La empresa Bossland ha sido condenada a pagar 8,7 millones de dólares a los autores de Warcraft y Hearthstone.
Se dedicaban a "crear trampas" para juegos como Overwatch, World of Warcraft o Hearthstone y por ello, un tribunal en California les ha condenado a pagar a Blizzard 8,7 millones de dólares en compensación por violación de derechos de autor entre otros delitos.
"Los hacks de Bossland destruyen la integridad de los juegos de Blizzard, alienando y frustrando a los jugadores legítimos a la vez que desvían los beneficios hacia los acusados", argumentó en su momento el equipo de abogados del estudio californiano, responsable también de sagas como StarCraft o Diablo.
Algunas de las trampas diseñadas por Bossland permitían a sus usuarios dar con la posición de otros jugadores, comprobar su estado de salud u otra información que, de una u otra forma, terminaba influyendo negativamente en la partida, al darles una ventaja a todas luces injusta. Los acusados, pese a todo, aseguran que el llamado "botting" no va contra ninguna ley y, por ende, continuarán ofertando sus productos.