Tomando como referencia Zelda: Breath of the Wild, apenas existen diferencias entre usar las tarjetas de juego o las microSD.
Usar la memoria interna de Nintendo Switch acelera la cargas en los juegos en torno al 10% según el análisis realizado por Digital Foundry, que ha usado al genial The Legend of Zelda: Breath of the Wild como sujeto de pruebas.
De los 35,7 segundos que puede llevarnos acceder a uno de los escenarios principales de la aventura usando la tarjeta de juego de Zelda: Breath of the Wild, el lapso de tiempo se reduce a los 30,7 si el videojuego de la Gran N se encuentra instalado en la memoria interna de la consola. ¿Qué pasa si usamos una tarjeta microSD? La diferencia es prácticamente mínima en comparación con las tarjetas de juego: este mismo escenario tarda 34,1 segundos en cargar, si se emplea una memoria Sandisk 16GB Ultra UHS-1, o 34,4 si se apuesta por la Sandisk 64GB Extreme Plus UHS-3.
Este último dato lleva a pensar al portal Digital Foundry que existe algún tipo de limitación que impide a Nintendo Switch sacar ventaja de las altas velocidades de las tarjetas microSD, pues en ninguna de las pruebas realizadas superan la velocidad de lectura de las propias tarjetas de juego de la consola.