Decía hace unos meses, hablando sobre un capítulo de The Walking Dead: Daryl Dixon, que uno de mis momentos favoritos en una ficción posapocalíptica es el minuto cero, el momento en el que sus inquilinos descubren que el mundo se está yendo "al carajo". Ejemplos hay muchos, por ejemplo ese primer episodio de The Last of Us para HBO, pero hoy os quiero hablar de un thriller que acaba de estrenarse en Netflix tan inquietante que quizás te quite el sueño de un golpe.
Con Barack y Michelle Obama de productores, Dejar el mundo atrás es una película de suspense y muy poca acción dirigida por Sam Esmail, más conocido por ser el guionista y creador de esa pequeña maravilla que fue Mr. Robot, que busca retratar cómo un par de familias bien acomodadas en pleno 2023 enfrentarían un momento de caos en un país como EE.UU., desconectados totalmente del mismo, en una lujosa casa a varios kilómetros de Nueva York.
El miedo a no saber nada
Todo empieza con una caída en la red. La pequeña de una de las familias se ha quedado sin ver un capítulo de Friends. Pero no importa, es momento para relajarse, alejarse de todas nuestras rutinas. Además, puede que haya mala cobertura. Todo se desarrolla con tranquilidad cuando en mitad de la noche, el dueño de de la "mansión" que han alquilado se presenta en el lugar con su hija buscando refugio. Al parecer ha habido un apagón en la gran ciudad. La televisión tampoco funciona, sale un pantallazo azul de alerta. ¿Qué estará pasando? ¿Un ciberataque? ¿Un atentado terrorista? ¿Algo aún más catastrófico?
La película dura cerca de dos horas y medias de metraje, pero si entras en su premisa se te pasarán en un plisplás
Esa falta de información total empieza por preocupar a sus protagonistas, y con ellos al espectador, creando un clima de paranoía compartida que se irá acrecentado con cada escena que nos muestren. No entraremos a profundizar. Ya podéis imaginaros el percal y cualquier otra cosa podría tomarse como un spoiler, pero sobra decir que esta es una historia de dos horas y 20 minutos de metraje. Tiempo suficiente para ver cómo cada uno de su personajes responde a la inquietud por no saber nada, por un posible "fin del mundo", o de la civilización, a su manera.
Así, estamos ante una historia íntima, sin llegar al nivel de films inolvidables como The Man from Earth, confinada en cuatro paredes y poco más, en la que vemos cómo varios personajes en apariencia muy normales intenta arreglárselas y saber qué diablos está pasando sin las comodidades de la tecnología. Todo ello, además, sin saber muy bien con quién están compartiendo casa.
Dejar el mundo atrás (Leave the World Behind) termina por ser una propuesta bastante refrescante que busca captar mejor que nunca ese pavor que tenemos como sociedad a lo que no podemos explicar, a la necesidad urgente de respuestas. Lo hace desde la desesperanza en un film que me recordó por momentos a El incidente, una película de terror y ciencia ficción apocalíptica de M. Night Shyamalan, que en algunos secuencias se puede hacer muy cuesta arriba y me hace avisaros de que quizás esta película no sea para todo el mundo.
Un reparto de grandes estrellas
Si entras de lleno en su propuesta, quizás te cueste luego conciliar el sueño, pero si no es posible que te termine por parecer soporífera. Pero independientemente de todo ello es justo decir que Dejar el mundo atrás es una película distinta que cuenta, además, con un reparto de grandes estrellas que garantiza su éxito en Netflix. Entre los cabezas de cartel tenemos a Mahershala Ali, Julia Roberts y Ethan Hawke. No esperes tampoco ver a muchos más personajes en la trama.
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