En 1999, la industria del cine fue testigo de un estreno que dejó una marca de escala sísmica en la manera de hacer cine: The Matrix. Esta película no solo nos deslumbró con su estética y sus efectos visuales revolucionarios, sino que también nos dejó boquiabiertos con sus coreografías de artes marciales y escenas de acción frenéticas. Comparable a legendarias películas de artes marciales como Tigre y Dragón, Nacido Invencible o Ong-Bak, The Matrix se convirtió en un hito del cine de acción saltando desde el género de la ciencia ficción. Sin embargo, detrás de estas asombrosas escenas de lucha se ocultaba una historia menos conocida pero igualmente impresionante: el reparto principal enfrentó lesiones y todo tipo de penurias físicas que pusieron en peligro la realización de la película.
La película The Matrix estaba destinada a romper moldes y elevar el género de la ciencia ficción a nuevas alturas. Las hermanas Wachowski, directoras del filme, tenían una visión muy clara de lo que necesitaban de los actores protagonistas. Tenían claro que, en lo posible, deberían realizar sus propias acrobacias y coreografías de lucha para ayudar a que los espectadores creyeran en las aptitudes sobrehumanas y digitales de los personajes. Esto, a su vez, desencadenó una serie de accidentes que llevaron al reparto a enfrentar situaciones de riesgo real durante el rodaje.
Luchando con el dolor
Uno de los actores más afectados fue Keanu Reeves, el siempre lacónico Neo, protagonista de la saga. Reeves se sometió a un intenso entrenamiento para ejecutar las secuencias de lucha a la perfección. Sin embargo, durante el rodaje de una de las escenas de lucha más icónicas, Reeves sufrió una lesión en su cuello. Esta lesión cervical, aunque dolorosa, no detuvo al actor: Reeves continuó trabajando a pesar de las molestias y completó muchas de sus propias acrobacias, a pesar de tener que usar un collarín cuando no rodaba alguna escena.
Pero todavía había más dolor por delante para el bueno de Reeves. Durante el rodaje de otra secuencia se lesionó la espalda. Esta vez, la lesión fue más seria, y Reeves tuvo que someterse a una cirugía. Carrie-Anne Moss, que interpreta a Trinity en la franquicia, también enfrentó su propio calvario durante el rodaje de The Matrix. Las escenas de lucha intensa y las coreografías físicas exigentes le pasaron factura.
Durante el rodaje de la icónica secuencia del tiroteo del lobby Mosse se torció el tobillo al realizar un mal aterrizaje en uno de los movimientos acrobáticos. A pesar del dolor, continuó trabajando y completando sus acrobacias. La actriz confesó más tarde que ocultó la gravedad de su lesión por temor a ser reemplazada en la película. Laurence Fishburne, Morfeo, se fracturó un brazo durante una de las peleas y Hugo Weavin, el Agente Smith, se fracturó la cadera y sufrió una hernia discal que también requirió de cirugía.
La acumulación de accidentes fue tal que incluso la productora llegó a temer que las lesiones y los tiempos de recuperación llegaran a afectar al estreno de las siguientes películas. Y si ell rodaje de Matrix resultó muy doloroso para sus protagonistas, también lo serían los de las secuelas: Durante la filmación de The Matrix Reloaded, Moss sufrió una fractura en una pierna que la dejó fuera de acción durante un año entero. A día de hoy, Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss siguen recordando los duros momentos que vivieron durante el rodaje de The Matrix. Estas experiencias los marcaron como actores, y condicionaron que siguieran apostando por este tipo de papeles una vez terminada su participación en las películas, al menos, hasta el estreno de Matrix Resurrections, donde los protagonistas volvieron a protagonizar algunas de sus propias peleas y a ser colgados de cables para las escenas más espectaculares.
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