17.000 millones de euros para dar vida a una fábrica avanzada. En el pasado, Venezuela ha financiado tecnología completa, pero nunca a la altura de una promesa tan descabellada.
Un ejemplo de ello podría ser el satélite Miranda (VRSS-1), una unidad lanzada en 2012 con la intención de observar el planeta y gestionar recursos que tuvo un coste de 119 millones de euros. A su vez, también llevó a cabo la nacionalización de CANTV realizando dos pagos: por un lado, 488 millones de euros por el 28% inicial; por otro, una OPA de poco más de 1.000 millones de euros. Sorprendentemente, no son las únicas inversiones ambiciosas del país en materia tecnológica, un aspecto que demuestra su interés en este sector.
Canaima Educativo, por ejemplo, invirtió 68 millones de euros en la compra de 350.000 portátiles hace 15 años, llegando incluso a distribuir millones de equipos entre la población con la intención de potenciar su política de alfabetización digital. Telefónica, por su parte, anunció un plan de 426 millones de euros para ampliar el alcance de la red 4G mientras buscaban instaurar el 5G. Sin embargo, invertir allí conlleva riesgos, ya que la propia Telefónica acordó un pago de 72,7 millones de euros por un caso de sobornos de 2014.
Sea como fuere, no hace falta decir que el plan de Maduro está muy lejos de ser cierto. A escala mundial, la Unión Europea señaló que tiene la intención de invertir más de 85.000 millones de euros en su plan de chips, pero también se podrían señalar otros casos como las ayudas de más de 10.000 millones de euros que Estados Unidos ha dado a sus compañías. Así, Maduro declaró que tiene la intención de "crear e innovar las cosas en Venezuela" (cita exacta), pero eso no solo conllevaría una inversión de 17.000 millones de euros, sino acceso a maquinaria, químicos y, por encima de todo, talento.
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