Para ganar una guerra no sólo hace falta disparar a lo loco. Un buen escuadrón de soldados con cualidades, capacidad estratégica y un buen soporte de apoyo, resultan vitales para mantenerse vivo, especialmente contra la resistencia nazi.
Que la Segunda Guerra Mundial es un interminable telón de fondo en el que basarse para ambientar y desarrollar juegos es algo ya más que comprobado, al igual que dentro de un mismo género, algunos títulos levantan mayores expectativas que otros. Este podría ser el caso del último título de Relic Entertainment, The Outfit, en su debut en Xbox 360, un juego ambientado en la II GM con buenas ideas y grandes expectativas, pero cuyo resultado, aunque bueno, no ha sido tan brillante como se esperaba.
Tres héroes y destrucción a la carta
Acabar con la resistencia nazi tras la entrada de las tropas aliadas no debió ser tarea fácil, sobre todo porque no contaban con tres soldados tan especiales como Tommy Mac, J.D. Tyle y Deuce Williams, y mucho menos con algo denominado “Destrucción a la carta”, capaz de enviar refuerzos de artillería, soldados o bombardeos en tiempo real. Por suerte en The Outfit si contarás con ellos, y de qué manera…
Bajo una perspectiva en tercera persona y una fresca concepción de un juego de acción militar, al comienzo de cada misión deberemos escoger con cual de los tres soldados del comando Outfit queremos afrontar la acción: con Tommy Mac (experto en armamento pesado), J.D. Tyle ( hábil en distancias cortas y equipado con un rifle de largo alcance), o con Deuce Williams, especialista en el manejo de bazookas y equipado con una devastadora pistola para el combate cuerpo a cuerpo. Una vez hecha la elección, que condicionará en gran medida el desarrollo de la misión, un pequeño grupo de cuatro compañeros equipados con metralletas y controlados por la IA nos acompañaran hasta el final. Si durante el desarrollo de la misión acaban con nosotros, no hay problema, volveremos a empezar desde un punto de control que hayamos conquistado, y en el que podremos elegir de nuevo con cual de los tres soldados queremos continuar.
Acción y estrategia combinada
En el modo campaña para un jugador tendremos por delante doce campañas o misiones de variada duración en las que tendremos que mermar la resistencia alemana, consiguiendo controlar poco a poco sus puntos vitales, como torres de comunicación, depósitos o cuarteles entre otros. ¿Cómo? Pues aniquilando y plantando la bandera, momento tras el cual ese punto de control pasará a pertenecernos.
Para ayudarnos en nuestra misión, además de los cuatro soldados que nos acompañan en todo momento, contaremos con otra inestimable ayuda, la del menú de destrucción a la carta. Pulsando el botón Y, podremos comprar vehículos, armas, refuerzos y hasta solicitar ataques aéreos. Una vez comprado, seleccionamos el punto de destino en el que deseamos nuestra petición y ¡voila! allí estará. Pero no creas que es tan sencillo, porque para comprar hacen falta puntos, y estos se obtienen en el campo de batalla. A más bajas provocadas, o mejor dicho, a mayor destrucción, más puntos obtenemos. Vale, no es muy realista, pero tampoco lo pretende, y lo cierto es que sin duda es uno de los aspectos más atractivos del juego. Esta combinación entre acción y estrategia provocada tanto por la elección del soldado, nuestros compañeros y la destrucción a la carta imprimen un buen grado de dinamismo y originalidad en alas de la diversión. Por desgracia, el punto negativo lo pone la poca variedad existente entre las misiones, que llegan a hacerse un tanto repetitivas.
Formas de guerrear
Además del citado modo Campaña para un jugador, Outfit nos propone otros dos modos para jugar en compañía: Multijugador a pantalla partida y modo online vía Xbox Live!
El modo online es sin duda el gran aliciente del juego, debido en gran medida a una descuidada inteligencia artificial en el modo campaña, y la posibilidad de jugar hasta un total de 8 jugadores simultáneos en alocadas y divertidas batallas.
Al clásico Deathmatch se le unen otros como el modo Destrucción, en el que hay que conseguir el mayor número de puntos de destrucción posible, o el modo Victoria Estratégica, basado en el también popular en otros juegos de acción, capturar la bandera. Adicionalmente Outfit cuenta con un modo de juego cooperativo con el que afrontar las 12 misiones del modo individual.
Sin duda es realmente en su modalidad de juego multijugador donde Outfit gana muchos enteros y explota la jugabilidad que no ha conseguido alcanzar en el modo de juego individual.
Técnica bélica
Visualmente The Outfit huye del realismo en beneficio de un estilo de corte cómic animado, que se refleja tanto en escenarios y decorados, como en los mismos personajes, enemigos, vehículos y efectos especiales.
El modelado y animación de los personajes es notable en muchas ocasiones, destacando igualmente el buen trabajo realizado con los numerosos vehículos que aparecen en el juego. Las texturas empleadas son igualmente correctas, al igual que las escenas cinemáticas, realizadas con el mismo engine del juego.
La esperada destrucción total de objetos y decorados prometida por sus creadores durante su desarrollo, digamos que se ha cumplido, pero a medias. Edificios, árboles, barreras, postes o barricadas interactúan con nuestras acciones destructivas, pero de una forma similar en muchas ocasiones y pre-establecida.
El apartado sonoro presenta en líneas generales una factura correcta y eficaz durante todo el juego, no destacando por nada en concreto pero encajando perfectamente en el conjunto. Una lástima que el juego sólo haya llegado traducido al castellano y no doblado.
The Outfit combina originalmente la acción de un shooter con pinceladas estratégicas, en una atractiva propuesta, especialmente en sus modos de juego multijugador. Un modo a un jugador ligeramente repetitivo y una inteligencia artificial mejorable, impiden sacar el máximo provecho a un título que, aunque original y divertido, podía haber dado un poco más de sí.
