Análisis de Obduction. Abducido por los puzles

Análisis de Obduction. Abducido por los puzles
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Tras un exitoso Kickstarter, Obduction es por fin una realidad: el sucesor de juegos como Myst y Riven llega para adentrarnos en un nuevo y extraño mundo poblado de los puzles más complejos que puedas imaginar. Jugar a Obduction no es fácil y requiere de mucha voluntad por parte del jugador, pero si es capaz de atraparte tendrás una experiencia como pocas aparecen en el año. Análisis.

La primera vez que le di al espacio y mi personaje tomó una foto de lo que había enfrente suyo pensé: "ok, un modo foto o de captura de pantalla accesible". Qué equivocado estaba y cuánto tiempo hace que Myst y Riven pasaron por mi ordenador. Porque Obduction es uno de esos juegos que te llevan al pasado, cuando jugabas a una aventura con un bloc de notas de cuadrícula al lado del teclado. Y para eso sirve la cámara, para tomar nota de todo lo que encuentres que tenga el mínimo atisbo de una pista y guardarlo para evitar el viaje de consulta.

Obduction no es para todo el mundo. Al igual que no lo eran sus predecesores. Una gran crítica que he podido leer en Steam es: "No sé dónde estoy. No tengo ni idea de que estoy haciendo", pero no de forma peyorativa. El usuario, de hecho, define así sus pros y contras. Porque en Obduction viajas a un mundo poblado por puzles donde tendrás que lidiar con maquinaria prácticamente extraterrestre. A menudo te encontrarás tocando palancas intentando que pase algo, que un botón brille o un engranaje se ponga a girar. Esa es la dicotomía de Obduction: avanzas lentamente por un mundo sin saber del todo si comprendes sus reglas.

Pero pongámonos en situación. La premisa del juego nos traslada a otro planeta. U otra dimensión. Un paseo por el bosque, una extraña luz, un destello y nos encontramos en un sitio tan extraño como maravilloso, donde construcciones de distintas épocas de la humanidad se juntan con lo imposible, todo en una cúpula que parece replicar y mantener las condiciones climáticas de la Tierra, incrustada en un planeta extraño. No estaremos solos… o casi. Encontraremos hologramas grabados con imagen real de personajes que intentaron crear una comunidad en este desamparado lugar. Algunos de ellos siguen aquí, de hecho. Y nos ayudarán a dar los primeros pasos.

Una historia que logra captar nuestro interés, y aunque repunta cuando tiene que hacerlo, no logra mantener el buen ritmo y equilibrio entre narrativa y puzles, dando la prioridad siempre a estos últimos por encima de todo. Tiene sentido que así sea, ya que este tipo de aventuras siempre priorizaron los rompecabezas por encima de todo, pero se echa en falta algunas conversaciones y hologramas más por el camino que nos ayuden a mantener ese interés e intentar conectar los puntos mientras exploramos el escenario.


En el momento preciso

Abducido por los puzles


Los escenarios son una gozada que ocultan algunos de los puzles más enrevesados que habrás visto en los últimos años.
Los escenarios son una gozada que ocultan algunos de los puzles más enrevesados que habrás visto en los últimos años.


Pero no te vamos a engañar en su análisis. Obduction es el juego más obtuso y parco en guiar al jugador que vas a encontrar en mucho tiempo. Si The Witness apostaba por una amplia zona que guardaba en su fondo un camino de puzles ordenados, con esa sutil guía de en forma de cables que conectaban cada nuevo panel, Obduction es una red neuronal de rompecabezas que te exige estar en el lugar correcto en el momento indicado con la única ayuda de tu intuición. Cuando se ilumina la bombilla, es capaz de darte esa satisfacción de haber resuelto algo verdaderamente rebuscado. Cuando no, la sensación se asemeja mucho a la de una aventura gráfica clásica, donde dar vueltas probando todo con todo y recorriendo la pantalla con el cursor estaba a la orden del día.

Si eras fan de Myst o Raven probablemente era lo que estabas buscando: un gigantesco rompecabezas que se va desmenuzando poco a poco, donde la solución nunca está cerca de la pista. La cosa va más allá cuando te das cuenta de que la cúpula donde empiezas es sólo una de las gigantescas zonas que pueblan su mundo imposible y, a medida que Obduction va creciendo, más complicado se hace recordar todas las zonas y posibles puntos a seguir en la aventura.

Abducido por los puzles


Es capaz de lo mejor y de lo peor estirando al máximo el castigo y la recompensa

El paseo, sin embargo, se ameniza con unas estampas impresionantes de lugares que sólo pueden surgir de la imaginación de buenos artistas, que no sólo han conseguido impregnar belleza, sino comprimirla en niveles de diseño laberíntico lleno de conexiones y atajos inteligentes. Si hay un punto en el que destaca Obduction, es este. Es imposible no maravillarse por los entornos que recorremos y cuyo espectro de imaginación se amplía más y más a medida que nos teletransportamos a otras zonas.

Como en Myst, todos los puzles son piezas de un gigantesco engranaje que va revelándose poco a poco a medida que vas uniéndolas.
Como en Myst, todos los puzles son piezas de un gigantesco engranaje que va revelándose poco a poco a medida que vas uniéndolas.


Y aun con este despliegue, Obduction no se olvida de dónde viene. Tanto que te permite variar entre el modo de desplazamiento libre (movimiento en primera persona común) o el modo clásico en el que avanzamos a saltos, como el Myst original. Aunque más allá de esta curiosidad, se posible que este método esté también integrado para poder explorar Obduction de una forma más cómoda en VR. El juego está planteado para adaptarse a la realidad virtual, pero lamentablemente su implementación no ha llegado con el lanzamiento del juego y tardaremos todavía unos meses en tenerla disponible para las gafas Oculus Rift y HTC Vive.

Lo cierto es que, lo mires por donde lo mires, es muy difícil sino imposible dar un veredicto a un juego como Obduction. Está demasiado entrelazado al pasado y a los gustos del jugador como para juzgarlo con perspectiva. Es capaz de lo mejor y de lo peor estirando al máximo el castigo y la recompensa, donde el castigo pasa por algunos paseos realmente largos y tediosos hasta encontrar todos los atajos y la recompensa por sentir que realmente has conseguido forzar una de las cajas fuertes más complicadas del videojuego actual. Sin ayudas, ni guías, ni pistas. Sólo ingenio y tiempo.

Bueno

Sin sello
Abducido por los puzles

Obduction

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Obduction logra introducirnos en otro mundo, literalmente. Uno poblado por puzles, sí, pero dentro de un contexto que comparte con su extraño universo, donde todo está cohesionado y nada queda fuera de lugar. Aunque logra su objetivo de inquietar y sorprender, habríamos deseado algo más de historia entre ellos para amenizar el conjunto, pero si eres fan de Myst y Riven sabes a qué has venido: a enfrentarte a un título implacable que no tiene piedad de los más impacientes.

  • La cohesión de sus puzles con el mundo y el escenario que te rodea
  • Entornos de ensueño. Muy impresionantes
  • La sensación de estar perdido sin saber qué hacer
  • Tirones y aspectos técnicos poco pulidos
  • Las largas caminatas hasta desbloquear varios atajos
  • La sensación de estar perdido sin saber qué hacer
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 10-12 horas
Ver requisitos del sistema
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