Análisis de Mad World

Análisis de Mad World
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La violencia no tiene justificación, pero es que acabar con la telebasura de un mundo sumido en la locura es una idea demasiado tentadora. Y eso es precisamente lo que nos plantea MadWorld, la original y violenta propuesta de SEGA para que con una motosierra en mano acabemos con un morboso y macabro programa de televisión al que le importan poco unas muertes con tal de ganar audiencia.

Desde hoy ya podemos definir a Wii como la consola de las dos caras. Dulce, inocente y colorida en títulos como Wii Music o Animal Crossing. Adulta, sangrienta y realista en videojuegos como Dead Rising o The House of the Dead: Overkill.

La conferencia de Nintendo durante el pasado E3 nos dejó una imagen de Nintendo muy diferente a la que unos meses después mostraría. Los instrumentos de Miyamoto y el día de playa perfecto de Wii Sports Resort bien podrían haber sido acompañados en aquella ocasión por zombies, disparos, motosierras y litros de sangre. Sin embargo, los de Kyoto prefirieron seguir con el enaltecimiento mediático de su público ocasional, dejando que auténticas sangrías como MadWorld permanecieran en un segundo plano, en un lugar donde sólo los jugadores tradicionales pudieran detectarlo.

Agarrar, esquivar, cortar con la sierra, lanzar objetos o usarlos son tan sólo algunos de los movimientos que podemos desencadenar a través del movimiento del wiimote, del nunchuk y la presión de botones.
Agarrar, esquivar, cortar con la sierra, lanzar objetos o usarlos son tan sólo algunos de los movimientos que podemos desencadenar a través del movimiento del wiimote, del nunchuk y la presión de botones.

Apreciada desde la perspectiva actual, la estrategia fue brillante e inteligente. Las amputaciones, decapitaciones y explosiones globulares de la obra que estrena a Platinum Games como desarrolladora podrían haber dado lugar a un debate innecesario que, sin ir más lejos, ha dejado a los alemanes sin MadWorld. Y es que cuando un título crea controversia, debe de tener algo de especial. No ocultamos que es una verdadera orgía de violencia extrema (para mayores de 18 años), pero también un producto con un compendio de elementos que nos hacen hablar otra vez -y afortunadamente- de una obra de autor inteligente, con un trasfondo, una crítica y una gran jugabilidad. La última locura de SEGA y, con toda seguridad, la más sanguinaria de su historia, ya está aquí para manchar nuestras pantallas de rojo.

El mundo se ha vuelto loco
Planteada por los creadores de los maravillosos Okami y Viewtiful Joe, la historia de MadWorld es un ejercicio paródico que hiperboliza el poder e influencia de la televisión en nuestras vidas. El humor sátiro, negro y ridículo nos acompaña en cada muerte, en cada golpe, en cada fase y en cada una de las 8 horas que dura un programa de televisión del que nosotros somos los protagonistas.

Varrigan City es una ciudad en cuarentena. La urbe ha sido escogida para albergar los macabros juegos televisados de Death Watch y las reglas son muy sencillas: mata o muere. Para poner las cosas más complicadas, un virus ha sido inoculado a todos los habitantes y si quieren obtener una vacuna sólo deben de acabar con alguien. Sencillo para los más fuertes pero imposible para los más débiles. El mundo se ha vuelto loco y solamente alguien menos cuerdo que la media podía entrar en la acción para acabar con este disparatado programa de televisión que está batiendo audiencias.

Motosierra en mano, Jack "a secas" es el personaje encargado de llegar hasta el final de este dantesco espectáculo de masas. A su lado, nosotros, que le dirigiremos desde una perspectiva en tercera persona a través de cinco mundos y catorce niveles de recorrido lineal. Por el camino, una gran variedad de ejecuciones y un amplio repertorio de escenarios a descubrir, como un siniestro castillo, un barrio asiático o la libre interpretación del mismísimo Área 66. Todo ello rodeado de litros de sangre, mucha acción y un estilo arcade tan sumamente remarcado que disminuye drásticamente el interés rejugable del videojuego.

Premio a la muerte más espectacular
Cada nivel dispone de un límite de 30 minutos, un período de tiempo en el que nuestro cometido es muy sencillo: ganar puntos con las muertes que consigamos. Ahora bien, y como diría cierta película, aquí la muerte tiene un precio, el cual depende directamente de su espectacularidad. No es lo mismo clavar un poste en la cabeza de un rival, ponerle a continuación un neumático como flotador y acomodarle con el conjunto de moda en un terrorífico pincho mortal, que simplemente arrojarlo a las vías del tren para que el conductor de la locomotora se ocupe del trabajo sucio.

Los eventos "quick time" son la tónica habitual de un videojuego donde el binomio wiimote-nunchuk cobra un gran interés. Pocos videojuegos logran usar con tanto acierto los controles de Wii.
Los eventos "quick time" son la tónica habitual de un videojuego donde el binomio wiimote-nunchuk cobra un gran interés. Pocos videojuegos logran usar con tanto acierto los controles de Wii.

Tampoco tiene la misma recompensa golpear con un bate a varios adversarios y arrojarlos a unos contenedores-guillotina de viscerales consecuencias, que empujarlos hasta una hélice trituradora que provoca desmembramientos impactantes pero escasamente rentables.

Podríamos decir que aquí se valora la originalidad a la hora de matar. A homicidios más complejos, más puntos para nuestro casillero, con lo que habrá que tener en cuenta el enorme catálogo de ejecuciones que MadWorld pone a nuestra disposición: ataques con bidones, empalamientos, ahogamientos, electrocuciones, gongazos, suministro de cohetes por vía oral, incrustación de candelabros, calabazazos, quemaduras, catapultas, congelamientos, decapitaciones, rompespaldas... En resumen, una guía imprescindible para dar nuevos usos a un simple palo de golf o para aprender a usar unas mortíferas cuchillas. Lo reitera a lo largo de la historia, pero ya os puede quedar claro que Jack no está en Varrigan City precisamente para ayudar, sino para matar.

Sádica originalidad
La violencia engendra violencia y esa es una de las máximas en MadWorld. Cuantos más enemigos humillemos, mayores retos se abrirán ante nuestros ojos. Un autobús con pinchos en la carrocería o un bate de clavos serán algunos de los premios por la insistencia de nuestros continuados y contundentes golpes. Una experiencia que encuentra en los eventos Blood Bath un momento ideal para propiciar un pequeño descanso, constituido por unos satíricos minijuegos que plantean el uso de dardos humanos, la práctica de golf con cabezas enemigas o meter a los rivales en unos cohetes-cubo que estallarán por los aires creando unos sangrientos fuegos artificiales.

MadWorld hace realidad nuestras ideas más macabras, y todo con humor satírico. Se pueden hacer muchas cosas con un palo de golf, una señal de tráfico o un neumático.
MadWorld hace realidad nuestras ideas más macabras, y todo con humor satírico. Se pueden hacer muchas cosas con un palo de golf, una señal de tráfico o un neumático.

Platinum Games ha demostrado una gran originalidad a la hora de dar lugar a situaciones ridículamente divertidas, las cuales alcanzan su clímax en las batallas de final de nivel, con la presencia de rivales tan disparatados como un motorista loco, un enorme Frankestein, una voluptuosa vampira o un robot homicida. Todos, por supuesto, con sus específicos puntos débiles a explotar para avanzar en un videojuego donde, como Travis Touchdown (No More Heroes), el principal objetivo es convertir a Jack en el asesino número uno del programa de televisión Death Watch.

Sorpresas y variedad son, por tanto, elementos indiscutibles de una peculiar y atípica aventura de acción donde no faltan las fases de conducción. En MadWorld, se nos propone subirnos a una moto de gran cilindrada -al menos- en dos ocasiones para seguir sumando puntos destrozando a enemigos mediante embestidas, el poder de la motosierra o la fuerza de nuestros brazos para sacar a los conductores de sus habitáculos y lanzarlos posteriormente contra el asfalto. Es todo un espectáculo ver a Jack en acción.

Blanco y negro bañados en sangre
Y es que MadWorld es en realidad un espectáculo lascivo, prohibitivo, demasiado suculento para ignorarlo. Sin quererlo, acabamos siendo espectadores que tienen el don de la interactividad. Formamos parte de esta especie de lucha de gladiadores del siglo XXI televisada y por ello Platinum Games no ha dudado en aportar sólo los elementos propios de una retransmisión, sino también las bases sustentadoras de una estética única, innovadora y rescatada directamente del mundo del cómic.

Sin City, de Frank Miller, ha sido la fuente de la que ha bebido directamente MadWorld. Un surtidor de tonalidades blancas y negras que sólo son bañadas por un color, el de la sangre, creando un contraste entre vida y muerte, entre acción y reacción. La impresión es la de estar viendo un cómic en movimiento, con sus onomatopeyas, con sus personajes y con una cierta profundidad argumental. Detrás de los restos de cuerpos y de la brutalidad de las ejecuciones se esconde un talento artístico capaz de lo más difícil: disimular las carencias tecnológicas del hardware de Wii.

¿Problemas para seguir a tu objetivo? MadWorld incorpora un sistema de fijación que recolocará automáticamente la cámara para que nunca perdamos de vista a nuestro adversario. Una ayuda imprescindible.
¿Problemas para seguir a tu objetivo? MadWorld incorpora un sistema de fijación que recolocará automáticamente la cámara para que nunca perdamos de vista a nuestro adversario. Una ayuda imprescindible.

En videojuegos como MadWorld no se echa en falta la necesidad de más enemigos en pantalla, de mejores texturas, de mayor profundidad en los escenarios o de un potente filtro "antialiasing". El blanco y el negro lo disimula todo, consiguiendo un "frame rate" estable, una apariencia sólida, unas animaciones fluidas y, sobre todo, una auténtica sensación de estar jugando a algo insólito, novedoso y hasta cierto punto revolucionario. El mayor acierto de los "ex" de Clover Studio no reside en una utilización desmedida de la violencia, sino en su integración dentro de un videojuego coherente y excelentemente terminado en todas sus facetas.

Fin de la programación
Evidentemente, esto incluye al apartado sonoro. Cerca de una veintena de composiciones con mucho ritmo nos acompañan en este particular "show" televisivo, aunque aún más inmersivos son los comentaristas, que hablan en castellano e ilustran verbalmente nuestras acciones utilizando una jerga actual que no repara en un uso políticamente correcto del lenguaje. Las carcajadas o, al menos, las sonrisas picaronas, están garantizadas en un videojuego con continuos guiños al usuario.

Jack, XIII (cuyo nombre parece recogido del título de un famoso cómic) y el resto de protagonistas hablan en inglés, aunque con una interpretación tan sumamente lograda que no nos importará leer los subtítulos en español. El trabajo de SEGA en la localización alcanza las cotas de excelencia de un producto ideado, de principio a fin, para sorprender gratamente a los usuarios ávidos de emociones fuertes en Wii.

Un modo multijugador para dos jugadores basado en 12 minijuegos y un modo de dificultad adicional proporcionado una vez completado el videojuego son algunos de los añadidos para aumentar la duración del título.
Un modo multijugador para dos jugadores basado en 12 minijuegos y un modo de dificultad adicional proporcionado una vez completado el videojuego son algunos de los añadidos para aumentar la duración del título.

Precisamente, para ellos es este título. Una recompensa por haber confiado en la que aparentemente era la máquina menos adulta de las actuales, pero que ha logrado demostrar, contra todo pronóstico, que es capaz de las más inconcebibles genialidades. Sin mucho temor a equivocarnos, podríamos sentenciar que MadWorld es uno de los videojuegos más violentos de la actual generación, pero no sólo eso, sino que también es una de las obras más inteligentemente desarrolladas. Es visceralmente divertido, artísticamente innovador, sonoramente atrevido y humorísticamente crítico. Nos invita a cambiar de canal y a acabar con la telebasura a través de un nuevo mando a distancia: el wiimote. Incluso, desde esa perspectiva, la violencia exhibida podría estar un poco más justificada...

Magnífico

Obra maestra

Mad World

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

La televisión critica continuamente a los videojuegos, pero MadWorld literalmente destroza, humilla y condena a lo peor de la televisión. Violencia con sentido en un videojuego completo en todas sus facetas y que logra demostrar que títulos adultos e interesantes para Wii son posibles. No sólo es una de las obras de autor más visceralmente impactantes que hemos recibido, sino también la potente entrada de Platinum Games en el mercado del ocio electrónico.

Comprar Mad World
Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en ingles y español
Duración:
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