Hoy en día estamos más que acostumbrados a las películas de superhéroes. Tenemos incluso saturación de ellas debido al universo Marvel, pero DC tampoco se queda atrás. Sin embargo, hubo una época en la que estas nos llegaban de forma más comedida y no estábamos acostumbrados a toda clase de fórmulas.
Por ello, cuando Kick-Ass se lanzó en el año 2010 fue toda una revolución dentro de los amantes del género por su brutalidad excesiva y su realismo casi patético a la hora de representar lo que un superhéroe sería en la vida real. Aunque a día de hoy The Boys nos tenga acostumbrados a todo, esta película sigue una tendencia similar, pero con mucho más humor, y podemos verla en Sky Showtime.
¿Qué poder tiene Kick-Ass?
Kick-Ass es una película basada en el cómic del mismo nombre creado por Mark Millar y John Romita. Dirigida por Matthew Vaughn y producida por Brad Pitt, conoceremos a Dave Lizewski, un chico como cualquier otro, sin poder alguno, que un buen día decide ponerse un traje y combatir a los criminales.
Por suerte, en el mundo de Kick-Ass los superhéroes no dejan de ser personas comunes que con suerte saben defenderse peleando o usando armas, como es el caso de Hit-Girl. La magia de la película reside en saber plasmar, en primer lugar, el fanatismo de aquellos que sueñan con encarnar a los protagonistas de las historias de ficción y, en segundo, la realidad de lo que supondría que cualquier puñado de personas pudieran ponerse un traje y combatir a la gente.
Eso implica que durante toda la trama, en la que también veremos cómo Dave se desarrolla como adolescente en la piel de Aaron Taylor-Johnson, se rompen los mitos épicos y los clichés a los que estábamos acostumbrados. A todo ello, se deforman las situaciones al representar de una forma tan creíble lo que vemos, de manera que el espectador siente que lo que está viendo es una auténtica locura.
La ecuación la completa una dosis alta de violencia y sangre. Hemos aceptado, bajo el filtro de Disney, que pueda suceder toda clase de situaciones con acción sin que casi ningún personaje sufra. Aquí no es así. Kick-Ass destaca por su brutalidad, causando en su día incluso cierta controversia por ello. Seguramente sea porque ver cómo una niña de 13 años no deja de decir cosas malsonantes, dispara y cercena miembros no es para todos los públicos. Con todo ello, no cae en el gore más desagradable y creo que es accesible para casi cualquier persona. Sin embargo, este fue el motivo por el cual la mayoría de compañías grandes de la industria rechazaron la película y se tuvo que recurrir a una producción independiente.
Kick Ass también sirvió para lanzar a la fama a su protagonista. Actualmente, a Taylor-Johnson no solo se le escucha como posible futuro James Bond, sino que también pasó por Marvel como Quick Silver o coprotagonizó Bullet Train, junto a Brad Pitt. En esta cinta también podemos ver a un joven Evan Peters, quien también acabaría encarnando al corredor en la versión de los X-Men. Y, aunque nadie parece recordarlo, el casting también cuenta con actores como Nicolas Cage, en el papel de Big Daddy.
Al final, el resultado de todo esto se traduce en una película muy buena, realista, con toques de humor, que permite al espectador identificarse en cierta medida con el protagonista y disfrutar de una acción desmedida y frenética. Por ello, si todavía no habéis tenido la oportunidad de haberla visto, os animo a hacerlo, puesto que está disponible a través de Sky Showtime.
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