Me he topado por casualidad con una anécdota de Russell Crowe durante el rodaje de Hechizo en la Ruta Maya (Rough Magic), y ahora no puedo dormir. Si ya tenía una especial aversión por las arañas, esta historia del actor me ha puesto los pelos de punta.
Extraña compañera de rodaje
Crowe ha compartido en varias ocasiones, como en su entrevista con Joe Rogan, su experiencia con una inquietante compañera de reparto: una tarántula que, según él, le "jodió" el cuello. La escena en cuestión es digna de una película de terror. Crowe tenía que rodar un momento en el que la tarántula debía introducirse en su boca. Aunque la primera toma parecía haber salido bien, el director Clare Peploe decidió que debían repetirla. Así fue como el actor australiano se vio en la necesidad de enfrentarse a su temida compañera de reparto no una, sino nueve veces. Crowe lo cuenta como si tal cosa, pero no creo que sea una experiencia especialmente agradable.
"¿Poder ordeñar el qué?"
Peploe, consciente de las dificultades de la escena para cualquier actor, intentó tranquilizarlo explicándole que el veneno de la tarántula había sido "ordeñado" antes del rodaje, para asegurar su seguridad. Sin embargo, durante una charla casual con el cuidador de la tarántula,este le explicó que eso no era cierto. "En ese momento, la que era mi única red de seguridad… puff… Desapareció". Imaginad la situación: una tarántula de tamaño considerable (más grande que la mano del actor) corriendo por su pecho y luego subiendo hacia su boca para meterse en ella.
Lo que realmente inquietó a Crowe ocurrió durante una de las tomas. En un momento dado, la araña se detuvo en su cuello y comenzó a estirar sus patas, como si estuviera tratando de agarrarlo. Finalmente, la escena se completó sin mayores contratiempos, pero al día siguiente, Crowe se despertó con un sarpullido en el pecho y el cuello. El actor acudió al médico y recibió la sorprendente noticia. Según el diagnóstico, el cuerpo de la tarántula está cubierto de unos pelos muy pequeños y venenosos que pueden introducirse a través de los poros de la piel. Así que, sí, Russell Crowe tenía veneno en todo su cuerpo, aunque, afortunadamente, no corría ningún peligro. Su recuperación fue rápida, y la anécdota se convirtió en un episodio más en su carrera.
"Estoy seguro de que soy el único ganador del Oscar al que ha jodido una tarántula en el cuello". Con esta frase, el actor no solo se ríe de su experiencia, sino que también nos deja una lección: a veces, las situaciones más extrañas pueden convertirse en las mejores anécdotas de nuestra vida. Así que, por si alguna vez os da por pensar que vuestra jornada laboral está resultando dura, recordad al bueno de Crowe y su tarántula en la boca. Nueve veces.
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