En el verano de 1993, una película llegó a las pantallas de cine y cambió para siempre la forma de ver y hacer cine. Esa película fue, claro, Parque Jurásico, dirigida por el legendario Steven Spielberg. Con su impresionante combinación de efectos especiales, interpretación, dirección y una trama emocionante, la película se convirtió en un fenómeno cultural y un éxito rotundo de taquilla. Pero lo que tal vez sorprenda a muchos es que, a pesar de ser conocida por sus dinosaurios, estas criaturas majestuosas solo aparecieron en pantalla durante unos escasos 15 minutos de los más de dos horas de duración de la película.
Cuando Parque Jurásico llegó a los cines se convirtió rápidamente en un éxito de taquilla sin precedentes en una jugada que podríamos calificar de metatextual, porque si el reclamo de Parque Jurásico, la creación del millonario John Hammond en una isla paradisiaca, era la de ver dinosaurios reales, el reclamo de la película de Spielberg era de ver en pantalla dinosaurios que casi parecían reales. La película recaudó más de mil millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la película más taquillera de su época y dejando una marca imborrable en la historia del cine. Pero más allá de su éxito financiero, Parque Jurásico también significó un hito histórico en la industria del cine en lo que respecta a los efectos especiales.
En ese momento, la tecnología de efectos visuales digitales (CGI) estaba en sus primeras etapas. Aunque películas como Terminator 2 habían experimentado con la animación digital para efectos específicos, nadie había logrado aún que estos efectos se vieran creíbles en las pantallas de cine, especialmente a la hora de replicar a criaturas que parecieran organismos vivos reales. Spielberg, conocido por su historial de éxitos en películas de efectos especiales como Tiburón, E.T. y Indiana Jones, quería que los dinosaurios de Parque Jurásico se vieran tan reales como fuera posible.
El salto de la animación tradicional al CGI
En un principio, Spielberg había considerado el uso de efectos prácticos y animatronicos para dar vida a los dinosaurios de la película. Sin embargo, todo cambió cuando la productora Kathleen Kennedy vio un metraje de prueba de un Tiranosaurio Rex creado por CGI en los estudios de efectos visuales de Industrial Light & Magic. Fue entonces cuando se decidió combinar dinosaurios generados por ordenador con las escenas de acción en vivo, marcando un hito en la industria del cine, siendo estas últimas creaciones las que llevarían el mayor peso de la carga de efectos de criaturas en la película.
La tecnología CGI permitió a los estudios crear criaturas que se veían asombrosamente reales, y esto abrió nuevas posibilidades para contar historias en la pantalla grande. Aunque Parque Jurásico solo contiene unos 15 minutos de efectos visuales de dinosaurios, de los cuales aproximadamente cuatro minutos fueron realizados digitalmente, su impacto perdura hasta el día de hoy.
El proceso de crear los efectos visuales para Parque Jurásico fue un logro técnico monumental. Comenzó con diseños y prótesis detalladas de los diferentes dinosaurios, incluyendo el icónico T-Rex. Estos modelos se escanearon y se volcaron como modelos digitales para su uso en la animación digital. Un paso crucial en este proceso fue la creación de un esqueleto digital para cada dinosaurio, que posteriormente se animaron a manos, lo que permitía que se movieran de manera realista en pantalla.
Para cada fotograma con efectos digitales de la película ILM invertía aproximadamente 10 horas para calcular y renderizar la imagen final, lo que nos permite hacernos una idea de la inmensa cantidad de trabajo técnico que se requería para lograr la calidad visual que Spielberg buscaba. El resultado fue un conjunto de secuencias que dejaron al público maravillado y asombrado.
El maestro Phil Tippett con el modelo original de velocirraptor para animación stop-motion
El legado de Phil Tippett y el trabajo de ILM
Este cambio tan significativo en la manera de crear los efectos visuales tuvo un daño colateral: el de los artesanos y artistas responsables de crear las animaciones de manera manual, como se había esta haciendo desde los tiempos de King Kong en 1933. El legendario animador Phil Tippett, conocido por su trabajo en películas como Star Wars y RoboCop, fue contratado inicialmente para supervisar los efectos de animación stop-motion tradicional en la película. Su contribución fue valiosa en la etapa inicial, pero la llegada de la tecnología CGI cambió el rumbo de la producción.
A pesar de los avances en CGI, el trabajo de Tippett y su equipo en la creación de maquetas y animación stop-motion sentó las bases para la futura tecnología CGI. Su experiencia en dar vida a criaturas en movimiento y su profundo conocimiento de la anatomía de los dinosaurios fueron de un gran valor en el proceso de creación de los efectos visuales de la película. El propio Tippett, tras ver las primeras animaciones de prueba de las criaturas para la película, le confiesó a Spielberg que tanto él como sus compañeros especialistas en efectos veteranos estaban "extintos". A Spielberg le gustó tanto la frase que quiso hacerle un homenaje a Tippett incluyéndola en una diálogo de la película.
Mad Dreams and Monsters: The Art of Phil Tippett
Hoy en día, 30 años después del estreno de Parque Jurásico, los efectos visuales y los dinosaurios creados por ILM siguen siendo un referente en la industria cinematográfica. Películas recientes como la serie de secuelas Jurassic World han continuado utilizando la tecnología CGI para dar vida a estos animales prehistóricos, y la magia de la pantalla grande sigue asombrando a las audiencias de todo el mundo.
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