Poder hacer realidad la película de tus sueños no es algo de lo que todos los directores puedan presumir, más si hablamos de superproducciones como la que hoy nos ocupa. Pero cuando diriges una de las trilogías cinematográficas más exitosas y más importantes de todos los tiempos, el cielo es el límite. Esto fue lo que pasó en 2005 con Peter Jackson, que aprovechó todo el crédito ganado con El Señor de los Anillos para cumplir un deseo, rodar algo como King Kong.
Y vaya sí lo hizo, el cineasta neozelandés firmó el mejor remake que podíamos imaginar de un clásico del cine de aventuras y monstruos, regalándonos por el camino tres de las mejoras horas del género que hemos podido disfrutar en el siglo XXI. Pero llegar hasta aquí, como decíamos, no fue fácil. Peter Jackson quiso rodarla a mediados de los 90, pero su fama no era tan grande por aquel entonces como para que en Hollywood quisieran financiarle un proyecto tan ambicioso.
Aunque claro, no todo fueron problemas presupuestarios. A mediados de la década de 1990, quizás impulsado por el éxito de Parque Jurásico, se rodaron otras producciones que tenían a criaturas descomunales como protagonistas. Ahí tuvimos, por ejemplo, Godzilla de Roland Emmerich, que quizás provocó cierto sentimiento de sobreexplotación del género en cines. Por si fuera poco, La Tierra Media empezó a llamar a las puertas de Jackson y el director tuvo que dejar de lado cualquier otro proyecto pacer poder filmar estas tres obras maestras.
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La película favorita del director
Pero el director de Mortal Engines siempre había soñado con meterse en esta aventura, por lo que cuando El Retorno del Rey llegó a cines y Universal le llamó para retomar la idea de hacer un remake de King Kong, no se lo pensó más: "Vi la primera película de Kong con 9 años en TV. El impacto fue tal que decidí en el acto convertirme en director. Me dije a mí mismo: 'Quiero hacer películas, quiero poder hacer películas como King Kong'". No mentía, tras verla cogió un poco de plastilina, se hizo un brontosaurio y con una Super 8 de sus padres trató de crear una película de animación con dinosaurios y un Kong hecho de alambre y caucho. Su obsesión por este clásico de 1933 no había hecho más que empezar.
Años más tarde, desde Universal Pictures supieron de esta pasión del director por la obra de Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack y le ofrecieron hacer un remake. Jackson dudó, pero el miedo a que otro pudiera adelantarse y destrozar algo que le gustaba tanto le hizo recapacitar y aceptar el encargo. Como decíamos antes, el proyectó tardó años en obtener luz verde, entre otras cosas porque acabó siendo muy costoso: 207 millones de dólares de presupuesto. Pero valieron la pena. Además, Universal pudo recuperar su inversión en taquilla.
Dónde ver King Kong en televisión
King Kong puede disfrutarse desde SkyShowtime, y narra una historia ambientada en tiempos de la Gran Depresión donde, durante la grabación de una película en la fatídica isla Skull, una actriz es raptada por un simio gigante. El film es bastante largo, 187 minutos de metraje, pero como os decimos es posiblemente el mejor trabajo de Peter Jackson fuera de la Tierra Media con una enorme diferencia. Hay un montaje extendido, por cierto, pero no se puede ver por plataformas.
La película del cineasta neozelandés no es el único remake que ha tenido King Kong. Sin mencionar la reciente y estupenda Kong: Skull Island, podemos citar un film estrenado en 1973 con Jeff Bridges y Jessica Lange en el reparto que puedes ver hoy, 8 de agosto, a partir de las 22:19 (hora peninsular) por Be Mad. No logró críticas muy positivas, pero los fans de la criatura seguro que la aprecian.
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