La saga nicho de Nippon Ichi regresa con una segunda parte diseñada exclusivamente para PS4. Un título que una vez más apuesta por el género de los Action RPG pero que cuenta con varias peculiaridades… y defectos. Analizamos The Witch and the Hundred Knight 2.
Nippon Ichi es una compañía que particularmente me gusta bastante. Esta afinidad hacia sus producciones tiene que ver especialmente con lo originales que en muchos casos llegan a ser los trabajos plasmados por esta compañía, que trata de dotar a sus humildes producciones de personajes, elementos y situaciones realmente únicos, algo que recientemente ha sucedido con propuestas como Penny Punching Princess, por ejemplo.
Esta misma empresa editó hace ya un tiempo (más de cuatro años) The Witch and the Hundred Knight, un Action RPG que pasó sin pena ni gloria por PS3 debido a múltiples aspectos, un videojuego que desde luego no se encuentra entre mis favoritas de NIS. Por eso me sorprendió que esta compañía decidiera dar continuidad a dicha saga con The Witch and the Hundred Knight 2, secuela que acaba de aparecer para PS4 y que, sinceramente, me ha dejado bastante frío porque no ha evolucionado demasiado un concepto de juego que ya en el original se quedó a medio camino.
La trama que da pie a esta aventura resulta interesante… pero sólo de inicio, dado que más tarde se torna bastante predecible y, he de decir, incluso “pesada”, hasta el punto de que en muchos casos las innumerables y desproporcionadas charlas entre los personajes (con subtítulos en inglés por cierto) acaban resultando soporíferas y en más de una ocasión las omitiremos por completo. Una historia que además y a diferencia de lo que suele ocurrir con las obras de NIS, resulta bastante seria y no ha sido dotada de ese magnífico sentido del humor tan característico de las franquicias de esta compañía (como la saga Disgaea, por ejemplo).
Brujas y un caballero muy curioso
La historia gira en torno a una enfermedad conocida como Witch Desease, la cual torna en brujas a aquellos que se contagian con ella… como la joven Milm. Tras una excursión desafortunada a un lugar prohibido, esta niña termina contagiándose, mostrando signos evidentes de estar incubando dicha enfermedad pese a los intentos de su hermana mayor Amalie por disimularlos. Por eso mismo y antes de que se transforme en bruja, ambas son expulsadas de su aldea… transformación que tiene lugar al año siguiente. Chelka es la bruja que se apodera del cuerpo de Milm y, junto a su despertar, también se produce la invocación del personaje al que controlamos, el Hundred Knight, que viene a ser el esbirro de Chelka.
A partir de aquí nos toca vivir un viaje de unas 20-25 horas controlando a este caballero que, lejos de ser un tipo duro, es un ser achaparrado y de aspecto infantiloide. Pero a pesar de eso goza de poderes increíbles que es capaz de ir potenciándolos a medida que progresa a lo largo de los diversos capítulos en los que se divide esta aventura.
La jugabilidad que presenta esta producción es bastante tradicional dentro de un orden y sigue de cerca (demasiado) lo establecido en el primer título de la saga. A lo largo de un buen número de escenarios que se generan de manera procedural (algo que a mí no termina de convencerme) debemos avanzar por dichos entornos acabando con todos los rivales que allí se agolpan.
Los enfrentamientos acaban resultando toscos y repetitivos
Estas batallas tienen lugar en tiempo real y es posible usar tanto ataques físicos como mágicos para eliminar a los rivales, pudiendo también efectuar maniobras de defensa. Es posible ir recolectando una buena cantidad de armas de diversas características, desde espadas a martillos o varas. Lo más llamativo de este sistema tiene que ver con su flexibilidad, dado que gracias a las llamadas Facets es posible modificar el aspecto y las características de nuestro personaje, pudiendo alternar en cualquier momento entre unas y otras con los botones superiores del mando. Existen seis diferentes (Wonder Knight, Shinobi Assassin, etc.) y en función de unos y otros su fuerza, resistencia, ataques especiales y demás varían sustancialmente.
Además de esto a medida que progresamos podemos ir aprendiendo nuevas habilidades y ataques mágicos, muy útiles sobre todo cuando nos toca encarar las peleas contra los jefes finales. Sin embargo y a pesar de esto, los enfrentamientos acaban resultando demasiado toscos y repetitivos. La aventura abusa de ellos y, básicamente, se convierten en el ingrediente principal, lo cual lastra bastante su jugabilidad porque las batallas acaban siendo un machacabotoneo continuo en las que casi siempre acabamos usando un par de configuraciones y desechando el resto.
Más allá de estas peleas y de las ya citadas charlas bastante infumables entre los protagonistas, no hay demasiado que hacer. Sí, es posible ir recopilando materiales y explorar los escenarios (no demasiado amplios, por cierto), pero poco más. Una falta de variedad que pasa factura a un The Witch and the Hundred Knight 2 que en mi opinión termina siendo más bien un beat´em up con docenas de charlas de por medio y toques de RPG que un Action RPG.
Una pena, porque lo que sí es cierto es que su apartado gráfico luce a un buen nivel. El motor Yebis3 que han usado los desarrolladores para concebir esta producción les ha permitido integrar escenarios de un tamaño más bien reducido pero bien representados, así como personajes dotados de buenos diseños y animaciones muy fluidas. Por todo esto se trata de uno de los juegos más avanzados técnicamente de todos los editados por Nippon Ichi, aunque eso tampoco es que sea decir mucho porque sus obras suelen ser bastante humildes en todo lo relacionado con la faceta técnica.
El sonido también merece ser tildado de notable gracias a su excelente doblaje en japonés e inglés (reitero, subtítulos en inglés), variados efectos sonoros y a una banda sonora que ha sido dotada de una gran personalidad.
NIS ha querido dar continuidad a una obra que pasó sin pena ni gloria… algo que volverá a ocurrir con esta continuación. Un título que apenas innova en demasía en relación a lo observado en el imperfecto juego primigenio y que acaba convirtiéndose en un Action RPG que abusa demasiado de las batallas, combates que además no resultan demasiado brillantes. Para tratarse de un título de su género, le falta variedad en su desarrollo.
Comprar The Witch and the Hundred Knight 2- Las denominadas Facets es una característica muy interesante
- Gráficamente es bastante bueno, de lo mejor que ha hecho NIS
- El doblaje de los personajes es realmente notable
- El desarrollo abusa de las batallas, y éstas no resultan muy satisfactorias
- Su historia comienza bien pero pronto pierde gran parte de su atractivo
- Para ser un Action RPG resulta muy repetitivo
