No hace ni 24 horas que os comentaba en 3DJuegos que The Mandalorian, de la mano de Andor, es seguramente lo mejor que le ha pasado a Star Wars en la última década. Y no me desdigo, pero este primer capítulo de la tercera temporada de 'The Mandalorian', 'El Apóstata', me ha parecido tremendamente flojo. Y eso, que yo estaba controlando los caballos del 'hype' con mano firme, porque daba por hecho que siendo un estreno de temporada, y que tenías que explicar los cambios narrativos del final de la segunda, que ocurrieron en 'El Libro de Boba Fett', sería un episodio tremendamente explicativo y redundante. Pero, ¿tanto?
Al capítulo, como es costumbre, suele preceder un resumen de lo acontecido anteriormente. Bienvenido sea, especialmente para aquellos que siguen 'The Mandalorian' pero no 'El Libro de Boba Fett', que de manera sorprendente hizo de sus últimos capítulos un puente narrativo entre la segunda temporada y esta tercera estrenada ayer. Vamos, que si no has visto el 'El Libro de Boba Fett' y aterrizas en esta tercera temporada no sabes por qué Grogu vuelve a estar al cuidado de Mando ni de dónde ha salido esa nueva nave tan chulérrima que pilota Mando. Gracias al resumen el espectador despistado puede ponerse al día. El problema, es que la trama del capítulo, en sí, hace básicamente lo mismo.
Anteriormente, en 'The Mandalorian'...
El arranque del capítulo tiene como protagonista a la misteriosa Herrera y el el grupo de mandalorianos sobrevivientes de su clan. Lo que en un primer momento me emocionaba por poder presenciar uno de sus rituales y conocer algo más de la cultura de estos personajes enseguida queda emborronado por la aparición de un casco mandaloriano con mucha importancia en la escena que es, literalmente, el juguete electrónico de Hasbro ligeramente tuneado. Y no me entendáis mal, ya el casco de Boba Fett que hemos visto anteriormente en las diferentes series es el mismo que fabrica Hasbro para su línea Black Series con algunos retoques, pero al menos ahí no canta tanto. El caso es que entre eso, un CGI por debajo del nivel de calidad al que nos tiene acostumbrados la serie (normalmente altísimo), y una inesperada aparición de Mando, cual séptimo de caballería, echaron por tierra mi emoción con el inicio de este primer capítulo.
El regreso de Mando y su conversación con la Herrera sirve, básicamente, para contarnos algo que ya sabemos: se quitó el casco delante de otros, que es una apóstata para sus correligionarios y que tiene que ir hasta Mandalore para expiar sus pecados. Vamos, lo mismo que nos decía el resumen y que se supone que ya sabes. Pero lo peor es que esta va a ser la tónica general del resto del episodio, salpicado aquí y allá de algo de acción y algún momento de esos momentos 'eye candy', que si bien me siguen emocionando como fan, con distancia emocional no compensan el mal ritmo narrativo del episodio.
Mando regresa a Nevarro, a visitar su amigo Greef Karga, ahora un prohombe que ha hecho del asentimiento un floreciente puerto espacial. Parafraseando: "Oye, Greef, ¿dónde está Cara Dune, nuestra amiga y marshall del lugar?, pregunta Mando. "Se ha alzado con la Nueva República, responde Greef. Y chimpún, porque claro, hay que explicar que ni la actriz ni el personaje siguen en la serie por motivos que nada tienen que ver con The Mandalorian, y sí con comentarios en redes sociales que es mejor dejar en el olvido. El casi lo mismo de aquel episodio de Los Simpsons y su "ahora he de irme, mi planeta me necesita". Con la visita, de nuevo, volvemos a explicar algo de la trama que se supone que ya sabemos, ¿por qué vuelve Mando a estar acompañado por Grogu? Por cierto, tampoco viene nada mal recordar que Grogu sigue siendo monísimo y que ha mejorado considerablemente su dominio de la Fuerza.
Esta parte del episodio nos deja al menos un intenso tiroteo al más puro estilo western y el inicio de una misión secundaria: buscar las partes que Mando necesita para reconstruir a IG-11, el droide asesino reconvertido en protector de Grogu y que se sacrificó para salvar a nuestros héroes al final de la primera temporada. Bueno, pues ya hemos explicado dos puntos de la trama para los olvidadizos, pero no hay dos sin tres.
The Mandalorian y sus "misiones secundarias"
Tras una emocionante escena de batalla espacial (para mí lo mejor del episodio) y un capitán pirata alienígena tal vez demasiado verde, nos vamos a visitar a Bo-Katan Kryze a su castillo, con la que Mando tiene cuentas pendientes. Porque claro, ahora toca explicar que su amistad pasa por horas bajas, que Bo-Katan ya no lidera a los mandalorianos que querían recuperar su planeta natal Mandalore ni prosigue con su plan de unificar los clanes. ¿Por qué? Porque Mando atesora el objeto ritual que concede el liderazgo moral de los mandalorianos, el Darksaber, como vimos al final de la segunda temporada. De nuevo, otro miniresumen, y por si a alguien se le había olvidado, Mando saca como quien no quiere la cosa que tiene que ir a Mandalore 'para lo suyo de ser un apóstata'.
Así, en solo un episodio de The Mandalorian, hemos repasado todas las cosas que tiene por hacer su protagonista. Y no son pocas. Tampoco pasa nada, ¿eh? Comprendo que el primer capítulo de una temporada tiene que servir de resumen de lo que ha ocurrido y además sentar las bases de lo que va a ocurrir en los siguientes episodios. Pero me ha dado la sensación de que con este nuevo capítulo la serie ha perdido algo de pegada. Soy consciente de que se trata de algo totalmente temporal y que la tercera temporada va a ser un "melocotonazo", estoy convencido. Pero comparado con los primeros capítulos de las dos anteriores temporadas se me ha quedado este estreno algo descafeinado. Incluso comparado con episodios anteriores que podemos considerar más anecdóticos como 'El Prisionero' (también del director de este 'El Apóstata', Rick Famuyiwa) o 'La Pasajera' (a cargo de Peyton Reed), creo que falta mucha chicha.
En cualquier caso, comprendo que se trata de volver a arrancar el motor y dejarlo en ralentí para la semana que viene, que trae bajo el yelmo de beskar la promesa de nuevas aventuras con la silueta del planeta Mandalore dibujando en el horizonte. Para que no parezca que he aborrecido totalmente el episodio, y al hilo de los 'eye candy' que mencionaba antes, tengo que decir que aplaudí con emoción esa aparición de los purrgils (las misteriosas criaturas que Grogu otea en el hiperespacio) que no solo son un guiño para los fans que disfrutaron de Star Wars Rebels, sino que pueden ser una clave muy importante para el futuro de Star Wars a medio y largo plazo. De momento, a corto plazo, la semana que viene más 'The Mandalorian', que a pesar de lo que podáis pensar ahora mismo, lo espero con ganas infinitas.
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