La respuesta a esta pregunta no es fácil. No hay duda de que si tienes una licencia tan jugosa como la del universo de Canción de Hielo y Fuego puedes conseguir la atención mediática necesaria, pero también aceptas cumplir con una serie de "normas" que no se adaptan tan bien a nuestro medio, y por lo que es tan difícil traer esta licencia a los videojuegos.
Lo hemos visto con los juegos que han salido desde que comenzó Juego de Tronos, la serie original. Muchos de ellos han sido para móviles, mientras que los que más nos tocan de cerca han tenido un recibimiento muy frío. Juego de Tronos, la obra de Cyanide, por ejemplo, fue un burdo intento de hacer un RPG apresurado y sin mucha finura y carisma.
El reto de llevar Juego de tronos al videojuego
Ese es uno de los problemas: Juego de Tronos no te lo pone fácil. No es un universo como el de la saga de Geralt de Rivia, que partía de una base sólida para el videojuego: un lugar de fantasía poblado por monstruos y con un concepto de magia muy amplio. Esto permitió a CD Projekt RED especialmente con The Witcher III tener el mejor lienzo en blanco, ya que podían poblar todas las zonas de monstruos, suministrar hechizos (señales) y pociones alquímicas a Geralt mientras que otros personajes mágicos se utilizaban como potenciales tramas narrativas. No cayeron en la tentación de darle al brujo un repertorio de hechizos que rompiera la construcción de su mundo y que pareciera más un mago que un brujo.
En el universo de Canción de Hielo y Fuego, en cambio, no hace más que ponerte la zancadilla para hacer un RPG. No puedes poblar el mundo de monstruos porque no los hay. La magia es escasa, crepuscular y apenas la comprenden los personajes. Y si quieres optar al menos por utilizar a los caminantes blancos, los gigantes, y los pueblos salvajes del norte, tienes que hacer todo un mundo helado, sin variedad de biomas, para retratar cómo es la zona más allá del muro.
Otra aproximación interesante fue Game of Thrones: A Telltale Game Series, utilizando su fórmula aventurera para crear una trama de conspiraciones políticas y familiares. Es sin duda una forma de ver el mundo que se ajusta más a una serie de libros y capítulos donde lo que abunda es el diálogo y el tratamiento psicológico de los personajes. Lo que pasa es que llegó en un mal momento, cuando Telltale se había convertido un poco en una factoría de sacar juegos demasiado similares, menos inspirados narrativamente y sin invertir mucho en mejorar mecánicas y motor gráfico.
Si se quieren trasladar los conflictos bélicos que vemos representados en las hojas y en la pantalla, creo que lo mejor sería acercarse al género de la estrategia
Aun así, creo que la fórmula de la aventura se adhiere mejor a esta licencia que la de la acción. Y ese es el principal problema en un medio donde los sistemas de combate pueblan prácticamente el 99% de las superproducciones. Si se quieren trasladar los conflictos bélicos que vemos representados en las hojas y en la pantalla, creo que lo mejor sería acercarse al género de la estrategia: Un RTS en el que mover nuestros ejércitos a gran escala sería interesante. Pero quizá la mejor fórmula sería la de Crusader Kings. Ya hay mucha gente que se ha dado cuenta de que sus partidas y las consecuencias tan brutales que se pueden dar parecen un capítulo de Juego de Tronos o La Casa del Dragón.
Imagen de Lair
Estrategia, aventuras y Juego de Tronos
Y hablando de dragones... ¿Es que acaso estas bestias legendarias no serían lo suficientemente atractivas para crear un juego por sí mismo? Sin duda. No uno del marco temporal de Juego de Tronos, pues ahí solo existen los tres dragones de Daenerys y tampoco son protagonistas de muchas gestas. En cambio, la histórica Danza de Dragones que se dio lugar en el pasado y que veremos en La Casa del Dragón es un mejor marco para un videojuego. Pero, ¿qué tipo de videojuego? Tener dragones no te asegura un éxito. Si no, que se lo digan a Lair.
Por todo ello, veo difícil que algún estudio sea capaz de trasladar esos principios de la marca a un videojuego dirigido al gran público. Curiosamente, veo más futuro en una obra menos ambiciosa o de carácter independiente que juegue con las ambigüedades morales de sus protagonistas, las elecciones a la hora de depositar tu confianza en otras casas (y las posibles traiciones) y, como máximo, lidiar con las amenazas desde la mesa de guerra más que desde el propio campo de batalla. Quizá sea cosa mía, pero si el pilar central del juego es la acción y la subida de niveles y de estadísticas, puede que salga un buen videojuego, pero no sé si será muy fiel a su universo.
Ver 10 comentarios