El impacto de la inteligencia artificial en la sociedad actual es innegable. Desde la irrupción de ChatGPT, el bot que congrega a diario a cientos de millones de personas, cada vez más usuarios y empresas apuestan por exprimir las virtudes de estas herramientas. Sin embargo, lo que comenzó como una búsqueda ambiciosa por conocer los límites de la IA ha terminado derivando a miles de puestos de trabajo en riesgo. Y es que, por mucho que el creador de ChatGPT asegure que existen varios perfiles intocables, la realidad difiere mucho de la visión de este.
Como recoge en una reciente publicación el portal alemán Mein-MMO, Challenger, Gray & Christmas es una compañía especializada en recolocación de empleados. Esto, en resumidas cuentas, implica que esta firma estudia los motivos por los que fueron despedidos y ayuda a estos trabajadores a encontrar otro empleo. Por ello, durante el mes de mayo reportaron que, de las 80.000 personas despedidas que acudieron a utilizar servicios, hasta 3.900 habían perdido su trabajo como consecuencia directa de la implementación de la inteligencia artificial en puestos de trabajo.
La rapidez o la necesidad de no contratar personal son las excusas más utilizadas
Según los datos de esta firma, en la actualidad la IA representa la séptima causa que provoca más despidos, razón por la que representa un 5% de los casos que trabajó Challenger, Gray & Christmas. Además, Mein-MMO también recopila algunos casos recientes protagonizados por personas que, a raíz del auge de la inteligencia artificial, han visto como han tenido que despedirse de sus puestos de trabajo:
- Los jefes de dos redactores publicitarios deciden apostar por ChatGPT ya que podía producir más trabajo a menor coste.
- Medios de comunicación como CNET ya han despedido a periodistas por utilizar la inteligencia artificial para escribir artículos que han tenido que ser corregidos por plagio.
- Un centro de asesoramiento sobre trastornos alimenticios utilizó un agente de IA para sustituir a los trabajadores que se sindicaron, pero tuvieron que darle de baja después de dar a la gente consejos problemáticos.
Así, estos son algunos casos recientes protagonizados por los riesgos laborales que entraña el auge de la inteligencia artificial. Sam Altman, creador de ChatGPT, ya trabaja en una herramienta que buscará compensar a todos aquellos que pierdan su trabajo; sin embargo, que esta solución necesite identificar el iris de los afectados a cambio de ofrecer criptomonedas no termina de convencer a los usuarios. Sea como fuere, algunos gigantes tecnológicos ya visualizan un futuro en el que parte de su plantilla es sustituida por inteligencia artificial.
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