Aquellos que coincidieron con Steve Jobs siguen recordando las anécdotas que vivieron con él más de una década después de su fallecimiento. El creador de Apple, que volvió a la compañía después de abandonarla y que uno de los dirigentes de Pepsi tomase el mando, es conocido por sus métodos poco convencionales que, en la actualidad, muchos califican como tóxicos. Sin embargo, para personalidades como Andy Cunningham, estas prácticas fueron necesarias para “alcanzar la excelencia” que caracteriza a Apple.
En una reciente publicación, el portal francés JeuxVideo recoge la historia de Cunningham. Desde los 80, hace casi cuatro décadas, Cunningham está especializada en marketing, razón por la que ha tenido la oportunidad de colaborar con las compañías tecnológicas más grandes del mundo a través de Cunningham Communication. Así, gracias a dicha labor pudo colaborar de forma estrecha con Jobs en el lanzamiento de dispositivos como el Macintosh. Pero, según relata la propia Cunningham, trabajar con el creador de Apple era estresante y realmente complicado.
Guarda un buen cariño de su etapa junto a Steve Jobs
En palabras de la propia Cunningham, Jobs no era “una persona con la que fuese fácil trabajar”. Así, la norteamericana coincide en relatos previos de otros compañeros que tuvo Jobs y asegura que era realmente complicado ajustarse a sus peticiones. Sin embargo, considera que estas situaciones delicadas forjaron su determinación y, a la postre, le brindaron la oportunidad de saber cómo gestionar situaciones complejas cuando tenía que enfrentarse a estas.
Así, Cunningham señala que Jobs llegó a despedirla hasta en cinco ocasiones, si bien consiguió retomar su trabajo todas y cada una de ellas a través de métodos como la presión en la prensa y los medios locales. De esta forma, señala que el carácter de Jobs, extremadamente complicado, le sirvió para convertirse en un líder excepcional, razón por la que tantos recuerdan cada vivencia que tuvieron con él más de una década después de su partida.
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