Las semanas pasan y la vida para el usuario habitual de Netflix parece no haber cambiado en absoluto: el que no se ha dado de baja sigue compartiendo su cuenta por mucha advertencia que desde la plataforma le envíen para pasar por caja. Y las pocas restricciones que pudiera haber, por si fuera poco, se pueden solventar a través de artimañas muy sencillas de seguir por cualquiera.
En concreto, se está recurriendo a dos métodos. El primero, explican los compañeros de Applesfera, se acomete mediante el uso de un servicio VPN. Gracias a estas herramientas, los usuarios pueden enmascarar su posición real (aunque la geolocalización no parece que esté yendo del todo bien tampoco en Netflix) e incluso llegar a parecer que son residentes del suscriptor.
Las VPN enmascaran la IP y dan al internauta más seguridad y privacidad en su conexión. Pero no solo eso. Los usuarios pueden cambiar su ubicación, sea para hacer frente a las restricciones de Netflix o para ver contenidos de la plataforma de otros países. También servía a algunos para aprovechar precios más baratos de determinados videojuegos de Steam, práctica que ya vigila Valve.
Móviles, sin restricciones de uso de cuentas
No obstante, el método más sencillo de usar para evitar sustos con bloqueos de pantallas de Netflix tiene que ver con un dispositivo móvil. La plataforma ha sido bastante blanda en este tema buscando garantizar que cada suscriptor pueda seguir disfrutando de sus contenidos mientras está de viaje o va al trabajo, una letra pequeña que se está aprovechando. De este modo, basta con enviar la señal de Netflix al televisor a través de Miracast o AirPlay, en el caso del iPhone, y seguir disfrutando una calidad del servicio en una calidad de imagen adecuada.
Es posible que conforme pasen los meses Netflix se vuelva más exigente también con "estos aparatos más portátiles". Sin ir más lejos, una actualización del Centro de ayuda disponible en algunos países se hablaba de tener que conectarse por la red Wi-Fi de la ubicación principal una vez al mes, lo que sería un problema para quienes comparten cuenta pero no viven en una misma ciudad.
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