En los últimos años, la industria de los chips se ha convertido en la gallina de los huevos de oro de muchos países. Aunque en la actualidad los esfuerzos de muchas regiones están centrados en sacar partido a la inteligencia artificial, el sector de los semiconductores es una apuesta más segura al tratarse de una industria más asentada. Por ello, países como Corea del Sur, China, Estados Unidos y Taiwán (entre otros) buscan aumentar su trozo del pastel para garantizarse ingresos multimillonarios. Y esto, en esencia, es lo que ha llevado a los dos últimos países citados a buscar una alianza sin precedentes.
Como recoge el portal Techspot en una reciente publicación, Intel ha subcontratado los servicios de TSMC para la fabricación de GPU Arc desde 2022. Por ello, ambas compañías pueden presumir de gozar de una relación muy estrecha. Sin embargo, Intel tendría en mente llevar esta colaboración a un nuevo nivel, ya que la misma publicación señala que en los próximos años la intención de la firma norteamericana es aumentar su inversión en TSMC. Y, por consiguiente, esto implicaría un aumento en la misma medida de la dependencia que tendrían sobre la filial taiwanesa, un aspecto que no termina de convencer a los estadounidenses.
Casi 40.000 millones de dólares en los dos próximos años
Según los datos recogidos de Techspot, que provienen del portal Commercial Times, Intel buscará ampliar la subcontratación de productos de TSMC en 2024 y 2025. Como consecuencia directa de esto, se estima que la inversión que realizará Intel en TSMC será de 5.600 millones de dólares en 2024 y 9.700 millones de dólares en 2025. De hecho, Intel destinará gran parte de sus inversiones a esta compañía, ya que su inversión total en 2024 será de 18.600 millones de dólares y en 2025 ascenderá hasta los 19.400 millones de dólares.
De esta forma, Intel pasará de destinar poco más del 20% de su inversión total a TSMC en 2024 a prácticamente un 50% de la misma en 2025. Con los datos en la mano, esto demuestra que la dependencia de la compañía con los productos de la firma taiwanesa es total, un aspecto que no termina de convencer a los norteamericanos ya que se encuentran en pleno crecimiento de la industria local. Sin embargo, hasta 2025 dependerán de la tecnología de TSMC, un hecho comprobable si observamos que destinarán más de 15.000 millones de dólares a beneficiarse de las bondades de esta.
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