Vamos a hacer un experimento. Quiero que pienses en Pikachu, concretamente en su cola. ¿Recuerdas esa franja negra al final terminada en picos? Tal vez te veas sugestionado por la imagen que tienes sobre estas líneas, pero yo mismo habría jurado y perjurado que ese es el diseño clásico del mítico Pokémon pese a que no es cierto. Es un caso más del conocido como Efecto Mandela.
Tal y como recogían nuestros compañeros de Xataka, nacido allá por 2010, la idea detrás del Efecto Mandela nace del caso de una bloguera, Fiona Broome, que recordaba en una de sus entradas cómo había visto por televisión la noticia de cómo murió en prisión, su posterior funeral, los disturbios en las calles provocados por el hecho, e incluso el conmovedor discurso de su viuda. La realidad era que estaba vivo.
De hecho, no murió hasta tres años después de escribirse aquella entrada. Mandela había permanecido en prisión durante 27 años, sí, pero tras ello salió e incluso llegó a ser presidente de Sudáfrica. Sin embargo, tanto Broome como una gran cantidad de gente con la que se había reunido en una convención afirmaban haber vivido aquellas imágenes por televisión, pero nadie ha conseguido encontrarlas.
Recuerdos que nunca existieron
Tras crear una página llamada MandelaEffect, la gente empezó a compartir casos similares en los que creía a ciencia cierta que algo era o había ocurrido de cierta manera pese a que nunca fue así. De hecho, la mera explicación sobre ello, sin intención alguna de generar confusión, consigue que a algunos les cortocircuite el cerebro. Vamos con varios ejemplos.
- C3PO no era completamente dorado. Tenía una pierna plateada.
- En Casablanca nunca se dijo: "Tócala otra vez, Sam", era simplemente "Tócala, Sam".
- El logo de KitKat nunca llevó un guión en medio.
- El pensador de Rodin no apoya su cabeza en el puño, sino en los dedos.
- La bruja de Blancanieves no decía "espejito, espejito", lo llamaba "espejo mágico".
- El nombre original de Sexo en Nueva York no era Sex in the City, era Sex and the City.
- El logo de Fruit of the Loom no tiene una cesta detrás de la fruta.
- Darth Vader dijo: "No, yo soy tu padre" pero muchos recordamos la frase "Luke, yo soy tu padre".
- El muñeco de Monopoly no tiene monóculo.
- Pikachu no tenía ninguna mancha negra en la punta de la cola.
Si te has sentido identificado con alguno de esos ejemplos erróneos, puedes descansar tranquilo. En realidad es un error del cerebro mucho más común de lo que podría parecer. Y no hay que ceñirse a marcas comerciales o escenas de películas en las que la memoria te haya podido jugar una mala pasada, también es un fallo que afecta directamente a tus recuerdos más personales.
¿Por qué ocurre el Efecto Mandela?
Aunque la ciencia no ha dado con la causa exacta, todo parece reducirse a que confiamos en nuestra memoria más de lo que deberíamos. Según la neurociencia, el proceso de almacenaje de memoria crea sus propios almacenes de información ordenada a los que acude cuando lo necesita. Al llegar ese momento, la conexión entre neuronas puede llegar a contaminar un recuerdo por culpa de lo que hay almacenado a su alrededor.
Un ejemplo para que resulte aún más claro. Recuerdo vívidamente haber estado de vacaciones en el pueblo de mi padre bañándome en un río, sin embargo mis padres aseguran que yo era muy pequeño cuando estuvimos allí y es imposible que lo recuerde. Mi memoria, de alguna forma, ha unido el recuerdo de unas vacaciones en el pueblo con una foto familiar en la que aparezco yo en ese río. Al intentar recordar el momento, simplemente ha cubierto los huecos necesarios para completar esa labor.
A ese fenómeno se le conoce como confabulación pero no es el único que debemos tener en cuenta en estos casos. Hay otro muy similar, esta vez con imaginaciones o sueños en vez de con pruebas reales como la de la foto, conocido como criptomnesia. Son simples fallos en nuestra memoria, y la forma en la que alojamos los recuerdos en el cerebro, que pueden jugarnos una mala pasada.
¿Por qué muchas personas coinciden en el mismo error a la hora de recordar algo? ¿Por qué junto a Fiona Broome había más gente que recordaba haber presenciado el funeral de Nelson Mandela antes de que ocurriese? Lo cierto es que no es casualidad que el Efecto Mandela haya explotado en plena era de la información e internet.
Si la información se repite por activa y por pasiva pese a ser falsa, nuestra memoria sobre ello genera la suficiente confianza como para dar por buena esa información. Lo mismo ocurre si la información vino de una fuente fiable, como pueden ser familiares o amigos, y con el tiempo se ha acomodado en tu cerebro, especialmente si han pasado muchos años desde que creíste ver o escuchar algo que en realidad no ocurrió exactamente así.
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