Todos hemos tenido esos momentos de instituto en los que un profesor nos ponía una película aburrida. Hoy estaba recordando esos tiempos cuando he caído en que no todas las que vi en esa época eran malas. Así, he recordado Gattaca, una película de ciencia ficción que se centraba en un futuro cercano en el que la manipulación genética era una práctica extendida. Eso me ha llevado a caer en la cuenta sobre algunas noticias que he ido leyendo sobre el tema.
A poco que curioseemos un poco en la red, podemos leer toda clase de información al respecto, pero, lejos de ponerme a hablar sobre temas que se escapan a mi entendimiento, lo único que he pensado ha sido en lo cerca que estamos de la premisa que plantea esta película protagonizada por Ethan Hawke. Por ello, ahora que se encuentra disponible a través de Filmin, puede ser interesante echarle un vistazo.
¿Cuál es el mensaje de Gattaca?
En Gattaca nos encontramos ante un mundo distópico en el que el ser humano es capaz de modificar genéticamente los embriones para tener la mejor versión que dos seres podrían concebir. Esto implica personas sin tendencias a la adicción, físicamente al gusto de los padres, sin riesgo de enfermedades...
Nuestro protagonista, al contrario que la mayoría, es un bebé concebido de forma natural que cuenta con una gran cantidad de contratiempos genéticos. Entre ellos, el 99% de posibilidades de sufrir una enfermedad cardíaca. Esto hace que esté totalmente limitado en una sociedad prácticamente perfecta y que, además, sea rechazado en los ambientes laborales, frustrando su sueño de ir al espacio. Sin embargo, lejos de rendirse, Vincent se antepondrá a todos los factores que le han condicionado desde el momento de su nacimiento.
Gattaca es una historia de superación, una muy interesante, cabe decir. Imaginaros una clase de adolescentes atentos a la pantalla y en silencio. Se termina la película y todos quedan contentos. Si bien no es un argumento definitivo para demostrar su calidad, fue lo que ocurrió en mis propias carnes cuando tenía cerca de 15 o 16 años. Y es que, si en algo destaca esta cinta, es en saber generar interés desde el primer momento. En primer lugar, no es una cinta que se base en una ciencia ficción compleja y realista como puede ser Interstellar, por poner un ejemplo. Aquí se utiliza la ciencia para contextualizar y el resto de película es una historia humana emotiva y con buenas dosis de misterio durante su desarrollo.
Por otra parte, Gattaca es un debate constante sobre lo condicionados que podemos estar por nuestros genes. ¿Es nuestra personalidad fruto 100% del ADN? ¿Las probabilidades nos deben limitar como seres humanos? En ese sentido, es similar a la problemática que planteaba Minority Report al encarcelar a los presos antes de que estos hubieran cometido un crimen, por lo que, seguramente, estemos reflexionando constantemente sobre ello durante toda las casi 2 horas que dura.
Sin embargo, esto no pareció preocupar a la gente de la década de los noventa, puesto que parte de la campaña de marketing de la película consistió en hacer anuncios para que la gente llamara buscando modificar a sus hijos genéticamente. Miles y miles de personas llamaron pensando que eran verdad. Por aquel entonces, la película también fue considerada como la cinta de ciencia ficción más precisa jamás realizada, aunque podemos estar seguros de que ya no es así. A lo mejor esto os hace pensar que estamos ante una cinta densa pero, como os decía antes, nada más lejos de la realidad. Por suerte, sabe cómo acercar los conceptos al público de forma sencilla y entendible.
A Ethan Hawke también se le sumaron otras estrellas de la talla de Uma Thurman, o Jude Law, encontrando unas actuaciones de lo más convincentes y emotivas. Como curiosidad, fue de esta película de la que surgió el matrimonio entre los dos primeros, fruto del cual nació la también actriz, Maya Hawke, a la que conocemos por su papel en Stranger Things.
Así pues, ahora que tenemos ocasión de acceder a Gattaca a través de Filmin, no es una mala ocasión para echarle un vistazo, más aún cuando nos encontramos en un momento en que su contexto ya no parece tan lejano como en 1997. Además, si nos fijamos, también podremos encontrar toda clase de referencias a la ciencia, desde el propio nombre de la película, el cual hace alusión a los nucleótidos del ADN. El resto de referencias os dejo que las encontréis vosotros.