Los juegos de rol de ordenador clásicos están más vivos que nunca en pleno 2023. Qué alegría, ¿no? El éxito de Baldur's Gate 3 ha reavivado el interés de propios y extraños por un subgénero que nunca se fue, pero que ahora parece ser de nuevo la "niña bonita" de los jugadores. Y Larian se ha convertido en el ejemplo a seguir para una nueva generación de desarrolladores que buscan emular su éxito. Aquí en Occidente, tierra predilecta del cRPG, y también en Oriente. Afincado en la ciudad china de Hefei, Personae Game Studio es un equipo en el que sueñan con "llegar a ser algún día los Larian chinos", según nos comentan, y su primer paso en ese largo camino ya está disponible con 'acceso anticipado' en Steam. Se trata de Age of Reforging: The Freelands.
Se trata en realidad de su segundo juego, después de Blackthorn Arena: un curioso título de peleas de gladiadores, con elementos de rol y gestión, que acumula más de 100.000 jugadores. Impulsados por lo que, indudablemente, es un éxito para un título de debut de un desarrollador indie, Age of Reforging se atreve a crear un universo RPG de fantasía en el que Personae cita a Dragon Age y Divinity como sus principales inspiraciones. Las 'Freelands' son unas tierras libres, pero también salvajes. Un territorio sin ley, formado por ciudades-estado y ligas comerciales donde todo vale. Un campo de juego ideal para vivir aventuras con la libertad de hacer el bien o el mal, y forjar tu propio camino.
Age of Reforging, RPG y supervivencia con gran libertad
En su base, Age of Reforging es un RPG bastante clásico, aunque incorpora elementos de supervivencia y gestión para dar profundidad a la experiencia. Nada más comenzar tuve que crear a mi personaje. Hay cuatro razas disponibles - humano, orco, elfo y enano - y cuatro orígenes distintos, que determinan tu equipamiento y tu historia inicial. Escogí el origen de 'mercenario' porque me parecía el más interesante para la ambientación del juego… Y porque traía un espadón más grande que mi cuerpo, para qué engañarnos. Tras asignar los puntos de atributos y habilidades, así como varios rasgos beneficiosos y perjudiciales, me lancé a mi aventura por las Freelands. Así como dato, hay 6 atributos diferentes, 12 habilidades por aprender - desde el sigilo y la intimidación hasta habilidades de fabricación - y más de 100 rasgos por escoger a la hora de crear a tu personaje; así como varias subclases por cada clase, lo que ofrece bastante versatilidad a la hora de configurar builds originales.
Si bien se trata de un universo RPG más arraigado en el realismo, en especial por los aspectos de supervivencia, hay tanto razas fantásticas como poderes mágicos disponibles - una de las clases de inicio es el mago, de hecho. Pero eso no evita que Age of Reforging se sienta como un cRPG más "realista" que fantasioso. Uno bastante desafiante, todo sea dicho, que me ha recordado lejanamente a títulos como Outward y Kenshi por su manera de lanzarte a los lobos (literalmente) desde el primer momento. Y por su enfoque libre: si bien hay una historia principal, el juego te suelta en su mundo abierto y te da libertad total para explorar, combatir y buscarte la vida como buenamente puedas en estas tierras sin amo. Y para esclavizar a tus enemigos, si quieres caer en esos actos. Las Freelands son una tierra sin ley, y la esclavitud no es solo un punto temático de su universo y de la trama, sino que puedes tomar cautivos a los enemigos que caigan heridos en combate y tratar de convencerlos de unirse a tu grupo. Un tema delicado, que todavía está por ver si se trata adecuadamente a lo largo de la trama.
En cualquier caso, las 'Freelands' se presentan como un mundo en vista aérea donde puedes ver los asentamientos y las caravanas cercanas, los grupos de bandidos, las manadas de lobos acechantes.... Y los enemigos no son la única de tus preocupaciones nada más empezar. El hambre y el cansancio pueden acabar pronto con tu grupo, si no lo hace antes una herida mal tratada. A lo mejor sales indemne de un combate, y al siguiente escapas con varias costillas rotas. Y cuando te quedas sin comida, puede que te tiente la idea de entrar a una ciudad y robar por las casas, pero tendrás que tener mucho cuidado de no ser visto. Sí, puedes entrar en los asentamientos y ciudades para aceptar misiones y reclutar a nuevos compañeros, así como hacer fechorías varias, si es lo que te atrae. No voy a mentir, en la primera hora morí más veces de las que me gustaría admitir. En parte porque tendría que haber hecho más misiones iniciales para comprar un buen equipo antes de lanzarme a la aventura, pero también porque el sistema de combate está bastante verde en su estado actual.
¿Cómo se combate? Las luchas en Age of Reforging son en tiempo real, con la posibilidad de pausar la acción en cualquier momento. Se trata de un sistema cRPG bastante tradicional: marcas a tu personaje a quién atacar, y con el teclado (o pulsando sobre ellas) puedes utilizar técnicas de combate, poderes, hechizos, etc… Que hayas desbloqueado o ligadas a tu equipamiento. Eso sí, sólo manejas a un personaje al mismo tiempo, luego deberás configurar bien las acciones y el comportamiento de tus compañeros para asegurarte de que hagan lo que quieras que hagan, y no tengas que lamentar luego las cosas cuando estés en las últimas. Este es un aspecto que me ha gustado mucho, dado que Age of Reforging ofrece bastante profundidad a la hora de 'programar' la IA de tus personajes, asignarles reglas y afinar al milímetro aspectos como la distancia de ataque o su agresividad.
Un RPG en 'early access' demasiado temprano
Lo que no me ha gustado tanto es que, en su estado actual, los combates son demasiado toscos y la IA no termina de reaccionar bien. Al fin y al cabo, se trata de un juego de acceso anticipado recién lanzado. Los personajes tienden a quedarse pillados en cuanto les ataca más de un enemigo a la vez, lo que hace que no ataquen, que se trastabillen con cada impacto recibido, o que en varias ocasiones se detengan y pasen de luchar aunque les estén atacando directamente. Y eso hace que el inicio de tu aventura sea una lucha cuesta arriba, cuando todavía no hay la suficiente especialización como para que los combates adquieran profundidad. Cualquier aspecto táctico, o el mero hecho de influir en el resultado de una lucha, quedan relegados a "tener más gente que los enemigos" y un nivel medianamente cercano al suyo, ya que siempre gana quien pueda avasallar al rival en luchas de dos (o más) contra uno.
Y cuando acabas de empezar, con solo tu personaje y sin dinero para contratar a otros compañeros, más te vale grindear misiones de recadero en la ciudad antes de atreverte a pisar las tierras exteriores. Esta "tosquedad" es una constante en Age of Reforging, en su estado actual. Los tiempos de carga se cuentan por minutos para cualquier transición, o al continuar la partida. Y el rendimiento, en el mismo ordenador donde Cyberpunk 2077: Phantom Liberty se ejecutaba sin problema en calidad Ultra, aquí apenas mantiene unos ~35 FPS inconsistentes con el uso de la GPU al máximo. Y eso que el acabado visual del juego, las animaciones y sus aspectos técnicos son bastante discretos. Esto, entre otros aspectos, hace que la experiencia general sea un poco frustrante. Pero, de nuevo, este es el tipo de cosas que uno puede esperar en un juego early access de esta envergadura y son totalmente comprensibles.
Por ello prefiero quedarme con el potencial que tiene Age of Reforging para ser algún día un cRPG meritorio, si sus creadores logran que sea la aventura rolera clásica y profunda que ellos visualizan. Es un juego que ahora mismo costaría recomendar por sus carencias obvias y comprensibles, pero quién sabe. Hasta Larian Studios tuvo que empezar por alguna parte, y como dijo Lao Tse: "un viaje de mil leguas comienza con el primer paso". A Age of Reforging: The Freelands y su estudio ciertamente les queda un largo camino por delante, pero el primer paso ya está dado, y todo lo que queda es andar.
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