Un jugador contó hace escasos días una de esas historias fascinantes. Durante un paseo, llegó a una tienda de segunda mano y se topó con un ordenador a la venta por 645 euros, pero consiguió regatear un poco y se lo llevó a casa por 600 euros. Hasta aquí nada fuera de lo normal, pero la cosa cambia si prestamos atención a los detalles: no se trataba de un equipo que valía 645 euros, sino de un PC Gaming que ronda la barrera de los 2.000 euros. ¿El secreto? El jugador sabía lo que compraba.
Tras dejarse seducir por el PC, comprobó que este tenía una RTX 4070 Ti Super, un Core i9-14900KS y 64 GB de memoria RAM DDR5. Hablamos, por tanto, de una tarjeta gráfica de la serie RTX 40 de Nvidia, un procesador de la 14ª Gen de Intel y una codiciada memoria RAM que, a raíz del auge de la inteligencia artificial, no deja de subir de precio. De hecho, solo la memoria RAM ya supera con creces el precio original de venta del PC: 650 euros frente a 600 euros del conjunto.
Esto, a su vez, también aplica a la tarjeta gráfica (puede llegar a los 700 euros en algunos mercados de segunda mano) y al procesador, ya que este se encuentra a la venta por precios que oscilan entre 500 y 600 euros. Hoy, ya con la serie RTX 50 en el mercado, la RTX 4070 Ti Super sigue siendo perfecta para jugar en 1440p o 4K con ajustes altos, motivo por el que se encuentra muy cerca de las prestaciones de la RTX 5070 Ti en muchos aspectos.
El rendimiento real de su nuevo PC Gaming
El PC, al contar con un procesador i9 y 64 GB de RAM, permite jugar a casi todo en 1440p ultra o 4K alto, pero también editar vídeo 4K, streamer y manejar tareas pesadas sin sufrir muchos contratiempos. Huelga decirlo, pero este rendimiento supera con creces al de un PC Gaming normal de 600 euros. De hecho, estos suelen optar por un procesador i5 o Ryzen 5 y una GPU tipo RTX 4060 o similares, razón por la que cuenta con menos fps, peor ray tracing y menos margen de futuro.
En resumen, los conocimientos del jugador le ayudaron a llevarse a casa una auténtica ganga, ya que pagó 600 euros por un PC Gaming que rinde como una máquina que supera los 2.000 euros. Gracias a ello, disfrutará de una vida útil mayor, más calidad gráfica y, por encima de todo, una potencia más grande en relación al ordenador de gama media que podría haber comprado por el montante que pagó. Así, más que un chollo, se trata de una artimaña alimentada por su conocimiento previo.
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