Análisis de Dragon Ball Raging Blast 2

Análisis de Dragon Ball Raging Blast 2
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Un año después de Dragon Ball: Raging Blast, los fans de Goku y compañía reciben nuevo videojuego. Más personajes, nuevos escenarios, modos de juego inéditos y hasta un OVA basado en la serie son las técnicas de Spike para mantener fuerte el aura de los fieles seguidores de Akira Toriyama. Pero, ¿habrá sido suficiente esta onda vital de novedades para que Goku abra definitivamente la puerta de la alta definición?

Seguramente, muchos fans ni esperaban ni tampoco deseaban que a Goku y sus amigos se les acabara atragantando tanto la entrada en la alta definición. Pero ha ocurrido, y Namco Bandai, junto a las desarrolladoras Dimps y Spike arrastran tal vez los peores resultados de su historia en lo referente a los videojuegos de lucha de Dragon Ball.

Dragon Ball: Burst Limit (2008) fue el primer acercamiento y, por ello, pensamos que podría ser un primer y tímido paso hacia algo mejor. Sin embargo, Dragon Ball: Raging Blast (2009) ya vino para hacer que nos preocupáramos de verdad. Su 5,7 de media en Metacritic es el mejor ejemplo de ello, uno que nos hacía ver que, a pesar de contar con un decente modo historia, este título no alcanzaba ni de lejos a lo que fue en su día la serie Budokai. Fallos graves en la cámara, un repertorio de luchadores insuficiente e involución en el terreno tecnológico, aparte de una ausencia clamorosa de factores innovadores, llevaron a los fans a pensar que algo fallaba.

Ahora, un año después, las esperanzas vuelven a brillar como una onda vital para intentar compensar los errores del pasado. Aunque... ¿habrá mejorado Dragon Blast: Raging Blast 2 sustancialmente con respecto a su predecesor? La respuesta es muy sencilla: en términos generales, no. De hecho, se ha retrocedido en muchos aspectos, y estamos obligados a decir algo muy importante desde el primer momento. En efecto, lo nuevo de los japoneses de Spike omite por completo el modo historia tan tradicional en la saga de videojuegos de pelea basada en el manganime de Akira Toriyama. Una gran ausencia que, como veremos, tampoco se ha sabido compensar.

90 personajes sin una historia que contar
Dragon Ball: Raging Blast 2 arranca con la premisa de ofrecer más personajes (cerca de 90, sin incluir sus respectivas transformaciones), entre los cuales se incluyen Zangya, Nail, Paikuhan, Cell Jr. u otros absolutamente inéditos en cualquier juego basado en el manganime, como Doore, Neiz, Tarble, Hatchiyack y los androides número 14 y 15.

Goku y Freezer nos dieron algunos de los momentos más épicos de la serie Dragon Ball. No obstante, en Raging Blast 2 no estarán reflejados, ya que el videojuego carece de modo historia.
Goku y Freezer nos dieron algunos de los momentos más épicos de la serie Dragon Ball. No obstante, en Raging Blast 2 no estarán reflejados, ya que el videojuego carece de modo historia.

Incorporaciones a las que se suman unos cuantos escenarios hasta sobrepasar la docena, pero que resultan insuficientes para completar una experiencia de juego tan irregular durante las batallas como en lo referente a modos de juego, y eso que también se prometía que esta secuela iba a mejorar en jugabilidad. Nada más lejos de la realidad.

La mayor prueba para demostrarlo la tenemos en Modo Galaxia, que se presenta como el más importante reclamo para hacernos jugar con esta segunda entrega. ¿Su meta? Obligarnos a superar una serie predefinida de batallas sorteando algunas condiciones (la mayor parte desfavorables) como que nuestra salud se consuma, que el enemigo se fortalezca con el paso del tiempo, que la dificultad se incremente durante los mismos combates, que exista un límite de segundos para vencer, que luchemos contra un rival potenciado... Por variedad no será, aunque no podemos ocultar que la frustración llega pronto, sobre todo cuando nos damos cuenta de que no existe un hilo conductor más allá de que, según el personaje que escojamos, nos tocará un determinado repertorio de contrincantes (aunque sin respetar necesariamente lo que ocurre en la serie).

He aquí Hatchiyack, uno de los personajes exclusivos de esta edición de Dragon Ball, que se suma a los más de 90 personajes incluidos, un número abrumador, pero que no es suficiente para lograr un buen videojuego.
He aquí Hatchiyack, uno de los personajes exclusivos de esta edición de Dragon Ball, que se suma a los más de 90 personajes incluidos, un número abrumador, pero que no es suficiente para lograr un buen videojuego.

Entrenar, mejorar y combatir
Por suerte, el videojuego nos premia cada dos por tres con nuevos personajes, movimientos, transformaciones, trajes y objetos, algo muy de agradecer sobre todo teniendo en cuenta que el resto de modos de juego disponibles no aportan nada original a la experiencia jugable. Zona de batalla, por ejemplo, nos propone la aséptica idea de derrotar uno a uno a los guerreros que defienden varios dominios, tras los que se nos presentan grandes jefes finales a abatir, como Freezer o Célula. Lo único destacado es que podremos cumplir determinados requisitos de batalla (del estilo de no utilizar súper ataques o emplear los objetos indicados) con el fin de obtener alguna medalla representativa de nuestros esfuerzos.

No obstante, la modalidad se hace monótona al poco tiempo, dejándonos con un paisaje no demasiado halagüeño al darnos de bruces con que las únicas opciones adicionales disponibles son Tutorial (donde aprender lo básico paso a paso), Entrenamiento (basado en el combate libre) y Batalla (el tradicional versus con luchas individuales o en equipo -de hasta 5vs5 por turnos- contra la CPU o un segundo usuario).

Se echa de menos más originalidad y, sobre todo, algo que se desmarque de lo ya visto hasta ahora. Y es que el modo Torneo mundial también está ya muy visto. Es cierto que nos ofrece disputar eventos de hasta 16 participantes (admite hasta 16 jugadores en turnos de 1vs1) en dos variantes -el conocido torneo de artes marciales y el más duro Juego de Célula- pero resulta una opción poco memorable.

Ondas vitales online
Es digno de mención que en Torneo mundial contemos con los comentarios "in-game" del popular comentarista de la serie y Mr. Satan, aunque si por algo brilla especialmente esta entrega es por su cuidada faceta online. Dragon Ball: Raging Blast 2 tiene una propuesta muy similar a la del primer juego, y por ello contamos con partidas estándar, con partidas libres (para luchar con personajes mejorados), por supuesto con los torneos mundiales para un máximo de ocho jugadores y con unos marcadores que reflejen las clasificaciones generales, así como los puntos acumulados en los modos Galaxia y Zona de Batalla.

Hasta tenemos títulos con los que identificarnos y marcar territorio, aunque una de las opciones que más nos ha gustado ha sido Personalización definitiva, que si bien de "definitiva" tiene más bien poco, nos permite ajustar equipamiento de objetos y súper ataques por cada uno de los más de 90 personajes presentes. Algo verdaderamente útil.

Y si después de tanta lucha hay ganas de descansar, los japoneses nos proponen meternos en el Museo para ver la enciclopedia de personajes (para leer algo de su historia), escuchar la música del juego, ver repeticiones que hayamos grabado de nuestras mejores batallas, apreciar con detenimiento las imágenes desbloqueadas (pertenecientes a la serie de TV), o directamente sentarnos frente a nuestro monitor durante una media hora con la finalidad de contemplar el "remake" íntegro del OVA "Dragon Ball: Plan para erradicar a los Súper Saiyans", en japonés y con subtítulos en castellano.

¿Vienes de los juegos de Dragon Ball de Super NES? Entonces no sabrás que en obras como Raging Blast 2 no hacen falta extrañas combinaciones de botones para hacer una magia. Con una dirección en el "stick" derecho es suficiente.
¿Vienes de los juegos de Dragon Ball de Super NES? Entonces no sabrás que en obras como Raging Blast 2 no hacen falta extrañas combinaciones de botones para hacer una magia. Con una dirección en el "stick" derecho es suficiente.

Una técnica Budokai muy mejorable
Pero como sabréis, no todo son personajes, modalidades de juego o extras. Un buen título de luchas de Dragon Ball también debe disponer de un gran sistema de batalla, y es por ello precisamente que Raging Blast 2 no vaya a ser un título que destaque por su calidad. La esencia Budokai, con combates 1vs1 en tercera persona desde una perspectiva trasera a nuestro luchador, se mantiene intacta, si no fuera porque no termina de funcionar tan bien como lo hiciera en PS2.

Principalmente, encontramos dos problemas. Uno, que la dinámica resulta excesivamente repetitiva. Dos, que la cámara es un auténtico despropósito, capaz de arruinar lo que ya de por sí resulta una experiencia de combate poco satisfactoria. En las pocas ocasiones en que la cámara no se vuelva loca, perderá a nuestro adversario para que -además- tampoco podamos saber dónde está. La desorientación que provoca es absoluta y muy frustrante.

Menos mal que el "frame rate" se mueve en unos números más que respetables, haciendo más rápidos aún unos enfrentamientos a los que, visualmente, no hay demasiado que reprochar. Los 90 personajes están modelados y animados a la perfección, respetando igual de bien que siempre los diseños originales de Akira Toriyama. Y es que el "cel-shading" aplicado resulta colorido, definido y contrasta armoniosamente con unos decorados tal vez demasiado vacíos (como ocurría en el primer Raging Blast), aunque todavía existen algunos elementos destructibles que, no obstante, no os sorprenderán en absoluto. Esto, unido a la baja carga de texturas, debería preocupar a los japoneses, aunque bien es verdad que permite tiempos de carga casi fugaces.

El combate aéreo sigue siendo una de las claves de este nuevo Raging Blast, aunque la cámara nos jugará una mala pasada en más de una ocasión. Reoriéntate bien cuando ocurra si no quieres acabar como Vegeta.
El combate aéreo sigue siendo una de las claves de este nuevo Raging Blast, aunque la cámara nos jugará una mala pasada en más de una ocasión. Reoriéntate bien cuando ocurra si no quieres acabar como Vegeta.

Goku, ya vendrán tiempos mejores
Especial atención merecen los efectos de luces. Las ondas vitales y demás "magias" desprenden una ejecución exquisita, aunque pierden todo su encanto en cuanto presenciamos unos efectos de partículas que no sabemos si en este videojuego deberían de llamarse así.

En cualquier caso, uno de los aspectos más negativos, y con diferencia, no es precisamente que la banda sonora no sea la original de la serie, sino que la empleada en el título resulte tan desafortunada. Los temas roqueros, en combinación con los ritmos "techno", provocan una vorágine desenfrenada por bajar el volumen de los altavoces. Evidentemente, existen unos temas mejores que otros. Por ejemplo, cada vez que desatamos el "alma furiosa" (aumenta temporalmente el poder), comienza a sonar el brillante tema principal del videojuego. Pero, en general, hay monotonía, falta de dedicación y de inspiración, al igual que ocurre con el doblaje al inglés, que será mejor que caiga en el más grato posible de vuestros olvidos.

Al menos, en esta edición se añade el japonés, y francamente suena mejor, ya que cuenta con los actores originales de la serie. Pero es este uno de los pocos aspectos en que se salva Dragon Ball: Raging Blast 2, una obra demasiado continuista que no apuesta por renovarse y ni tan siquiera por ser divertido para los fans de Goku. Pero que nuestro guerrero del espacio no se desmorone. Ya vendrán tiempos mejores, y ya se sabe que en el caso de Spike, el "3" ("Budokai 3" y "Budokai Tenkaichi 3") siempre ha poseído una gran onda vital de jugabilidad.

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Dragon Ball: Raging Blast 2

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

La ausencia de un modo historia, una experiencia mediocre de batalla y el poco aprovechamiento de las posibilidades de la "next-gen" provoca que concluyamos que Dragon Ball: Raging Blast 2 (como su predecesor) tampoco haya terminado de entrar en la alta definición con una onda vital en condiciones. Es estilo Budokai, pero sin un entrenamiento adecuado ni un buen tutor que guíe a una serie que sólo destaca por nuevos personajes (más de 90) y el añadido del "remake" de un OVA. Aunque seas un fan del manganime de Akira Toriyama, lo nuevo de Spike podría decepcionarte.

Comprar Dragon Ball: Raging Blast 2
Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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