La saga de Harry Potter siempre nos sorprende con algo nuevo. A pesar del paso del tiempo, siempre hay historias o anécdotas que no conocíamos y que nos vuelan la cabeza al no habernos percatado antes. Esta vez, tenemos que remontarnos a la primera película de todas, a la piedra filosofal, más concretamente al momento en el que Harry Potter (Daniel Radcliffe) y Ron Weasley (Rupert Grint) se conocieron en el Hogwarts Express antes de iniciar su andadura en la escuela de magia y hechicería más famosa del mundo.
Esa escena es una de las más nostálgicas para los potterheads, ya que es el primer encuentro entre los tres protagonistas de la saga, poniendo especial énfasis en la relación entre Harry y Ron, donde hablan de las ranas de chocolate, las grajeas de todos los sabores o el primer hechizo de Ron, aunque este no sale bien. El montaje de esta escena es perfecto, tanto que si te dijese que los dos actores no grabaron esa escena en el mismo vagón, no te lo creerías.
"No podíamos mirarnos"
En una entrevista, Rupert Grint contó esta curiosidad en el rodaje junto a Daniel Radcliffe: "En la primera película hay una escena en la que vamos a Hogwarts en tren, y estábamos comiendo chuches en el vagón. La verdad es que nunca estuvimos en el mismo vagón. No podíamos mirarnos, así que hicimos nuestros planos por separado".
El no parar de reírse, los espacios reducidos y las horas máximas de trabajo que tienen los menores en los rodajes de películas o series, son los grandes motivos de peso para esta ingeniosa decisión. Con el secreto ya descubierto, muchos fans ya no verán la escena de la misma forma que antes, y no es para menos, ya que se hizo magia, y no con una varita, para que todo quedase fluido y muy natural.
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