Coincidiendo con el caluroso verano, Microsoft Game Studios y Vector Unit nos traen una refrescante versión del clásico Hydro Thunder. Una revisión con toda la jugabilidad de siempre pero con nuevas características que se benefician de los nuevos avances de la actual generación.
Echando la vista atrás recordaremos Hydro Thunder, un juego de naves sobre agua que hizo las delicias de los jugadores gracias a su vertiginosa acción y la depurada y sencilla jugabilidad que, con pocos botones, nos permitía hacer auténticas virguerías en espectaculares circuitos. Fue tanto el éxito de esta máquina arcade, que poco después fue llevada a Dreamcast, siendo uno de los juegos que acompañaron los primeros pasos de la sobremesa de SEGA. En todo caso tanto los usuarios de Sony como los de Nintendo también recibieron una versión del original juego para PlayStation y Nintendo 64, plataformas que estaban en el final de sus respectivos ciclos.
Para esta nueva versión que reciben los poseedores de una Xbox 360, se ha optado por mantener aquella jugabilidad pero potenciada con unos aspectos visuales que, sin explotar las capacidades del sistema, sí que funcionan a la perfección con la filosofía impuesta en esta serie.
La clave del turbo
Como era habitual en el clásico, sólo necesitaremos tres botones para jugar. Uno de ellos es el acelerador, otro el freno y por último el turbo. Especialmente importante es éste último porque es la piedra preciosa de nuestra conducción y paso fundamental para conseguir ganar las carreras. A lo largo de los circuitos nos encontraremos con una serie de bidones azules o rojos que personifican los mencionados turbos. El hecho de recogerlos hará rellenar nuestra barra de turbo en mayor o menor medida dependiendo del color del bidón. Una vez que hayamos recogido un turbo, la lancha transformará sus motores y nos permitirá accionar con el botón A el nuevo impulso.
Además de ser usado para adelantar, nos va a servir para usar el llamado turbosalto con el botón X, ideal para saltar sobre otras naves, sortear obstáculos, recoger otros potenciadores y hacernos con valiosos objetos en carrera. Una vez que sepamos la localización de cada turbo en los circuitos tendremos media carrera ganada, ya que los más expertos podrán mantener el dedo en el acelerador durante toda la carrera.
Más que un diseño sobre agua
En lo que respecta a las lanchas tendremos una variedad diferenciada por su aspecto y su comportamiento sobre el agua. Si acabamos de comenzar el juego sólo podremos acceder a las lanchas de clase novato, que son de velocidad media y de gran manejo. Un poco más tarde se nos desbloquearán las de clase profesional, que guardan un buen equilibrio entre velocidad y control. Aunque sin duda los veteranos podrán sumarse a las rapidísimas –aunque difíciles de controlar- lanchas de máximo nivel, que además guardan un diseño de lo más sorprendente.
Todas estas lanchas se pueden dividir en nuevos tipos según el casco que posean. Así tendremos las de fondo plano que se deslizan realmente bien por el agua; las de varios cascos que se agarran mejor a la superficie del agua; o bien las de casco en V, que guardan un equilibrio entre potencia y control. Encontrar la lancha adecuada a nuestras preferencias y que además se adapte bien a cada tipo de circuitos no es nada fácil.
El oleaje es otro punto a tener muy en cuenta, puesto que nos puede perjudicar o llevar hasta la victoria según como lo afrontemos. Si tomamos bien una ola conseguiremos un pequeño salto que nos ayudará a sortear ciertos obstáculos o corredores, saliendo además con buena velocidad. En el caso contrario nos puede retrasar o incluso ocasionar que nuestra lancha se destruya. Si nuestra nave explota, bastante habitual si vamos a toda velocidad y nos topamos de frente con una parte del escenario, tendremos que dar al botón señalado para volver al circuito sin apenas pérdida de tiempo.
Circuitos repletos de eventos y modalidades para todos los usuarios
Los 8 circuitos de los que hace gala el juego son muy espectaculares, repletos de atajos, secretos y suficientemente largos como para necesitar decenas de vueltas para aprendérselos.
Los hay de ingente variedad, desde un lago industrial, hasta un escenario vikingo lleno de seres de la mitología nórdica, pasando por una isla repleta de monstruos, circuitos al más puro estilo competición, cloacas de grandes urbes u otras de cierto sabor oriental. En estos circuitos irán sucediendo eventos que variarán el desarrollo de la carrera, no encontrando dos vueltas iguales. Además podemos recoger objetos del escenario para activar caminos alternativos sin que la máquina se digne mucho a copiarnos.
Aclarar que la IA de la CPU es meramente arcade, con lo que apenas tomarán decisiones ni se adelantarán entre ellos; simplemente estarán ahí intentando molestar con su presencia.
Tras un paso por las lanchas, el control y los circuitos, nos quedan los modos de juego. En la vertiente para un solo jugador tenemos cuatro modos: El carrera, Maestro de aros, Desafío y Competición. En el modo Carrera empezaremos en el último lugar para tener que remontar 15 posiciones intentando llegar entre los tres primeros a meta. El segundo modo nos invita a recorrer un circuito pasando por unos aros intentando no saltarnos ninguno para no penalizar, hecho que se ve reflejado en nuestro tiempo y en nuestra barra de turbo. El modo Desafio es una contrarreloj muy particular, pues nos sitúa en el mismo circuito pero repleto de bidones explosivos que si los tocamos lanzará nuestra lancha por los aires. Para finalizar tenemos el modo Campeonato que nos lleva a través de varias pruebas y mediante puntos, para intentar ser el más regular durante el campeonato.
En general, la posición y el tiempo que hagamos en cualquiera de los modos descritos nos proporcionará una serie de créditos canjeables de forma automática por nuevas lanchas, circuitos, diseños y más añadidos.
También tenemos un modo multijugador muy interesante que se compone de 3 modalidades. Uno de ellos es la carrera modo libre, donde hasta 8 usuarios pueden enfrascarse en carreras para ver quién es más ágil con la lancha. Otro modo realmente curioso es el Rubber Ducky, con dos equipos y con un pato en cada uno de ellos. La cuestión es intentar que el pato de nuestro equipo cruce la meta antes que el del equipo contrario intentando incordiar a los demás jugadores. El último modo nos oferta juego local con hasta cuatro jugadores en distintos circuitos. Para los amantes de las estadísticas tenemos también el clásico Marcador para comparar tiempos con otros corredores del globo.
Al ser un juego para plataforma digital luce, en general, muy bien, con una convincente física del agua aunque con menos vida de la esperada. Por otra parte los circuitos están repletos de detalles y caminos alternativos que potencian su variedad. Estos detalles suelen afectar positivamente a la jugabilidad, encontrándonos con lanchas de policía o barcos pesqueros en nuestro camino, o incluso gigantes en medio del mar que no dudarán en lanzar sus armas contra nosotros. Sin embargo el juego escasea de variedad en la IA, y hubiera quedado fenomenal incluir ciertos objetos de ataque, defensa o distintos potenciadores para hacer la experiencia de carrera mucho más interesante.
A cambio de 1.200 Microsoft Points tenemos un juego notable, divertido, directo y que reúne las características del clásico adaptadas a esta generación. A pesar de que ocho circuitos pueden parecer pocos, su variedad y las alternativas de cada uno desembocan en carreras muy variadas. A esto le sumamos un buen número de modos de juego para varios jugadores y obtenemos un videojuego muy completo al que únicamente se le podría exigir una mayor variedad en la IA de los contrarios y distintos ítems para hacer las carreras mucho más atrayentes.
