Phil Spencer deja claro que no busca convertir "el mercado de las consolas en uno similar al de las tarjetas gráficas" de PC.
La próxima consola de Microsoft, conocida como Project Scorpio, se estrena en 2017, lo que supone llegará cuatro años después del lanzamiento de Xbox One; un espacio de tiempo relativamente corto en comparación con la tendencia histórica. Sin embargo, el máximo responsable de la marca, Phil Spencer, ha querido tranquilizar a los aficionados indicando que su intención no es lanzar una nueva máquina cada dos años.
El directivo se ha sincerado al respecto. "Para ser completamente honesto, no sé cuál será la consola que suceda a Scorpio. Pensamos en ello. Observamos las tendencias de los consumidores, cuáles deberían ser los requisitos y el precio adecuados, y nos preguntamos a nosotros mismos, ‘¿podemos conseguir algo que tenga un rendimiento significativo y le interese al jugador?’"
"No albergo deseos de tener una nueva consola cada dos años", apostilla Spencer. "Ese no es parte de nuestro modelo de negocio para consolas, y en realidad tampoco nos ayuda". En Microsoft buscan consumidores que compran un montón de videojuegos; que van más allá de la mera adquisición de la consola y unos pocos títulos.
No tengo la necesidad de que vayan a comprar la consola más novedosa
"No tengo la necesidad de que vayan a comprar la consola más novedosa, o de crear un bucle artificial del ‘aquí está la nueva consola cada dos años’ para que vayan a comprarla". Spencer quiere huir a toda costa de ese ritmo frenético. "La razón por la que dudo al responder a esta pregunta en términos de futuro es que no sé cuál será la cosa que suceda a Scorpio justo ahora… pero no intento convertir el mercado de las consolas en el de las tarjetas gráficas donde muy a menudo Nvidia o AMD lanzan una nueva gráfica, y si quiero un poco más de rendimiento, tengo que comprarla. Creo que las consolas son diferentes. Pienso que debes alcanzar unas especificaciones que signifiquen algo en un ecosistema de televisión y juegos".