En los últimos meses venimos informado de dos problemas que está viviendo Hollywood actualmente. Por un lado, la guerra entre plataformas de streaming está llegando a su final con varios servicios reconociendo su incapacidad de competir con Netflix si no es con cientos de millones de dólares en perdidas cada año. Por otro, la irrupción de una oferta cada vez mayor, y más cara, en el sector está conduciendo al auge de un viejo fantasma de la industria, el consumo de sus contenidos por vías no oficiales; es decir, a través de webs piratas.
Las webs ilícitas generan millones de dólares al año
Siempre de acuerdo a un estudio publicado por Bloomberg, y del que nos hicimos eco en 3DJuegos hace unos días, aquellos portales dedicados a la distribución no oficial de películas, series y otros tipos de formato de entretenimiento se embolsan unos 2.000 millones de dólares cada año en Estados Unidos, con márgenes de ganancia de cerca de un 90% según Motion Picture Association, gracias a la venta de anuncios y suscripciones. A su vez, calculan unas perdidas por valor de 30.000 millones de dólares para la economía estadounidense. "El impacto global es de aproximadamente 71.000 millones de dólares al año".
El aterrizaje de Netflix en nuestras vidas a finales de los 2000 y principios de los 2010 ayudó a frenar la proliferación de este tipo de sitios webs de contenidos ilícitos, pero en los últimos años se ha dejado ver un enorme crecimiento, llegándose a estimar hasta 130 sitios webs piratas en EE.UU. con suscripción, algunos de ellos con hasta más visitas que portales legítimos de la industria.
¿Por qué esta nueva 'edad de oro' de la piratería?
Las razones de esta regreso a las viejas prácticas son múltiples. Tal y como exponen desde JV, los servicios de suscripción son cada vez más y más caros, empujando a los usuarios a empezar no ver rentable pagar cada mes una tarifa que puede llegar a ser desorbitada. A su vez, estos sitios webs ilicitos son capaces de ofrecer un acceso a un amplia variedad de oferta de contenidos y, al contrario que en tiempos pretéritos, ofreciendo una buena calidad de imagen.
En Hollywood no están de brazos cruzados y en 2017 nación Alliance for Creativity and Entertainment, una coalición de más de 30 importantes empresas de entretenimiento y estudios cinematográficos con el objetivo de proteger sus negocios a lo largo y ancho del globo. Se dice que actualmente tiene un centenar de detectives trabajando con autoridades de varios países para desmantelar estas operaciones. Están dirigidos por Jan van Voorn, un veterano de la Interpol.
Su misión parece haber sido un éxito en EE.UU., no así en el resto del mundo donde el acceso a webs ilícitas creció un 39% y un 9% respectivamente en películas y programas de televisión. Queda por ver datos del 2023, un año donde se puso en marcha en Netflix su apuesta por poner coto al uso compartido de contraseñas en el servicio. Su iniciativa le ha permitido ganar millones de nuevos suscriptores, la pregunta es si no ha hecho también crecer la piratería, más con rivales como Disney+ anunciando planes similares para este curso.
Todo esto sin olvidarnos de las subidas de precio y la llegada de nuevos comensales, que marean a algunos usuarios reacios a pagar por más de uno o dos servicios de streaming cada mes. Hollywood tiene un problema y lo está combatiendo, pero quizás por el camino se te olvidando de convencer al usuario. La piratería puede volver a ser ese elefante en la habitación tan incómodo.
Imagen | Mason Kimbarovsky en Unsplash
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