En el estado actual del Universo Cinematográfico de Marvel, la llegada de una nueva película de Marvel Studios siempre genera gran expectación. O al menos, así era hace 5 años. Sin embargo, la reciente producción The Marvels parece enfrentarse a la adversidad antes incluso de su estreno en los cines. Con previsiones de taquilla algo bajas para este tipo de estrenos y unas primeras reacciones que insinúan que Marvel pisa un terreno resbaladizo, la película se encuentra en un punto crítico antes de que las luces de la sala se apaguen.
Desafíos de la Continuidad en un universo expandido
The Marvels se inserta en la vasta cronología del UCM, tomando el relevo de eventos épicos como Vengadores: EndGame. Y lo hace en un momento de transición en el que los grandes personajes del pasado empiezan a dar el relevo a una nueva generación de héroes que no terminan de cuajar, pero que están logrando encontrar su público, por minoritario que sea. En The Marvels, nos reencontramos con Carol Davers, interpretada de nuevo por Brie Larson, un personaje que ha tenido una presencia limitada en la mitología del UCM a pesar de tratarse de unos de los pesos pesados de su roster de personajes. Aunque en un primer momento se dibujaba como un pilar para liderar la nueva fase post-Vengadores, su desarrollo ha sido más discreto de lo esperado por muchos fans.
Brie Larson como Capitana Marvel
Danvers no está sola en esta película y comparte cabeza de cartel con otros dos estupendos personajes del UCM, tal vez menos conocidos: Ms. Marvel y Monica Rambeau. El desafío adicional radica en la introducción de personajes cuyos orígenes y desarrollo se han forjado en las series de Disney+, como Ms. Marvel y Bruja Escarlata y Visión. Esta decisión podría desconcertar a algunos espectadores que esperan encontrar el mismo desarrollo en pantalla grande que en películas anteriores en las que se presentan a los protagonistas de las mismas. Tengo serias dudas sobre si esta estrategia favorecerá o dificultará la comprensión de The Marvels para aquellos espectadores que no hayan seguido el día a día de los estrenos de Marvel fuera de los cines.
Iman Vellani como Ms. Marvel
Agotamiento del género superheroico
La baja preventa de entradas y las reacciones tempranas en las redes sociales han suscitado cierto debate sobre el presunto agotamiento del género superheroico. No es la primera vez que una película del género enfrenta esta cuestión, y The Marvels se ve enredada en este tema al igual que otros estrenos recientes de su contraparte en el universo DC, Flash y Blue Beetle. Las cifras de preventa sugieren una respuesta tibia del público, avivando la discusión sobre la fatiga del público ante las historias de superhéroes. Desde luego la pobre recepción en taquilla y por parte de la crítica de las últimas grandes películas del género está ahí: en el mejor de los casos podemos definirla de tibia y muy alejada de los grandes taquillazos de hace un lustro, sálvese ahí quien pueda.
¿La Solución? Gatitos y bailes coreografiados
El panorama para The Marvels, momentos antes de entrar en la sala de cine para poder ver la película comenzaba a ser desolador. Pero no cometáis el error de dejar que las opiniones ajenas os condicionen. The Marvels no es terrible. Tampoco es una gran película. De hecho, creo que es una de las peores de todo el UCM vista globalmente. Y digo "globalmente" porque resulta muy disfrutable en su primera mitad, y desinfla por completo de cara a su final. La película arranca muy bien. Es divertida, espectacular y los personajes derrochan carisma. Especialmente Ms. Marvel, Iman Vellani, como Kamala Khan, que se come al resto del reparto con patatas. Y es que todo fan de Marvel es Kamala Khan. La química entre las tres protagonistas funciona, si bien Monica Rambeau, interpretada por Teyonah Parris, sale perdiendo en este combo interpretativo a tres bandas.
Teyonah Parris como Monica Rambeau
El arranque es trepidante, le mete al espectador de lleno en la acción en unos instantes y tiene ese toque Marvel divertido que parece siempre funcionar siempre bien. Y de propina, los Beastie Boys, que como en Guardianes de la Galaxia Vol.3, acompañan a uno de los mejores momentos de la película. Pero llegada la mitad de la película, más de un fan creerá que ha viajado, de pronto, a un mundo alternativo del Multiverso. Porque The Marvels se transforma, por arte y magia del que posiblemente sea el momento más vergonzosamente metido a capón en una película de Marvel Studios. No os estropeo la sorpresa porque es algo que la propia Marvel ha publicado en los avances de la película: sin venir a cuento, la película se transforma en un musical con canciones y bailes. Es solo una secuencia, pero es peor de lo que pensáis.
Comprendo que tal vez yo no sea el público objetivo al que va dirigido ese momento, pero hasta el momento The Marvels me estaba gustando bastante y a partir de ese momento la película que estaba viendo de paso a otra en la que no me interesaba nada lo que que pasaba en pantalla. En realidad, no entiendo que una película pueda tener momentos dirigidos para un tipo de público y otros para otro público diferente. Todo lo construído por el metraje hasta ese momento se desmorona ya en una sucesión de momentos en los que todo ocurre porque sí, incluso siendo condescendiente con el tipo de elástica lógica que rige este tipo de cine. La sensación de haber asistido a una extraña sesión doble de dos películas muy diferentes con los mismos actores me persigue incluso ahora. No diré que he quedado desolado, pero sí que la última mitad de la película me ha dejado completamente desinteresado. Me ha parecido que la trama, llegando a sus momentos finales, tenía tan poca chicha que ni siquiera los actores querían participar en ella. Excepto Vellani, que es puro entusiasmo todo el rato, bendita sea.
Ante los desafíos que enfrenta en estos momentos Marvel Studios, en los que tiene que reconciliarse con un buen números de aficionados que se han ido descolgando en los últimos años, surge la pregunta: ¿es la inclusión de elementos inesperados, como gatitos y bailes coreografiados, la clave para revitalizar el interés del público en las películas de superhéroes? The Marvels parece apostar por una mezcla de épica desmedida y elementos inusuales del género para redefinir la experiencia cinematográfica de este tipo de producciones. Tal vez da ya por perdido a cierto sector del público y ha decidido centrarse de lleno en una nueva generación de fans, tal vez menos cansados, tal vez con otros gustos. Desde luego, la película encarrila esa idea de cara a futuros estrenos.
El desafío de reinventar el género con piezas que no encajan
Con eso dicho, queda abordar The Marvels desde un punto de vista completamente cinematográfico, en el que por desgracia, la película dirigida por Nia DaCosta no destaca especialmente en nada. Al mencionado y gratuito cambio de tono se suma una dirección sin personalidad, una edición accidentada y algunas escenas de acción tremendamente torpes y confusas, especialmente en su parte final. Ya os digo que su primera mitad me ha parecido una película de Marvel muy potable. Pero en conjunto parece hecha para salir del paso, y es una pena, porque los elementos de la mitología original de los cómics de Marvel daba para mucho más: las negabandas, la Guerra Kree- Skrull…No se salva ni la banda sonora de Laura Karpman, que parece creada con otra película en mente y que raramente encaja con lo que está sucediendo en pantalla.
Finalmente tengo que decir que la película se cierra con un momento que sí me ha entusiasmado: la escena post-créditos, que me ha entusiasmado por lo que significa para el futuro de Marvel Studios. Tal vez os pueda parecer a estas alturas de la crítica un pobre consuelo, pero los fans de Marvel seguro que compartirán mi alegría cuando la vean.
The Marvels se enfrenta a la difícil tarea de superar las expectativas, no solo como una película de Marvel, sino como una obra que busca revitalizar el género superheroico en el cine. Y lamento decir que en lo que a mi respecta, como marvelita veterano, no lo consigue. Y es una pena porque el principio es bueno y los personajes, las actrices y todos los ingredientes para haber hecho algo mejor estaban ahí. No comprendo cómo esta película pasa de gustarme a parecerme tan intrascendente, pero sí os puedo decir el momento exacto del metraje en el que pasa. La verdadera prueba a la que se enfrenta The Marvels radica en si logrará captar la atención y el entusiasmo de un público generalista que, a veces, puede mostrar signos de fatiga ante las fórmulas convencionales, pero que también logra convertir en fenómenos los estrenos más inesperados. Solo el tiempo y la taquilla en las salas de cine tienen la última palabra sobre si The Marvels ha logrado dar con una inesperada fórmula que logre mantener la maquinaria de Marvel Studios en marcha hasta el siguiente estreno.
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