Los pájaros más famosos del mundo digital, los divertidos Angry Birds, regresan a los dispositivos iOS y Android con una propuesta que se aleja de su mecánica habitual para adaptarse a los puzles tipo match up. Analizamos lo que nos ofrece Angry Birds Blast.
No es que me considere el mayor seguidor de los Angry Birds del mundo, pero lo que es innegable es que estas criaturas de Rovio se han convertido en uno de los personajes más conocidos y queridos dentro del mundo de los videojuegos en general. ¡Todo el mundo los reconoce! Por eso mismo esta misma compañía sigue apostando por la popularidad de estos pájaros (y los indeseables cerdos), tratando de explotar todo lo posible su gallina de los huevos de oro.
No es la primera vez que Rovio se destapa con un spin off de su franquicia más consagrada. Y es que precisamente Angry Birds Blast es eso mismo, un spin off, el cual se basa en este caso en otro de los juegos más conocidos de todo el sector de juegos para móviles: Candy Crush.
De esta forma la mecánica de juego que adopta esta obra resulta tremendamente simple de explicar. En cada uno de los niveles debemos ir explotando globos de colores, siempre y cuando al menos dos de estas esferas de la misma tonalidad se encuentren pegadas. ¿Y para qué? Pues para dejar escapar a los pájaros que todos conocemos que se han quedado encerrados en su interior. Una mera excusa para disfrutar de un tipo de juego de puzles para nada original pero, a su vez, bastante entretenido… pero sin alardes.
Globos multicolores
A lo largo de un extenso mapeado debemos ir avanzando de nivel en nivel tratando de cumplir los objetivos que se nos van indicando, que normalmente tienen que ver con liberar a una cantidad determinada de personajes. Sin embargo no todo es tan sencillo. Y es que así de entrada disponemos de un número limitado de movimientos a realizar para cumplir con cada objetivo que se nos demanda en cada caso, lo cual complica bastante las cosas a medio plazo.
A esto se suma la presencia de los molestos cerdos, así como de ciertos obstáculos (madera, etc.) que nos van complicando las cosas a medida que progresamos. Por fortuna también podemos echar mano de ciertos potenciadores, los cuales es posible ir albergando y consiguiendo tanto a través de dinero real como demostrando nuestra habilidad. Sí, porque si realizamos combos interesantes y explotamos una cantidad determinada de globos a la vez, somos recompensados con distintos ítems como bombas, cohetes, etc.
La curva de dificultad está bien medida y si bien al comienzo todo resulta extremadamente sencillo y difícilmente desafiante, las cosas van complicándose mucho a medida que progresamos, siendo necesario o bien adquirir monedas para poder continuar jugando (y pasar por caja) o, como ya imaginaréis, armándonos de paciencia y dejando pasar un tiempo hasta poder volver a jugar. Es lo que tienen la mayoría de los free to play…
Por lo tanto se trata de una propuesta rematadamente sencilla pero, a su vez, amena. Rovio no se ha complicado nada esta vez a la hora de confeccionar su nueva obra basada en el mundo de Angry Birds, copiando (o adoptando, si lo preferís) los conceptos elementales de la saga Candy Crush. ¿Es esto algo malo necesariamente? Pues eso depende de cada uno. En mi opinión es cierto que este hecho le resta frescura y no le permite alcanzar una valoración más alta, pero tampoco es que sea el primero ni el último título en clonar los conceptos de juego básicos de otras obras.
En cuanto a su apartado técnico, como siempre sucede con los títulos de esta saga el juego muestra un acabado impecable. La definición de todos los objetos que aparecen en pantalla es notable, así como el colorido que desprende toda la aventura. Para ser un título de puzles, cumple con creces. Y la banda sonora no desentona, con melodías que no acaban cansando y efectos simples pero que cumplen su papel con dignidad.
Los pájaros más salados del mundo se adaptan para conformar un juego de puzles para nada original pero sí bastante divertido. Su simplicidad puede ser un arma de doble filo, pero sin duda aquellos que se encariñen de su concepto disfrutarán durante bastante tiempo de lo que nos ofrece el juego. Y no es poco: unos 250 niveles.
- Más de 250 niveles nos esperan
- Buena concepción técnica, muy colorida
- Es una copia muy descarada de los juegos tipo Candy Crush
- Algunos inconvenientes derivados de su esencia F2P
