Estados Unidos y China están sumidos en un conflicto tecnológico que no para de escalar. Desde hace años, ambos países luchan por colocarse a la vanguardia de distintos sectores, una situación que les ha llevado a enfrentarse en campos como el de la inteligencia artificial, la computación en la nube y la creación de chips y semiconductores. Y, como reportan distintos medios, este último es el que ha llevado a la administración de Joe Biden a fortalecer la normativa para evitar que China se beneficie de una inversión multimillonaria.
Como señala Techspot en una reciente publicación, Estados Unidos confirmó que gracias a la ley CHIPS las compañías de su país podrán beneficiarse de hasta 39.000 millones de dólares para subvencionar la producción de semiconductores. De esta forma, el gobierno norteamericano se encuentra trabajando en una serie de normativas para garantizar que el dinero se destine a esta causa. Y, entre las condiciones principales, se encuentra que ni un solo centavo llegue a las arcas de países como China y Rusia, regiones que consideran potencialmente peligrosas para sus intereses.
No quieren que China tome ventaja en una industria tecnológica clave
En estos momentos, el Departamento de Comercio de EE.UU. está trabajando en dar luz verde a dos normas que garanticen que ese dinero no acabe en manos de otras regiones. Por un lado, se encuentran desarrollando una ley que prohíbe a los beneficiarios ampliar su capacidad de fabricación de semiconductores, incluida la producción de obleas, en países extranjeros conflictivos durante la próxima década; por otro, también prohibirán realizar determinadas actividades conjuntas de investigación con entidades extranjeras, un aspecto en el que inciden en Rusia y China como principales señalados.
Gina Raimondo, Secretaria de Comercio, se ha mostrado muy clara a la hora de hablar de los intereses de Estados Unidos: “tenemos que estar absolutamente seguros de que ni un centavo de esto ayude a China a adelantarse a nosotros”. Además, Raimondo señaló que, en el caso de que alguien cometa una infracción, el Departamento de Comercio de EE.UU. estará en su derecho de exigir la subvención íntegra que haya recibido cada compañía. Por tanto, el conflicto bélico en el que están sumergidos ambos países vuelve a escalar a un nuevo nivel.
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