Desde el lanzamiento del Gladiator de Ridley Scott, pocos son ya los que se acuerdan de Espartaco cuando piensan en los gladiadores del Imperio Romano. A todos les viene a la cabeza el nombre de Máximo Décimo Meridio, el general hispano que se ve obligado a combatir como gladiador para buscar venganza.
Pero aunque el también director de Blade Runner o la reciente Napoleón aún no sabía de su existencia, el personaje de Russell Crowe bien podría haberse inspirado en otro gladiador hispano. No un luchador cualquiera, ojo, sino el que a día de hoy es el mejor gladiador que ha luchado en una arena del que se tiene constancia.
Un gladiador leonés, el más condecorado del Imperio Romano
De poco importan los murales y frescos encontrados alrededor de toda Roma porque Borea, así como se llamaba, es el único en contar con una tésera de bronce. Las téseras eran placas o pequeñas esculturas que servían como muestra de un pacto, contraseña o distinción honorífica, normalmente para demostrar derechos obtenidos, contratos comerciales entre distintas partes o incluso permisos de paso.
Si la tésera de Borea es especialmente importante es porque, de las más de 100 entregadas a gladiadores que se han encontrado hasta ahora, la de Borea es la única de bronce, el material más noble y distinguido del Imperio Romano. Tal y como recogía el experto en gladiadores Fernando Barriales, "Borea es el único gladiador conocido con este reconocimiento con ese material noble, y hasta que no se encuentre otro podemos asegurar que el más famoso de todos los tiempos fue él".
Procedente de lo que hoy sería León, el gladiador astur gozaba de un asiento VIP en las gradas del anfiteatro de Ilipula, en Huelva, gracias a esta tésera que ahora se encuentra en el Museo de Arqueología Nacional sabemos que le fue entregada a Borea alrededor del año 64 de la era actual por un lanista de la actual zona de Orense.
Borea se hizo famoso luchando como provocator, gladiadores con cascos de dos viseras, escudo rectangular como el de los legionarios romanos (aunque algo más pequeño para facilitar la maniobrabilidad) y una espada corta, que además luchaban bien protegidos con protectores en brazos, pecho y piernas. Lamentablemente los datos que tenemos sobre su pasado son escasos, pero hasta que sepamos más o encontremos otra tésera similar, Borea se mantendrá como el gladiador más famoso y reconocido del Imperio Romano.
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