Pocas personas saben quién era Bambi, y ahora están descubriendo que detrás se escondía un condecorado militar de Vietnam

Detrás de Bambi no sólo había un excelentísimo trabajo de animación por parte de Disney, había una persona. Sus movimientos, sus gestos, e incluso su voz, pertenecían a Donnie Dunagan, y pese a la importancia de ese papel en el mundo de los dibujos animados y la historia del cine, algo que sería motivo de orgullo para casi cualquier hijo de vecino, Dunagan siempre renegó de ello. 

De hecho, mantuvo en secreto ese excepcional logro durante años, escondiéndose incluso de su propia mujer. La razón era que Dunagan no sólo consiguió un hito histórico al convertirse en Bambi, también hizo lo propio en la Marina de los Estados Unidos al convertirse en el instructor más joven de la historia del ejército. Pero en 1977, a escasas semanas de retirarse, aquél secreto se desmoronó. 

El Mayor Bambie

Corría el año 1952 cuando, habiendo cumplido ya los 18 años y con la Guerra de Corea en el horizonte, Donnie Dunagan decidió abandonar su trabajo como operario para alistarse en los Marines. Tras ser enviado a Vietnam en tres ocasiones y ser herido en combate varias veces, Dunagan demostró ser lo que en términos militares estadounidenses se conoce como un Mustang. 

Ganando tres medallas de Corazón Púrpura por sus heridas y la Estrella de Bronce al valor, la meteórica carrera de Dunagan lo convertía en una rara avis dentro del cuerpo. En uno de esos militares excepcionales que pocas veces se materializan y que, de hecho, le valió una trayectoria de 13 ascensos en 21 años que se convirtió en un récord en el cuerpo. 

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Gracias a ese excepcional perfil, Dunagan se convirtió en el instructor de reclutas más joven de la historia de los Marines. Su trabajo distaba mucho de ser fácil incluso pese a sus reconocidos logros. A grandes rasgos, él era el encargado de coger a todos aquellos jóvenes civiles y convertirlos en Marines, de romper todos sus esquemas para convertirlos en el mayor ejemplo de resiliencia y fortaleza del ejército. 

Sin embargo, pese a sus éxitos y reconocimientos públicos, el respeto que requería enfrentarse a ellos de la forma más dura posible vivía constantemente pendiendo de un hilo. "Algo dentro de mí me decía que no lo contara. Ni siquiera lo pensé mucho, estaba muy contento con mi trabajo. Me imaginaba a uno de los reclutas del campo de entrenamiento bajo mi mando yendo al cine y viendo mi nombre en los créditos. Y llegando a casa diciendo: "Mamá, imagínate: mi comandante es el Mayor Bambi. ¡El Mayor Bambi!".

Lo cierto es que mucho antes de iniciar su carrera en la Marina, Donnie Dunagan fue lo que comúnmente conocemos como un niño estrella. Tras aprender claqué en la calle acompañado de un músico callejero, sus padres lo llevaron a un concurso de talentos para que participase. La victoria no sólo supuso una alegría para el crío y el escaso bolsillo de sus padres, también le abrió las puertas al mundo del cine. 

El auténtico Bambi

Tras ser descubierto por un cazatalentos y llevado hasta Los Angeles para adentrarse en el mundo del cine, con apenas 5 años Dunagan fue saltando de una película a otra hasta conseguir cinco papeles en apenas un año, entre ellos clásicos como el de El hijo de Frankenstein con Boris Karloff. Su meteórica carrera no tardó en abrirle otra puerta más, la de Disney. 

La factoría de animación contactó con él por boca del mismísimo Walt Disney y le invitaron a participar en su próxima película. La intención era que el crío realizase las muecas que harían del cervatillo Bambi un personaje más creíble, pero terminó haciéndolo también que le pidieron que prestase su voz para darle vida al animal a todos los niveles. 

Pese al éxito de la cinta, la manía de Disney de no incluir a los trabajadores implicados en la película en los créditos, por aquello de no romper la magia, hizo que Dunagan no fuese reconocido por su papel. Para cuando Bambi se estrenó en cines en 1942, el ataque a Pearl Harbor puso a Hollywood de patas arriba y, lamentablemente para su futuro cercano, la carrera de Dunagan en el cine se vino abajo. 

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Tras malvivir durante años, la llegada al ejército fue como un renacimiento para su carrera, así que evitar que lo ocurrido con Bambi saliese a la luz se convirtió en una prioridad. En 1977, poco antes de su retiro, un general lo llamó a su despacho para asignarle una de esas tareas burocráticas que Dunagan se negó a hacer, así que su jefe le contestó: "Auditará a los auditores. ¿No es así, Mayor Bambi?".

Al parecer Disney había estado buscando a los actores originales de la cinta para el reestreno de la película. A diferencia de lo que ocurrió en el estreno, querían premiar y reconocer a quienes habían hecho posible la cinta y, en busca de Dunagan, llegaron hasta la base militar y se descubrió el pastel. Desde entonces, el condecorado militar ha abrazado ese estatus de leyenda y ha participado en diversas presentaciones y eventos. Ya no le importaba reconocer que, efectivamente, él era Bambi. 

Imagen | Disney

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