En aquellos años confusos en los que Disney fagocitaba a 20th Century Fox y sus licencias, mientras el mundo comenzaba a afrontar una realidad en plena crisis sanitaria mundial, Marvel lanzó una nueva película protagonizada por los mutantes de su universo. Los Nuevos Mutantes contaba con un puñado de jóvenes talentos encabezados por Anya Taylor-Joy, Maisie Williams y Charlie Heaton, pero la combinación de una producción complicada y un estreno desafortunado hizo que muy pocos espectadores tuvieran la oportunidad de verla en condiciones. Y, entre esos pocos, son muchos los que no recuerdan la experiencia con excesivo cariño. Tampoco su director, Josh Boone, parece guardar un buen recuerdo de aquella aventura cinematográfica. Como fan, yo tampoco.
Una propuesta de horror mutante con un reparto prometedor
Los Nuevos Mutantes, estrenada en 2020 tras un tortuoso proceso de producción, se presentó como una propuesta diferente dentro de las películas de superhéroes: un híbrido de terror adolescente inspirado en los cómics de los X-Men, con ecos de Stranger Things y un tono más oscuro que la mayoría de los filmes de Marvel de la época. La película narraba la historia de un grupo de jóvenes mutantes recluidos en un hospital misterioso, supervisados por la doctora Cecilia Reyes, interpretada por Alice Braga. Entre ellos estaban Danielle "Dani" Moonstar (Blu Hunt), Rahne Sinclair/Loba Venenosa (Maisie Williams), Illyana Rasputin/Magik (Anya Taylor-Joy), Samuel Guthrie/Bola de Cañón(Charlie Heaton) y Roberto "Bobby" De Costa/Mancha Solar (Henry Zaga).
El argumento giraba en torno al descubrimiento y dominio de sus habilidades en un contexto opresivo, mientras que un oscuro secreto sobre las verdaderas intenciones del hospital amenazaba con convertirlos en armas vivientes para la Essex Corporation, la misma compañía que en Logan había clonado a X-23. La película, en esencia, era un relato de autodescubrimiento y terror, con elementos de romance adolescente, como la relación entre Dani Moonstar y Loba Venenosa, que aportaba una notable carga emocional y representativa al grupo de mutantes. Fue un fracaso enorme.
La película era un relato de autodescubrimiento y terror, con elementos de romance adolescente
Técnicamente, Los Nuevos Mutantes sorprendía por su fotografía y dirección artística, creando un ambiente tenso y claustrofóbico que reforzaba la sensación de peligro constante. El diseño de Magik, con su conexión con la dimensión Limbo y la espada de la Almas, permitió por momentos una visión cinematográfica fiel a los cómics, mientras que la actuación de Taylor-Joy aportaba un matiz de liderazgo inesperado para un personaje que apenas había aparecido previamente en el universo cinematográfico de los X-Men. Nada de eso pudo salvar a una película que llegó en el peor momento y que quiso desvincularse de su mayor fortaleza: el Universo Marvel.
Un aterrizaje forzoso
A pesar de su interesante propuesta, Los Nuevos Mutantes no logró conectar con el público ni con la crítica. La película ostenta un 36% de puntuación en Rotten Tomatoes por parte de los críticos y un 55% de audiencia, reflejando la división de opiniones entre quienes apreciaron la intención de Boone y quienes consideraron que la película se quedaba corta en todos los aspectos. En taquilla, la situación fue aún más dramática. Estrenada en plena pandemia de COVID-19 y con una promoción mínima debido a la adquisición de 20th Century Fox por Disney, la película apenas recaudó 49 millones de dólares a nivel mundial. Un resultado que, aunque no desastroso comparado con otros fallos de superhéroes como Los Cuatro Fantásticos de Josh Trank, sí fue insuficiente para justificar la ambición de la producción y, sobre todo, para dar continuidad a una saga centrada en los Nuevos Mutantes que Marvel y Fox habían planeado durante años.
Josh Boone: una experiencia "traumática"
En una entrevista exclusiva con The Direct publicada en octubre de 2025, Josh Boone no escondió su frustración por cómo se desarrolló la película y por el resultado final. Según el director, el rodaje y la postproducción de Los Nuevos Mutantes fueron "muy traumáticos" que su experiencia quedó marcada por la frustración:
"Es tan difícil porque fue muy traumático. El estudio se vendió, y nos golpeó una pandemia… El estudio se vendió durante el rodaje, y luego la pandemia ocurrió cuando decidieron estrenarla. Y fue… tuve un tiempo maravilloso con el reparto, los quiero mucho, pero hacer eso… tomó tantos años, y fue tan poco satisfactorio, en última instancia".
Boone admitió además que no llegó a poder realizar la película que realmente había imaginado:
"No hicimos realmente la película que queríamos hacer. Hicimos la mitad de la película que queríamos hacer. Y el estreno estuvo tan comprometido por la pandemia… Preferiría no volver a hacerlo nunca más, para ser honesto".
Las declaraciones del director reflejan un cúmulo de problemas que se combinaron para afectar a la película: retrasos continuos, cambios de tono, planes de reshoots cancelados y la presión derivada de la fusión de Fox con Disney. Boone tenía ideas para un universo extendido, incluyendo la aparición de personajes como Mister Siniestro (cuyo papel habría sido interpretado por Jon Hamm) y la incorporación de otros miembros del equipo procedentes de los cómics como Karma y Warlock en posibles secuelas, pero todos estos planes quedaron se perdieron para siempre como lágrimas en la lluvia.
Una oportunidad perdida para los fans de los cómics
Personalmente, como fan de los Nuevos Mutantes desde los cómics clásicos de los 80, me resulta difícil comprender cómo una historia que tenía tanto potencial terminó siendo una versión tan restringida y tímida de lo que estos personajes podían ofrecer. En los cómics, los Nuevos Mutantes siempre han demostrado estar a la altura de los X-Men clásicos, enfrentando amenazas épicas y desarrollando tramas que combinan aventura, terror y drama adolescente de manera efectiva.
lLos Nuevos Mutantes se quedó en una especie de versión vitaminada de Stranger Things con fuertes de horror
En lugar de eso, la película se quedó en una especie de versión vitaminada de Stranger Things con fuertes de horror, limitando la épica y la profundidad de los personajes. La caracterización individual era destacable: Anya Taylor-Joy como Magik o Maisie Williams como Wolfsbane me parecen memorables. Pero el contexto general de la película nunca permitió que la saga alcanzara la escala de sus orígenes. La sensación de oportunidad perdida es palpable todavía hoy, sobre todo porque el film tenía los ingredientes adecuados para establecer una trilogía que habría reforzado la franquicia de los X-Men.
Uno de los puntos más dolorosos para los aficionados es pensar que el fracaso de esta película prácticamente cierra la puerta al regreso de Anya Taylor-Joy como Magik. La actriz dio vida a uno de los mutantes más fascinantes de Marvel, aportando un matiz de carisma, misticismo y liderazgo que no debería desperdiciarse en el futuro del UCM. Aun así, tras la aparición de Channing Tatum como Gámbito en Deadpool & Wolverine, nada parece imposible en el multiverso de Marvel. La compañía ha demostrado que está dispuesta a conectar diferentes eras y licencias, abriendo la puerta a que personajes como Magik puedan volver bajo condiciones más favorables, quizás con un enfoque más cercano al espíritu de los cómics y con la escala narrativa que merecen.
A pesar de todos sus problemas de producción, retrasos y falta de promoción, Los Nuevos Mutantes sigue siendo una pequeña curiosidad para los fans de los X-Men y de los mutantes de Marvel. La película ofrece momentos memorables y su tono oscuro y la exploración de relaciones adolescentes, incluyendo representación LGBTQ+, son aspectos que hoy resultan pioneros dentro del cine de superhéroes y una evolución de lo que trataron de hacer algunas de las últimas películas del primer ciclo mutante de las pelis de los X-Men. Para quienes quieran revisitar esta película o descubrirla por primera vez, Los Nuevos Mutantes está disponible en Disney+, donde se puede disfrutar junto al resto del catálogo de X-Men y otros contenidos del universo Marvel.
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