Siete piezas y un stylus, estos son los elementos que necesita NEVES para proponernos la construcción de cerca de 500 figuras dentro de un título que intenta hacer apología del género de los puzles gracias a la "dual screen". Nintendo DS pone todo su potencial jugable a disposición de Yuke's para hacer un llamamiento a los amantes de un género antológico dentro del sector de los videojuegos. ¿Dispuesto a encajar tus neuronas en este puzle?
El género de los puzles no decae en Nintendo DS. Por el contrario, evoluciona y hace intentos de explotar una "dual screen" dispuesta a ser cómplice de agudos juegos de ingenio como el que nos propone en esta ocasión Yuke's Future Media Creators. Los desarrolladores japoneses responsables de traernos algún que otro reconocido título como Sword of the Berserk (Dreamcast), exportan desde Osaka un producto que tiene la pretensión de hacer algo diferente dentro de una compañía habituada a los beat 'em ups y los títulos de lucha. ¿Su mejor arma para conseguirlo? 500 puzles que requerirán del poder del stylus para formar figuras a partir de unas simples piezas.
El Tangram chino, inspirador de la lógica del videojuego, se ha integrado con los conocidos como puzles de disección para convertir un experimento jugable en una obra bien presentada que en apenas cinco minutos ya nos habrá enseñado en lo que consiste su mecánica de juego. Y es que no es para menos. Todo se limitará a coger nuestro lápiz táctil y a arrastrar, girar y voltear siete piezas que, una vez encajadas en la posición correcta, darán lugar a una de las más de medio millar de siluetas comprendidas en este título. Una persona, un animal, un medio de transporte, un objeto... Las figuras presentes en la obra son muy variadas y estarán insertas en un conjunto de modalidades que darán muchas horas de juego.
Siete piezas para formar 500 figuras
Aunque todas las modalidades nos llevan hacia el mismo objetivo de encajar piezas para formar figuras, unas veces tendremos límite de tiempo, mientras que en otras ocasiones nos veremos obligados a colocar las siete figuras geométricas (dos triángulos isósceles, cuatro trapezoides y un pentágono) sin cometer ni un solo error. Si hablamos de dificultad, entonces tenemos que decir que es progresiva, de manera que a medida que vayamos completando más y más puzles, nuevos ejercicios se irán desbloqueando con el fin de proponernos inéditos y desafiantes retos. Todo prácticamente hasta que nosotros queramos, puesto que la duración de NEVES es realmente colosal.
Existe la posibilidad de ver nuestros logros y el porcentaje de progreso en cualquier momento, aunque uno de los aspectos más destacados y atrayentes consistirá en una opción para el juego por descarga. Es una característica de agradecer, sobre todo si se tiene en cuenta que el videojuego reivindica una simplicidad gráfica, sonora y de jugabilidad que podría haber estado mejor explotada si hubiera incorporado algún sistema de logros que multiplicara la adicción de un título que puede no llegar a motivar lo suficiente a determinados jugadores. Aún así, y teniendo en cuenta que ganan por mayoría las virtudes, NEVES es una moderada sorpresa dentro de un sector que, aunque quisiera, no podría olvidarse del admirado género de los puzles.
NEVES reivindica lo simple en un título que nos hace mover, girar y voltear siete fichas para dar lugar a más de 500 figuras que proponen una variedad de desafíos que gustará especialmente a aquellas mentes deseosas de retos que llevarse a la "dual screen". El lápiz táctil se hace protagonista de otro videojuego que pone en entredicho la crisis de un género que, eso sí, necesita más propuestas como esta para seguir mostrando su valía.
