A día de hoy ni los turistas que visitan la zona ni los propios japoneses que viven en las zonas colindantes temen cualquier peligro, pero con motivo del Día Nacional de Preparación ante Desastres Volcánicos, el gobierno de Japón ha querido poner en alarma a la población ante la posibilidad de que el volcán del Monte Fuji decida despertarse.
Pese a que no hay indicios que apunten en esa dirección y se descarta una erupción inminente, la realidad es que históricamente se producían erupciones cada 30 años y, aunque la última ya se remonta hasta el 1707, la extrema vulnerabilidad de Japón en una zona muy atada a desastres naturales ha hecho que intente poner en alerta a sus habitantes.
El gran temor de Japón
De la mano de un vídeo en el que se puede ver cómo afectaría una supuesta erupción del Monte Fuji a las ciudades más importantes de Japón, no sólo por cómo quedaría cubierto Tokio de cenizas volcánicas, sino también por cómo quedarían alterados los suministros de energía y bienes esenciales, desde el vídeo publicado por el gobierno se empuja a los japoneses a estar alerta: "Tenemos que armarnos con hechos y prepararnos para el desastre en nuestras vidas diarias".
Apuntando a hacer acopio de comida enlatada y kits de primeros auxilios, desde el gobierno de Japón apuntan que una erupción podría producirse "en cualquier momento, sin alertas", lo que provocaría una paralización de la vida diaria de millones de 37 millones de personas en un radio de 100 kilómetros alrededor del volcán del Monte Fuji.
Para dar vida a la simulación se han valido de la inteligencia artificial con la intención de crear las imágenes más acertadas y realistas posibles, lo que ha generado cierta confusión y ansiedad entre los japoneses por el miedo a que realmente ocurra un desastre como el que pronostican: "La simulación se ha diseñado para equipar a los residentes con la suficiente información y medidas de preparación que deben tener en caso de emergencia".
Imagen | U8936 en Midjourney
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