Análisis de Dark Void

Análisis de Dark Void
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Una de las primeras citas ineludibles para los amantes de la acción a comienzos del 2010 parecía ser Dark Void: Sin embargo el videojuego de Airtight Games para Capcom no consigue despegar y estrella lo que parecía un concepto fantástico por culpa de una dudosa jugabilidad.

Todos los videojuegos que muestran algún rasgo distintivo –sean de grandes compañías o de pequeños estudios “indie”- despiertan enorme expectación en la redacción de 3DJuegos. Sin embargo también hay decepciones, y si bien Dark Void no es ni mucho menos un videojuego execrable, lo cierto es que las expectativas que desató su lanzamiento no se corresponden en absoluto con el resultado final.

Airtight Games debuta demostrando que, si bien en su momento y bajo otro nombre realizaron interesantes arcades de aviación, quizá estén algo verdes en lo que a acción se refiere. Dark Void tiene tantas virtudes como defectos, y eso en estos instantes se transforma en un lastre criminal para una jugabilidad que contaba con mimbres de sobra para haber destacado.

Así pues el videojuego divide su experiencia en tres vertientes claramente diferenciadas: Shooter, combate aéreo e incluso un leve componente de plataformas, todas ellas unidas por el nexo del Jet-Pack que nuestro personaje porta en su espalda. ¿El problema? Pese a que todos los estilos jugables conforman una interesante, variada y compacta unidad, la realidad es que por separado no acaban de funcionar con suficiente profundidad, y ese es precisamente el mayor problema del título.

En Dark Void seremos Will, un humilde piloto de aviación que descubrirá  las criaturas del Vacío y se unirá  a La Resistencia humana que trata de plantarles cara.
En Dark Void seremos Will, un humilde piloto de aviación que descubrirá las criaturas del Vacío y se unirá a La Resistencia humana que trata de plantarles cara.

El Vacío –Historia-
Comenzaremos la aventura más o menos tan desorientados como nuestro protagonista. Tras un prólogo algo desconcertante en el que pilotaremos el Jet-Pack maximizado del que disfrutaremos más adelante en la aventura, táctica habitual del género la de presentar como inicio elementos que descubriremos más adelante, conoceremos a nuestro protagonista, un piloto de aviación de mediados del siglo pasado.

Su mundo es idéntico al que conocemos nosotros, y su avión es el clásico carguero de la época. El mundo de nuestro protagonista da un vuelco cuando una ex pareja suya vuelve a entrar en su vida para solicitarle lo que parece ser un viaje rutinario, aunque lógicamente las cosas distarán mucho de ser como nuestro héroe hubiera esperado.

Sobrevolando el Triángulo de las Bermudas el aeroplano donde viaja la pareja sufre un terrible accidente que los manda a parar a una misteriosa isla donde nada es lo que parece. No tardaremos mucho en conocer a los indígenas moradores de la roca, y tampoco en descubrir que en realidad esta mítica zona geográfica del atlántico que dibuja la isla Bermuda, Puerto Rico y Florida es en realidad una brecha al Vacío.

Dark Void tiene mucho de shooter convencional y más bien poco del resto de sus facetas. Una verdadera lástima.
Dark Void tiene mucho de shooter convencional y más bien poco del resto de sus facetas. Una verdadera lástima.

Tardaremos poco tiempo en descubrir que la isla esconde toda clase de secretos y misterios llegados de esa otra dimensión, y que las tribus locales adoran a unos dioses reptilianos en un gigantesco monolito que parece esconder ciertas conexiones con los peligrosos robots que moran en esta montañosa porción de tierra y que aterrorizan a los lugareños.

No podemos hablar más del argumento sin empezar a revelar detalles que harían flaco favor a la experiencia de descubrirlos por parte del jugador, pero sí revelaremos algunos factores totalmente inocuos para el lector como la desconcertante presencia de Nikola Tesla que nos echará una mano con sus inventos, o la inevitable subtrama romántica entre el protagonista y la joven que le encarga el trabajo. Descubriremos poco a poco algunos detalles sobre la relación que ambos mantuvieron en el pasado, y que se mueve dentro de los típicos reproches mutuos sobre quién abandonó a quién y sobre cuál de los dos tenía problemas para comprometerse.

Dark Void es, también en su argumento, un videojuego desaprovechado. La historia de la tribu que venera a sus dioses reptilianos y que vive atemorizada por los gigantescos y temibles robots podría haber sido muy interesante con algo más de tratamiento, y algunas figuras como las de La Resistencia humana ante la amenaza que surge del Vacío parecen premeditadamente tratadas de forma superficial. No obstante hasta cierto punto de la aventura el título se sigue con un interés más que razonable puesto que los acontecimientos se suceden con buen ritmo manteniendo en vilo al jugador, sin embargo con el proceder de la campaña ésta va perdiendo fuelle a medida que transcurre hasta alcanzar una segunda mitad francamente decepcionante.

Las dinámicas de coberturas funcionan bien en Dark Void. Podremos resguardarnos tras los elementos del escenario, y asomar el cuerpo para disparar o hacerlo a ciegas sin exponernos.
Las dinámicas de coberturas funcionan bien en Dark Void. Podremos resguardarnos tras los elementos del escenario, y asomar el cuerpo para disparar o hacerlo a ciegas sin exponernos.

Desde las Alturas… –Jugabilidad: Lo Positivo-
Obviando ya los aspectos argumentales toca hablar de la faceta jugable, y ahí es donde comienza la variedad de aspectos positivos y negativos que conforman la experiencia de Dark Void. Para empezar debemos dejar claro que el título de Airtight Games únicamente cuenta con una campaña individual de entre 8-10 horas de duración con total ausencia de multijugador, y que la rejugabilidad de ésta queda reducida a volverla a superar en niveles de dificultad superiores.

El agridulce sabor de boca que, desgraciadamente, deja Dark Void está relacionado con la presencia de buenas ideas e interesantes conceptos que no acaban de funcionar por una ejecución que no resulta particularmente brillante, y que puede deberse a la falta de experiencia de sus creadores en el género de la acción.

Sin embargo vamos a ser constructivos y empezar a mencionar las partes positivas del título, que sin duda son muchas, y que ayudan a que la experiencia del disfrute de este lanzamiento sea algo positiva pese a los grandes lastres que el título acusa.

El conglomerado de tres géneros –shooter, vuelo y plataformas- funciona razonablemente bien en el sentido de que consigue que la experiencia jugable sea lo suficientemente variada como para no resultar aburrida. Los problemas que acaban eclipsando las virtudes de estas tres partes los describiremos más adelante, pero en líneas generales el concepto de Dark Void funciona bien y puede resultar muy atractivo si sólo rascamos la superficie.

La ausencia de multijugador no haría tanto daño a Dark Void si su campaña fuera algo más larga y, sobre todo, divertida.
La ausencia de multijugador no haría tanto daño a Dark Void si su campaña fuera algo más larga y, sobre todo, divertida.

La jugabilidad está fundamentalmente marcada por el componente shooter. Aquí disfrutaremos de ruidosos tiroteos al más puro estilo Gears of War o Uncharted, en los que el uso de coberturas es primordial. Todos los escenarios están salpicados por abundantes elementos sobre los que apoyar nuestra espalda, y el protagonista podrá desplazarse rápidamente de unos a otros para acabar con sus enemigos desde diferentes ángulos.

Hay también un componente de mejora de armamento al que accederemos por medio de los Tecnopuntos que los propios enemigos irán dejando al caer cuando acabemos con ellos. El sistema nos permite liberar aumentos de rendimiento para nuestro arsenal en los polvorines, estableciéndose una serie de precios para los diferentes accesorios que podemos incorporar.

Por otra parte hay un segundo pilar sobre el que pivota toda la jugabilidad de Dark Void y lo que lo hace realmente que el título sea genuino, sobrepasando la parte shooter en la cuál es ciertamente genérico. Aquí experimentaremos vertiginosos combates por los cielos de los escenarios y, lo que es mejor, alternaremos en algunos niveles el combate a ras de suelo con el aéreo sin transiciones ni intromisiones de tiempos de carga.

Los enemigos de color rojo ofrecen más dificultades que los peones corrientes por su condición suicida. Todos son unos imprudentes, pero éstos cuentan con habilidades explosivas que los hacen más peligrosos.
Los enemigos de color rojo ofrecen más dificultades que los peones corrientes por su condición suicida. Todos son unos imprudentes, pero éstos cuentan con habilidades explosivas que los hacen más peligrosos.

Es aquí donde más brilla Dark Void, superando con creces su poco interesante vertiente de acción en tercera persona. Los combates aéreos son algo complicados de manejar, pero muy interesantes y frenéticos, y la posibilidad de desplazarnos con nuestro Jet-Pack o incluso de robar las naves a nuestros enemigos conforman unas escenas de acción verdaderamente espectaculares.

Por otra parte, y con ánimo de aportar todavía más variedad al conjunto, encontramos los pequeños lapsos de plataformas. Con éstos recorreremos los niveles saltando de superficie en superficie, y agarrándonos de los extremos de las diferentes tarimas que acaba generando el escenario.

Cantidad de elementos y mucha variedad es principalmente lo que se puede rescatar en positivo de la experiencia jugable de Dark Void. Sin embargo, como ya hemos señalado, cada uno de estos factores tiene su contrapunto negativo, y es que las deficiencias de la IA, las imprecisiones del control y una cierta sensación de tedio general son aspectos que no nos podremos quitar de encima con el lanzamiento de Airtight Games, y que acaban haciendo que el atractivo inicial que desprende el videojuego se acabe diluyendo en una experiencia francamente aburrida a corto plazo.

Resulta llamativo que haya que vaciar prácticamente un cargador entero sobre los peones para acabar con ellos, pero para matar a uno de sus superiores sólo haya que utilizar un par.
Resulta llamativo que haya que vaciar prácticamente un cargador entero sobre los peones para acabar con ellos, pero para matar a uno de sus superiores sólo haya que utilizar un par.

…Hasta los Infiernos –Jugabilidad: Lo Negativo-
Por ahora hemos descrito lo positivo, con un especial énfasis en el robusto conjunto que se logra con las tres vertientes jugables que abarca el título y que, de contar con una ejecución superior, podrían haber deparado grandes resultados en términos de diversión. Lamentablemente ahora toca hablar de los aspectos negativos, y es que la práctica totalidad de elementos excelentes o innovadores con los que cuenta Dark Void tienen un contrapunto negativo que acaba por lastrar en buena medida sus posibilidades y por dejar al título en una peligrosa y mediocre tierra de nadie.

Para empezar hay algunos problemas de tipo conceptual que entorpecen muy mucho la diversión que puede ofrecer el videojuego. Son varios, sin embargo el más importante es el que hace referencia a la fuerza del combate cuerpo a cuerpo, que acaba siendo una opción mucho más interesante que las armas de fuego.

Si la posibilidad de golpear de cerca de nuestros enemigos estuviera bien trabajada e implementada no tendríamos problema alguno en reconocer como una virtud su importancia, sin embargo nuestro golpeo es devastador capacitándonos para acabar con los peones enemigos de un solo impacto y sin recibir daño durante toda la animación del combate. A parte de esa importante pega también hay que señalar que la acción no requiere más por nuestra parte que la pulsación de un botón, lo que se acaba traduciendo en que a menudo podremos superar muchas zonas en los tres niveles de dificultad sencillamente corriendo hasta nuestros enemigos y acabando con ellos uno por uno a culatazos, reduciendo el componente shooter a la mínima expresión.

A esto, lamentablemente, hay que sumar la manifiesta incompetencia de la IA, que a menudo hace gala de actitudes suicidas, no se cubre para recargar y no hace gala de reacción alguna ante el flanqueo. Su inoperancia se hace especialmente notoria en la vertiente de acción en tercera persona, aunque en los niveles de combate aéreo resulta también francamente decepcionante. Cuesta imaginar cómo este ejército de robots ha logrado hacerse hueco en la galaxia con técnicas tan pobres, aunque es justo señalar que también algunas criaturas y bestias contra las que nos enfrentaremos son igualmente ineficaces.

Por otra parte si entre lo positivo hemos destacado la presencia de un cierto componente de personalización, en su reverso negativo tenemos que mencionar lo simple que éste resulta. Las opciones son tremendamente escasas, las armas no demasiado variadas y la influencia de nuestras adquisiciones notoria pero no particularmente impactante.

La verticalidad es uno de los principales elementos de identidad de Dark Void, sin embargo no está bien entendida según nuestro criterio. El control del escalado debería ser mucho más intuitivo.
La verticalidad es uno de los principales elementos de identidad de Dark Void, sin embargo no está bien entendida según nuestro criterio. El control del escalado debería ser mucho más intuitivo.

En última instancia hay que constatar que Dark Void es un videojuego de difícil control. El título ha mejorado mucho en este sentido desde que lo vimos en primera instancia en el ya lejano Captivate 09 del pasado mes de abril, y ahora resulta mucho más intuitivo; sin embargo apuntar en vuelo sigue siendo muy complicado, y el videojuego lo compensa siendo muy generoso con nuestra tasa de disparos, puesto que aunque no apuntemos del todo bien éstos probablemente impactarán sobre nuestros oponentes.

Sin embargo donde el videojuego se lleva la palma en términos de falta de precisión en el control es en las fases verticales. En determinados momentos de los niveles el título nos emplazará a agarrarnos de las plataformas mirando hacia arriba en posición perpendicular a la pared. Una maniobra complicadísima de la que no acabamos de entender el motivo, y que hace que las propias plataformas se conviertan en elementos de cobertura para pasar a un innecesariamente complejo y francamente torpe conato de shooter vertical.

En resumidas cuentas, ¿en qué devienen estos problemas? En una jugabilidad que resulta aburrida y tediosa. La escasa resistencia que oponen los enemigos incluso en los niveles de dificultad más altos es frustrante por pura ausencia, y muy pocas facetas del videojuego acaban por funcionar como deberían.

El combate cuerpo a cuerpo nos deja salvajes ejecuciones. Lástima que su recurso acabe siendo sobreutilizado por el jugador ante las facilidades que ofrece.
El combate cuerpo a cuerpo nos deja salvajes ejecuciones. Lástima que su recurso acabe siendo sobreutilizado por el jugador ante las facilidades que ofrece.

Bienvenidos al Caos –Gráficos y Tecnología-
Gráficamente Dark Void es algo menos espectacular de lo que cabía esperar en primera instancia. Esto no quiere decir que el título sea decepcionante en este campo, todo lo contrario, pero sí esperábamos algo más de detalle y trabajo en todos los sentidos.

Por lo que se refiere a su dirección artística el videojuego adopta un estilo que lo acerca más al cine de animación que a los videojuegos. Una decisión arriesgada que se revela acertada a medias: Los personajes carecen casi por completo de carisma, sin embargo el tono ligero y liviano encaja bien con el corte de ciencia ficción del título.

Los principales caracteres están bastante bien detallados a pesar de su discutible diseño, aunque los enemigos pecan de ser excesivamente reciclados y, por ejemplo en el caso de los robots, de contar con diseños demasiado similares a los de otras sagas, Mass Effect, por citar el caso.

En otro orden de cosas, y hablando de los escenarios el título es bastante reiterativo, y quizá no saca todo el partido posible de lo que se podía haber conseguido con una imaginería visual que hubiera estado a la altura. Si bien hay mucho reciclaje en las zonas de selva o de entornos futuristas, por el contario el videojuego también nos deja algunas localizaciones memorables que salpican con su novedad esporádicamente un conjunto tremendamente genérico. Por mencionar un caso el espectacular barco colgado en posición vertical de un acantilado que deberemos escalar para huir de nuestros enemigos, un destello brillante entre tanto patrón repetitivo.

Con el transcurso de la aventura iremos desbloqueando armas y liberando mejoras para ellas. El rifle de francotirador es una de las más interesantes.
Con el transcurso de la aventura iremos desbloqueando armas y liberando mejoras para ellas. El rifle de francotirador es una de las más interesantes.

Por lo que respecta a la faceta tecnológica nada demasiado bueno o malo que comentar en este campo. El videojuego cumple con una tasa de imágenes por segundo estable la mayor parte del tiempo, y con unas físicas aceptables aunque en ocasiones algo más rocambolescas de lo que podría considerarse realista. Las animaciones llevan consigo la misma línea exagerada y caricaturesca de los modelados, y el tratamiento del alisado de dientes de sierra y la sincronía vertical no pasa de lo meramente aceptable.

Los efectos de sonido cumplen, la banda sonora es adecuada aunque no demasiado inspirada y el título llega a nuestro país con sus voces en inglés y la única traducción a nuestro idioma de los textos.

Discreto

Sin sello

Dark Void

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Desafortunadamente Airtight Games no lo ha conseguido. Contaban con mimbres e ideas para labrar un estupendo videojuego de acción, pero han quedado a medias en casi todos sus apartados. Con mejoras en la IA, mejor ejecución y un planteamiento más divertido, Dark Void podía haber sido un gran título.

Comprar Dark Void
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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