Análisis de World of Warcraft: Battle for Azeroth. Vuelta a las raíces de la serie

Análisis de World of Warcraft: Battle for Azeroth. Vuelta a las raíces de la serie
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Vuelta a los orígenes, al sangriento conflicto que les ha enfrentado durante décadas, a esa interminable guerra entre orcos y humanos que ha atrapado a millones de jugadores dentro del universo Warcraft. Vuelta al principio de todo, a las raíces de la serie, y la pregunta es clara. ¿Horda o Alianza? En el análisis de Battle for Azeroth, nueva expansión de World of Warcraft, os contamos todo sobre esta lucha.

Jaina Valiente camina triste, atormentada por los fantasmas del pasado, sintiendo la ira de los habitantes del que antaño fuera su hogar. Todos la odian, todos quieren verla morir, y ella sufre... y tu sufres con ella. Es imposible no hacerlo. Con una maestría digna de elogio, Blizzard vuelve a sorprender con un relato apasionante, épico, ¡por momentos dramático!, que pone de nuevo el foco de atención en el eterno conflicto entre orcos y humanos, entre Horda y Alianza, dentro de ese maravilloso mundo de Warcraft que tantas alegrías nos ha brindado durante más de 20 años. Superada ya la colosal lucha contra la Legión Ardiente a la que hicimos frente en World of Warcraft: Legion, la nueva expansión de este exitoso MMORPG reduce la escala, se vuelve por así decirlo más pequeña y terrenal en lo argumental, pero también mucho más humana, emotiva, en el modo que retrata a algunos de los grandes héroes y villanos de este genial universo de fantasía. Y el resultado es notable aun cuando todavía World of Warcraft: Battle for Azeroth tiene mucho que demostrar.

El punto de partida de este nuevo videojuego no podía ser más impactante y a su vez, también, desconcertante. Jefa de Guerra de la Horda, Sylvanas Brisaveloz ha iniciado un despiadado conflicto armado contra la Alianza, llevando a cabo acciones tan terribles que incluso algunos de los suyos han perdido la confianza en el buen juicio de su líder. Atacar al enemigo está bien; pretender derrotar a los elfos de la noche en Darnassus es entendible, pero ya caídos en combate, masacrar inocentes y prender fuego al Árbol del Mundo Teldrassil es un crimen atroz que las tropas del rey Anduin Wrynn no pueden tolerar. ¡La guerra ha comenzado!, y con ella, millones de jugadores de todo el mundo vuelven a presumir de facción. "¡Yo soy de la Horda!", gritan algunos; "¡Por la Alianza!", claman otros, y entre medias, una gran y épica aventura de rol que te anima a querer seguir por muchos años más disfrutando de esta genial franquicia. Es el mayor logro de un videojuego que vuelve a destacar por su impecable narrativa y lo épico de su acción.


El arte de contar buenas historias

Vale, sí, al final la esencia es la de siempre: matar, matar y matar mientras recoges objetos de forma mecánica y charlas con montones de personajes. Lo que suena aburrido, a algo que llevas haciendo más de una década, pero Blizzard se las ingenia para que ocurra todo lo contrario; para que con el paso de las horas quieras profundizar más y más en la imponente historia de un videojuego que sorprende por su gran pulso narrativo.

El continente de Zandalar es uno de los más bellos y sorprendentes de World of Warcraft. El trabajo artístico de esta región es impresionante.
El continente de Zandalar es uno de los más bellos y sorprendentes de World of Warcraft. El trabajo artístico de esta región es impresionante.


Da igual que andes batallando por la defensa de una ciudad en plan épico, o que acompañes a una niña pequeña a través de un oscuro bosque encantado; los responsables de la serie Diablo atrapan como pocos gracias a un emocionante relato de fantasía que en esta ocasión también presenta tintes propios de una historia de terror. ¡Y es increíble! Sentirse dentro de un relato digno de Lovecraft mientras haces frente a la locura, al poder de dioses oscuros que amenazan con destruirlo todo, es una experiencia impagable. Hay muchas del estilo.

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La experiencia vuelve a ser ágil, intuitiva y sobre todo divertida

Por eso, aunque siento que el diseño de misiones es algo más irregular que en Legion, que a veces abusa en exceso de tareas mecánicas y sin gracia como matar y recolectar recursos, he disfrutado enormemente del viaje a través de las tierras de Kul Tiras y Zandalar, el nuevo escenario de juego en el que tiene lugar la acción. Qué decir. Poco le afecta que en lo técnico esté por detrás de MMORPG más actuales. Con un apartado artístico simplemente maravilloso, Blizzard vuelve a obrar un milagro creando dos regiones de juego que son una delicia para los sentidos. En especial la tierra de los trol con esos templos, junglas, populosas ciudades… ¡y dinosaurios! Porque en el universo de World of Warcraft todo es posible, y en las manos de los artistas de Blizzard, desprende una belleza sin igual. Sí, claro, los modelados de personajes y animaciones están lejos de lo visto en obras más recientes, pero poco importa cuando al final, Battle for Azeroth logra su principal objetivo, que no es otro más que sumergirte en un épico y colosal mundo de fantasía. Lo mejor es la variedad de localizaciones; cómo cada una de las tres zonas en las que se divide cada región presenta su propio estilo, sus propios desafíos, con una inusitada pasión por los detalles que os hará mirar boquiabiertos algunos de los paisajes del videojuego.

Análisis de World of Warcraft: Battle for Azeroth. Vuelta a las raíces de la serie


Blizzard vuelve a sorprender con una narrativa potente, épica, cargada de momentos inolvidables. ¡Incluso hay terror!, con zonas muy del estilo Lovecraft.
Blizzard vuelve a sorprender con una narrativa potente, épica, cargada de momentos inolvidables. ¡Incluso hay terror!, con zonas muy del estilo Lovecraft.


Los nuevos enemigos también lucen francamente bien, aunque a mi lo que me apasiona es el trasfondo argumental que se le ha dado a cada una de estas regiones. Lo decía antes. El modo en el que todas esas pequeñas historias confluyen en un arco argumental mucho mayor; la forma en la que todas esas tareas a las que has hecho frente tienen una épica resolución final es digno de alabanza. Esto se ve reflejado en las diez nuevas mazmorras para grupos que introduce la expansión, aunque el diseño de las mismas es un tanto irregular. Las hay que perfectamente podrían estar ya entre las mejores de la serie, por los retos que plantean, por los combates contra jefazos, por su original ambientación; pero también las hay algo más pobres que no terminan de ofrecer un desafío a la altura. Con diez nuevos niveles que escalar, hasta el 120, y nuevas armas y equipo defensivo que conquistar en el campo de batalla, la experiencia vuelve a ser ágil, intuitiva y sobre todo divertida.

Puedes explorar cada una de las tres regiones de Kul Tiras o Zandalar en el orden que desees, alternando misiones en una y otra zona; y como punto positivo, independientemente del bando que defiendas, podrás explorar las tierras de Horda y Alianza gracias a los puestos fronterizos que tu facción instalará, tras cumplir ciertos requisitos, en cada región. De esta forma tendrás la oportunidad de disfrutar del maravilloso mundo de Battle for Azeroth sin ninguna restricción, lo que viene perfecto para afrontar las misiones de mundo que comienzan a surgir una vez has completado las misiones principales de la historia. No es el único divertimento que encontrarás en el juego.

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De aventuras por las islas

Más allá de la brutal guerra entre Horda y Alianza, la historia de esta expansión gira en torno a las consecuencias de la lucha contra Sargeras, que antes de ser apresado golpeó el mundo de Azeroth con una descomunal espada. ¿El resultado? Este mundo de fantasía se desangra, muere poco a poco, tras haber dejado al descubierto la savia que le da vida. Se trata de la Azerita, una materia prima que se ha convertido en un preciado bien para las dos facciones… y para ti mismo, claro, que tendrás que combatir al enemigo para hacerte con este material, parte fundamental de otra de las novedades del videojuego: el colgante conocido como Corazón de Azeroth, que desempeña un papel similar a la Arma Artefacto de la anterior expansión, que aquí desaparece. ¿Qué ofrece? Os podéis hacer una idea.

Algunas de las mazmorras para grupos presentan combates contra jefes verdaderamente espectaculares.
Algunas de las mazmorras para grupos presentan combates contra jefes verdaderamente espectaculares.


Blizzard vuelve a obrar un milagro creando dos regiones de juego que son una delicia

Al alcanzar cierto nivel de habilidad tendremos opción de desbloquear nuevas habilidades y mejoras permanentes para el héroe. Pero no acaba aquí la cosa pues durante la aventura también encontraremos piezas de armadura de azerita cuyo poder estará ligado al del propio colgante, permitiéndonos también en este caso adquirir nuevas ventajas con las que personalizar más si cabe las destrezas combativas de nuestro personaje. La idea no está nada mal pues el funcionamiento de algunas de nuestras habilidades más importantes puede cambiar de forma interesante con las mejoras que ofrece este sistema, pero en general, hay pocos efectos que sorprendan tanto como lo hacían las Arma Artefacto de Legion. Lo que resulta decepcionante si tienes en cuenta que no hay nuevas habilidades o talentos de clase que aprender en el camino hasta el nivel 120. Si al menos contáramos con más opciones a la hora de personalizar el equipo, este sistema resultaría sin duda más emocionante pues, como digo, la idea no está nada mal. Habrá que ver cómo evoluciona el sistema con las futuras actualizaciones del videojuego.

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Con la azerita en el punto de mira de la Horda y Alianza, además de las misiones tradicionales, WoW: Battle for Azeroth introduce otra interesante y divertida forma de hacerse con este preciado bien: las Expediciones Insulares. La idea no podía ser mejor. Haz frente a emocionantes aventuras en equipos de tres jugadores mientras te enfrentas a lo desconocido en una gran variedad de islas. El matiz es importante. ¡Todo es aleatorio! Nunca sabrás qué desafíos aguardan en un escenario de juego cambiante, por momentos caótico, en el que lucharás contra personajes controlados por el juego, pero también contra otro equipo de jugadores si así lo deseas.

Jefazos, oleadas de monstruos, minas repletas de azerita… con retos cada vez más difíciles, estas misiones opciones suponen un buen alivio a las tareas habituales del universo World of Warcraft aunque, por desgracia, no terminan de marcar la diferencia como prometían. Sí, son divertidas y, sí, son tan frenéticas que en cuestión de minutos te verás batallando como loco. No pasa de ahí; de ser un mero pasatiempo para un rato, algo repetitivo además, salvo que Blizzard comience a introducir mejoras que exploten todo su potencial.

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Al final es una sensación que se repite mucho a lo largo de la aventura. Hay muy buenas ideas, unos cimientos robustos y momentos que son oro puro para cualquier fan de Warcraft, pero el acabado general se siente algo inferior al de Legion. Las misiones, como decía, presentan un buen trasfondo argumental pero en esta ocasión Blizzard peca de repetir viejos vicios del género con demasiadas tareas rutinarias que le restan atractivo al conjunto. Lo decía antes. El viaje por Zandalar y Kul Tiras es emocionante, una experiencia que todo fan de la saga debe vivir, pero le falta la fuerza y épica de la anterior expansión. Y esto lo digo a la espera de disfrutar de la primera Raid que arranca en cuestión de días, que al final son los grandes eventos que determinan el éxito o fracaso de cada expansión.

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Las razas aliadas presentan algunas nuevas habilidades raciales de lo más divertidas, pero se echan en falta nuevos talentos para nuestros héroes.
Las razas aliadas presentan algunas nuevas habilidades raciales de lo más divertidas, pero se echan en falta nuevos talentos para nuestros héroes.


Por ahora las impresiones son muy positivas. Hay mucho por descubrir todavía, grandes batallas que librar, y en lo argumental esta puede ser una de las aventuras más sorprendentes y emotivas de toda la saga. Además, Blizzard ha sabido dotar de aires renovados a su vertiente PvP, acabando con la separación de servidores PvP y PvE. Quienes quieran pelear contra la facción contraria pueden activar el Modo Guerra para disfrutar de una experiencia más peligrosa, sí, pero también mucho más emocionante que también sabe recompensar mejor el esfuerzo.

En este sentido, me encanta que en cualquier momento puedas ser señalado como un objetivo a batir por el ejército contrario, convirtiendo la acción en una carrera por la supervivencia. Los aficionados al competitivo también pueden disfrutar de un nuevo campo de batalla que deja de lado la conquista de torres en favor de la recolección de azerita, imitando en cierto modo la lucha de los battle royale en el sentido de que ¡te lanzas en paracaídas! dispuesto a enfrentarte a todos en una guerra trepidante.

La guerra es la temática central de un videojuego que también busca homenajear a las entregas clásicas de la serie Warcraft con un nuevo y prometedor modo llamado Frentes de Guerra que básicamente propone a 20 jugadores construir una base, recolectar recursos y luchar contra los enemigos. La estrategia será pues el eje central de un modo de juego que estará disponible en septiembre. De esta clase de contenidos, de la política de actualizaciones que siga Blizzard, dependerá que Battle for Azeroth alcance todo su potencial. De momento el videojuego apunta maneras; tiene una buena base jugable y, por supuesto, un potente argumento que sin deslumbrar como lo hizo Legion te atrapa como pocos juegos consiguen.

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Blizzard ha sabido dotar de aires renovados a su vertiente PvP

La lucha entre Horda y Alianza, la loca cruzada en pos de sumar nuevos aliados para la causa, anima a cualquiera a seguir viviendo aventuras en el mundo de World of Warcraft. Y ya que hablo de nuevas alianzas, no quiero olvidarme de las razas aliadas que se suman a la lucha… siempre y cuando nos ganemos su confianza. Enanos Hierro Negro, Tauren de Monte Alto, Orcos Mag'har y el resto de incorporaciones aportan sutiles diferencias a las clases ya conocidas, con algunas habilidades que son un espectáculo, y otras que son realmente divertidas, como la capacidad de invocar un buzón por parte de los Elfos Nocheterna. Buenas incorporaciones que, como digo, nos dejan con una gran expansión de contenidos que, eso sí, queda, al menos por ahora, por detrás del fantástico Legion. ¡Que sus actualizaciones me hagan equivocarme!

Muy Bueno

Sin sello
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World of Warcraft: Battle for Azeroth

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Las expectativas eran altas pero lo cierto es que World of Warcraft: Battle for Azeroth cumple con lo esperado, si bien es verdad algunas de sus grandes promesas se quedan a medio gas. La nueva guerra entre Horda y Alianza promete hacernos vivir emocionantes batallas durante los próximos meses, pero el diseño de las misiones se siente menos trabajado que en Legion. Novedades como las Expediciones Insulares o el Corazón de Azeroth tampoco terminan de sacar a relucir todo su potencial, aunque el viaje por las tierras de Kul Tiras y Zandalar es una experiencia emocionante, divertida y épica que merece la pena vivir.

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  • Las nuevas zonas de Kul Tiras y Zandalar. Artísticamente son una pasada
  • Buen trasfondo argumental e imponente banda sonora
  • Las mazmorras para grupos y la épica de algunas misiones
  • Las mejoras en el sistema de artesanía y las nuevas razas aliadas
  • Se abusa en exceso de las misiones rutinarias carentes de emoción
  • Las Expediciones Insulares son divertidas pero también algo repetitivas
  • El Corazón de Azeroth y algunas mazmorras no sacan todo su potencial
Jugadores: Multijugador Masivo
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Incalculable
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