El catálogo de exclusivos arcade de Xbox 360 sigue ampliándose, en esta ocasión, con la segunda parte de Splosion Man. Contra todo pronóstico la secuela no sólo está a la altura del original sino que la supera. Una joya... ¡Vivan los científicos locos!
Fue en 2009 cuando se lanzaba el Splosion Man original, el título que puso en el mapa a los chicos de Twisted Pixel, y un título que se convertía en uno de los mejores juegos descargables de plataformas que nos dejaría aquel ya lejano año. Algo de la frescura del primer juego se ha perdido, lógicamente, en la secuela; no obstante seguimos estando ante una propuesta igualmente genuina e incluso de calidad superior.
En esta ocasión encarnamos a una fémina que, sin embargo, tiene las mismas características que el protagonista de su predecesor. ¿Qué significa esto? Que tenemos una nueva ración por delante de las más alocadas acrobacias propulsadas por las explosiones espontáneas de nuestra protagonista. Un diseño genial y enormes contenidos por un precio más que razonable son las claves de su éxito.
No Hay Sexo Débil
Al igual que en la primera entrega, volveremos a encarnar a un fallido experimento de laboratorio a cargo de los mismos científicos locos que crearon al protagonista de la primera parte. En esta ocasión, sin embargo, seremos una mujer que, eso sí, tendrá idénticas capacidades explosivas a las del héroe de la primera parte y también la misma misión: Escapar a toda velocidad de los laboratorios en los que nos han atrapado.
Este vuelve a ser el pretexto que los chicos de Twisted Pixel emplean para crear un videojuego de plataformas 2D de la vieja escuela, que recoge elementos de las grandes referencias del género pasándolas por su hábil tamiz y convirtiéndolas en buena parte del carácter genuino de su propuesta. La clave en este sentido es la capacidad de salto de la protagonista, que de nuevo nos permite acompañar su frenético movimiento en carrera con hasta tres explosiones que no nos causarán daño alguno pero que nos permitirán ascender gracias a su onda expansiva. Éstas se recargan con sólo volver a posar nuestros pies sobre tierra firme, de modo que sólo podemos utilizar esta "trinidad explosiva" cada vez, todo ello en un planteamiento que es idéntico al de su predecesor.
Los niveles son enormes, y cuentan con un diseño formidable que fomenta el ingenio del usuario a la hora de encadenar de forma vertiginosa todas las maniobras que se nos exigen. Las pruebas a superar son de lo más diverso, con infinidad de mecanismos y de plataformas muy ingeniosas que aportan el plus necesario a la velocidad que acabaremos adquiriendo tan a menudo. Lo genial del título en este sentido es lo intuitivo que resulta en todo momento, presentándonos montones de situaciones muy ingeniosas y sorprendentes de las que siempre tenemos la sensación de saber cómo solucionarlas sin que se interrumpa el ritmo del programa.
¿Significa esto que se ha sacrificado la complejidad en pos de la accesibilidad? En absoluto, la sensación de recompensa se mantiene en todo momento puesto que a pesar de que casi siempre intuimos cómo resolver las situaciones, el componente de desafío sigue estando ahí... Y de hecho en esta segunda parte mucho más acusado. Eso sí, el juego vuelve a incluir la posibilidad de saltarnos algunos retos si éstos se nos atragantan y nos vemos obligados a repetirlos repetimos demasiadas veces.
El videojuego es mucho más variado en cuanto a sus escenarios que la primera parte, y esto se traduce directamente en unsentido del humor mucho más remarcado que en el anterior episodio. La hiperactiva protagonista es una verdadera locura como heroína, y consigue también resultar mucho más simpática que el personaje de Splosion Man, lo que acompañado de los abundantes guiños al cine, a los videojuegos o a los personajes de la cultura pop que trufan el videojuego lo convierten en una experiencia muy divertida.
La oferta del título es generosísima desde cualquier punto de vista. No sólo aporta un sentido del humor a prueba de bombas, sino que además lo adereza con una experiencia muy larga que incluye 50 niveles cooperativos (on-line y local para cuatro usuarios) y otros 50 para disfrutar en solitario. Destaca además el sorprendente componente del cooperativo para manejar dos personajes con un mismo mando y por una sola persona; un añadido no tan efectivo como efectista, pero que da una idea del siempre vanguardista y transgresor “toque” que Twisted Pixel da a sus productos: De hecho responde al nombre de 2 Girls 1 Controller.
A esto hay que sumar, por supuesto, el habitual componente de rejugabilidad del que hace gala el videojuego y que se basa en animar al jugador a volver a intentar cada nivel para perfeccionarlo. Si somos amantes de que nuestros nombres aparezcan en los rankings de mejores tiempos de videojuegos de velocidad vamos a necesitar unos cuantos intentos con cada nivel, y es que el título que nos ocupa es uno de esos que busca que el aficionado memorice cada nivel para dominarlo y superarlo cuantas veces sean necesarias hasta afinarlo.
En cuanto a los apartados gráficos y de audio hay pocas pegas que poner. Quizá la dirección artística es algo menos genérica que en el título original, aunque resulta igualmente efectiva en cuanto su planteamiento colorista e histérico. La cámara es muy espectacular y pule los escasos problemas que en este sentido observamos en la primera parte, ofreciendo cambios de ángulo constantes para buscar el ángulo más aparatoso. El título, por otra parte, llega a nuestro país traducido a nuestro idioma únicamente en sus textos y con una música y un doblaje en inglés de su protagonista hilarante.
MS. Splosion Man vuelve a ser un soplo de aire fresco en el catálogo de Arcade en Xbox 360. Espectacular jugabilidad de plataformas para un título que resulta literalmente imprescindible para los aficionados de las aventuras más frenéticas y alocadas.
