Un nombre que dice mucho a los fans de la lucha es el de Killer Instinct. Un título de grato recuerdo para la década de los noventa, que se ha convertido en uno de los estandartes de Xbox One. La saga se pone al día en la consola de Microsoft en formato free-to-play con una entrega espectacular desde el punto de vista audiovisual, pero, por ahora, también algo justa en cuanto a contenidos.
No veíamos una nueva entrega de Killer Instinct desde 1996. ¡Casi 20 años! Es el tiempo que hemos necesitado para que Double Helix nos regale, casi literalmente, un episodio inédito en un vanguardista línea de carácter free-to-play que nos ofrece gratis un personaje como punto de partida, y nos invita a comprar el resto de los que nos interesen en packs conjuntos. Dejando de lado todo lo que tiene que ver con su modelo de negocio, que no entraremos a valorar puesto que no está dentro de nuestras funciones, lo cierto es que el título cumple con lo que prometía: una experiencia salvaje, vertiginosa y capaz de ponernos al límite por su alta exigencia.
En 3DJuegos no somos los mayores fans del estudio responsable, que son los creadores de títulos meramente estimables como Silent Hill: Homecoming, y de otros directamente olvidables como los basados en licencias como la de Linterna Verde, Battleship o G.I. Joe. Sin embargo tenemos que reconocerles que esta vez han logrado con exactitud lo que prometían y, más concretamente, lo que Microsoft requería para resucitar una franquicia tan largo tiempo olvidaba: Un juego muy respetuoso con el clásico de hace dos décadas, que recoge sus bases fundamentales y las traslada a la nueva generación de consolas.
Rápido y Letal -Lo Básico-
Es fácil sentirse intimidado por Killer Instinct. Cuando se ve en pantalla su desatada coreografía mortal a 60 frames por segundo y a su vertiginosa velocidad de ejecución, ciertamente puede cohibir a quienes no estén familiarizados con algunas de estas propuestas del género, y es que debido a su perfil free-to-play el público al que se presenta este producto se va a abrir exponencialmente.
Sin embargo si hacemos uso de las 32 pruebas que incluye el Dojo, el acostumbrarse al tipo de experiencia va a ser mucho más sencillo. Uno de los grandes aciertos del programa es, de hecho, el de presentar tan ordenadamente todo lo que da de sí desde el punto de vista del control y de los golpeos, permitiéndonos hacernos con sus exigentes dinámicas de forma cómoda y sencilla. El movimiento es clave en una oferta tan acelerada y brutal como ésta, así que nuestro luchador no sólo ha de estar en constante desplazamiento por el escenario, sino que incluso el escoger con sumo cuidado la superficie donde vamos a caer nos va a ayudar a seguir con vida.
Los escenarios del videojuego como era de suponer son plenamente 2D, y no admiten interacción con sus elementos más allá de algún detalle puramente cosmético, así que todo lo que sucede en pantalla es 100% plano. No hay problema alguno con ello cuando el conjunto tiene un punto adictivo tan logrado y captura de forma tan poderosa el espíritu del original como en este caso, con un producto que tiene la virtud de resultar accesible desde el primer minuto pero, al mismo tiempo, de admitir un margen de mejora y aprendizaje en el usuario que le permita ir mejorando progresivamente su rendimiento.
Recomendamos, como siempre en estos casos, el configurar el pad para distribuir los botones de puñetazos y patadas suaves, medios y fuertes a nuestro gusto y guardarnos otros dos para tener un par de combinaciones a modo de ases en la manga. Sentirse cómodo con una propuesta de una complejidad moderada como ésta es fundamental, y seguramente llevaremos a cabo muchos cambios en la distribución según vayamos invirtiendo horas en el título hasta que el mando sea una extensión de nuestro cuerpo. Los mandos de la marca Xbox continúan desarrollando sus prestaciones, y en el caso de One ofrecen de hecho unas posibilidades mucho mayores para adecuarse a los títulos de lucha. La cruceta ha ido evolucionando y para la nueva videoconsola de Microsoft tenemos por fin un acabado que permite su uso para los videojuegos de esta clase, algo que venía siendo una asignatura pendiente de sus, por lo demás, extraordinarios y ergonómicos pads.
El primer paso lógico es el de pasar por el mencionado Dojo, una herramienta de entrenamiento muy bien gradada en cuanto a reto que, aunque no ofrece nada que no hayamos visto ya en cada juego de lucha, sí es cierto que es particularmente exhaustiva. Los primeros pasos con ella son tan básicos que se pueden evitar, sin embargo ya entre las 16 primeras Lecciones Básicas vamos a descubrir algunas que de veras son primordiales y que tienen algo de mérito en cuanto a ejecución. Hablamos, por ejemplo, de los Combos Básicos que son una de las claves del programa para maximizar el daño que causamos sobre nuestros enemigos. Los golpes normales en Killer Instinct restan salud en nuestros oponentes de forma casi testimonial, y para hacer algo que de veras comience a decantar la partida de nuestro lado hace falta recurrir a estas sucesiones de ataques.
Ataque Sombra -Combos, Poderes e Instintos-
La mecánica es sencilla sobre el papel, pero ejecutarla en el juego tiene su reto, puesto que todo sucede muy deprisa y hay que llevar a cabo algunos elaborados puentes para que no se detenga la acción. Concretamente son cinco fases, el denominado iniciador para abrir la cadena con un ataque especial, el auto (dos golpes normales), el enlace para continuarla, otra vez un auto y ya, para concluir el finalizador. Si interrumpimos o el rival logra bloquear nuestro movimiento causaremos ya una parte de daño proporcional, sin embargo si logramos completarlo el resultado será espectacular no sólo visualmente sino también en términos de merma de vida en el adversario.
Claro que concluir una de estas acciones no es precisamente sencillo. Lograr uno calificado como Sólido u otro valorado como Blaster de entre 5 y 9 golpes, por ejemplo, está al alcance de cualquiera sin muchas complicaciones, no obstante en números más altos que como mínimo los tripliquen ya comienza a ser una maniobra de mérito que tiene porcentajes muy generosos de merma en la barra de salud. El interfaz tiene la virtud de mostrarnos el daño extra que estamos acumulando durante los impactos que llevamos a cabo con una creciente línea blanca sobre la barra de salud del oponente, así que entre eso y los vistosos marcadores que surgen durante nuestras maniobras es muy fácil hacerse una idea de lo que estamos logrando.
¿Si estamos sufriendo esta sucesión de golpes hay forma de detenerlo? Por supuesto. El grito de "¡Combo Breaker!" se oirá cada vez que lo logremos, aunque no será fácil, desde luego. Se trata, de hecho, de contrarrestar la cadena de golpes de nuestro oponente con bloqueos del mismo tipo y llevados a cabo en el momento exacto. Así pues si estamos siendo atacados con, por poner el caso, combos medios, tenemos que hacer un bloqueo también con medios y así sucesivamente con el resto de tipologías. Para lograrlo debemos pulsar los botones de golpe de mitad superior e inferior de tronco que correspondan, con lo cual podremos interrumpir y contraatacar. Una buena recompensa por una acción difícil de conseguir, puesto que si no sabemos identificar qué tipo de defensa tenemos que llevar a cabo y nos equivocamos quedaremos vendidos durante la cadena completa sin posibilidad de detenerla.
Por su parte el Modo Instinto se mide con una barra bajo el medidor de salud que tiene que estar llena para poder activarlo, y es una alternativa de combate especial que nos permite liberar el poderío de nuestro personaje. El medidor lo vamos completando llevando a cabo ataques o rompedores de combo, y durante 15 segundos nos permite regenerar salud cuando golpeamos y maximizamos el daño que causamos con nuestros impactos. Cada personaje tiene sus habilidades distintas dentro de esta vertiente, pero lo que todos tienen en común es el hecho de que es un as en la manga fundamental para desequilibrar partidas en momentos críticos y que, como tal, debe ser guardado con mucho mimo siendo el de su uso un recurso valiosísimo.
Los Ataques Especiales y Ataques Sombra son la última parada que vamos a hacer en las principales dinámicas de juego de Killer Instinct. Los primeros son movimientos únicos de cada personaje que se llevan a cabo con las clásicas combinaciones de movimientos circulares de stick (o cruceta) y con botones. Por ejemplo Jago, el personaje que viene por defecto como gratuito para los usuarios de salida, tiene cuatro con una mezcla de proyectiles, patadas e incluso el uso de su espada láser. La cifra no se repite para la totalidad de los luchadores del programa, que pueden llegar a tener más, y aunque van cambiando en cuanto a características todos tienen en común el hecho de ofrecernos interesantes posibilidades tanto en combate de rango cercano como a distancia en función de nuestras necesidades. Los Ataques Sombra son versiones más poderosas de éstos, y para desatarlos hacen falta unidades de su medidor llenas. Hay dos, y están situadas en la parte inferior izquierda o derecha de la pantalla.
Supervivencia -Modos de Juego-
Uno de los mayores defectos de Killer Instinct es el hecho de no contar con demasiadas posibilidades de momento en cuanto a sus modalidades. Actualmente nuestras opciones se reducen a las partidas rápidas a través de Xbox Live en la vertiente on-line, y a los Enfrentamientos y la Supervivencia en cuanto al Local, además de un entrenamiento sin mayores complicaciones y el ya descrito Dojo. Los primeros son partidas rápidas contra la IA o contra otro usuario en la consola, y no ofrecen más alternativas que la de escoger luchador, dificultad y escenario.
El segundo es una sencilla sucesión de combates contra todos los oponentes una y otra vez, y también con algunas particularidades. Escogemos a nuestro luchador, y nos enfrentamos uno por uno a todos los que componen el roster de personajes en las dificultades Principiante, Veterano y Campeón, con la posibilidad de saltarnos rondas a cambio de los mismos puntos KP que vamos obteniendo casi por cada cosa que hacemos en el juego y que se acaba convirtiendo en la moneda in-game para canjear por los desbloqueables. La particularidad es que, de las dos barras de salud con las que contamos, la primera de ellas se llenará sólo con lo que hayamos dejado del combate anterior, creándose un interesante efecto de desgaste que no detendremos a no ser que no lleguemos a consumir el primer medidor en algún combate, algo costoso teniendo en cuenta la creciente dificultad. ¿Caemos derrotados? Perdemos todo el progreso y tenemos que volver a empezar de cero.
Como puede verse estas dos alternativas y la opción de jugar a través de internet no son opciones que permitan hablar de un título con una larga vida útil, y es que al margen de que verdad que podemos disputar partidas hasta el infinito, lo cierto es que en los últimos tiempos los juegos de lucha han venido ofreciendo más opciones de las que trae consigo este Killer Instinct. Las mismas conclusiones de falta de contenidos pueden extrapolarse al número de personajes, de escenarios o a la de la ausencia del modo campaña. Aunque en cuanto a esto último, y como siempre en estos casos de títulos que crecerán progresivamente y con la promesa de Double Helix de incorporarla tiempo después del lanzamiento del programa, es un dato que no tenemos en cuenta a efectos de valoración numérica pero del que sin embargo advertimos a los aficionados. Eso sí, si nos animamos a comprar el juego, y dependiendo de la edición de éste por la que optemos, tendremos la posibilidad de disfrutar del videojuego clásico en nuestra Xbox One que se incluye.
El programa, por otra parte, está lleno de incentivos in-game para los que no hace falta pago alguno, y que otorgan muy interesantes recompensas de personalización que liberaremos pagando con los puntos que obtenemos en las partidas. Todo se encuentra en la Tienda Ki, donde podemos comprar los seis escenarios disponibles para las partidas rápidas, además de ropa y accesorios cosméticos para los seis luchadores disponibles: Jago, Sabrewulf, Glacius, Thunder, Orchid y Sadira. Cada uno tiene sus particularidades en combate, siendo unos más veloces que otros, más devastadores en el cuerpo a cuerpo o acreedores de un mayor número de movimientos especiales, por mencionar algunos ejemplos; pero gracias a esto podemos comprarles otras cosas con las que personalizar su aspecto físico o cambiar sus burlas, además de iconos para nuestro perfil, diseños conceptuales y otros detalles además del acceso a la Tienda Xbox donde podemos comprar personajes o packs con dinero real.
El Archivo de Combates, por otra parte, es un lugar donde se almacenan todas nuestras estadísticas en las partidas que hayamos disputado, y también donde visualizamos los títulos que hemos obtenido con cada personaje. Los lograremos llevando a cabo montones de acciones entre las que se cuentan cosas como Ataques Aéreos, Rompedores o sencillamente ganando combates, y sirven para liberar ítems de personalización, por ejemplo, o curiosidades sobre su producción en forma de art-works y otras cosas. También se almacenan aquí todos los combates que hemos disputado por si nos interesa revisarlos, con la posibilidad de etiquetarlos como favoritos y visualizarlos a cámara lenta o fotograma a fotograma.
Combate Mortal -Gráficos y Sonido-
A nivel visual Killer Instinct ha sido desde el momento de su anuncio una clara referencia visual para Xbox One, y a acreditarlo contribuye no sólo su impactante aspecto gráfico sino también sus poderosos 60 frames por segundo: esto último prácticamente innegociable para una propuesta tan frenética y vertiginosa como la que nos ocupa. El título de Double Helix es, desde el punto de vista estético, un producto que muestra bien a las claras lo que se puede lograr con este nuevo ciclo de hardware, y abre la puerta a toda una serie de mejoras que confiemos en que ayuden a llevar el género a un nuevo nivel.
La descripción de todo lo gráfico hay que dividirlo en dos grandes bloques. Por un lado los protagonistas rayan a un nivel fantástico, con una revisión en clave HD y también una re-imaginación artística de algunos de los clásicos y con los que debutan también a un gran nivel. La calidad de las texturas es fantástica, y todos ellos cuentan con abundantes elementos móviles y un sin fin de detalles en sus vestuarios. Las animaciones son tan espectaculares como cabía esperar, lo que provoca unos combates que no sólo son furibundos y salvajes sino que también hacen gala de un realismo muy logrado dentro del marco de obvia fantasía que presenta. Detalles como las venas sobresaliendo en la piel de los luchadores, claramente visibles en algunos, y la calidad de los efectos que cada uno trae consigo vienen a redondear el conjunto.
Por otra parte, y ya hablando de los escenarios, las conclusiones tienen que ser parecidas dado el buen retrato que presentan. No tienen partes interactivas, como ya hemos dicho, pero tienen un montón de elementos visuales que móviles que les confieren un importante dinamismo, y gracias a sus cuidados efectos visuales (lluvia, nieve, disparos...) su nivel general es realmente bueno aunque sin alcanzar unas cotas estratosféricas.
En cuanto a la parte sonora el videojuego se enfrentaba a una verdadera prueba de fuego, puesto que la música del original es recordada por muchos como todo un referente. Aquí el estilo es parecido en cuanto al tipo de partituras, sin embargo cuentan con las ventajas de las atronadoras posibilidades de la actualidad y con el estruendoso soporte DTS que ahora sí permite la nueva Xbox. La música es fantástica, con partituras propias para cada escenario y cambiantes en función de cómo esté transcurriendo el combate, con una poderosa traca final para la conclusión de las luchas. Por otra parte los efectos están igualmente conseguidos, y el lanzamiento llega a nuestro país con la única traducción de sus textos y manteniendo las voces en inglés.
Killer Instinct sienta unas bases interesantes como juego de lucha free-to-play, pero sin lugar a dudas debe crecer. La escasez de contenidos es, por el momento, una constante en este, por lo demás, estupendo videojuego de lucha. Ritmo frenético e interesante respeto por las dinámicas jugables del original son las claves de uno de los regresos más esperados de los últimos tiempos en el género.
Comprar Killer Instinct- Frenético como pocos, y captura perfectamente el espíritu del original.
- Poderoso apartado gráfico, de lo mejor de Xbox One en su catálogo de lanzamiento.
- Por ahora muy corto en cuanto a contenidos y posibilidades.
