Cientos de enemigos marchan con una sola idea en la cabeza: ¡acabar contigo! ¿Se lo vas a permitir? Como verás en el análisis de Conan Unconquered sufrirás más de una derrota, pero la acción de este videojuego de estrategia es tan intensa que te será difícil no pasarlo bien.
Nada puede con ellos. Mueren, a cientos, pero siguen llegando oleada tras oleada. Los cadáveres se amontonan a los pies de las murallas y el hedor es tan terrible, que la putrefacción comienza a propagarse como una enfermedad que debilita a los escasos supervivientes. Pero sigo, ¡no me rindo!, me niego a darlo todo por perdido… y ellos tampoco. Sus ataques son cada vez más devastadores, más fieros, golpeando la fortaleza desde todos los frentes. ¡Es un infierno! Una auténtica locura en la que no te puedes permitir el lujo de pararte unos segundos. Es tan intenso, un caos tan emocionante y épico que aún cuando sufres una estrepitosa derrota, y las sufrirás a montones, disfrutas de la experiencia que propone Conan Unconquered, el nuevo trabajo del veterano equipo de Petroglyph formado por antiguos creativos de Westwood Studios.
Su premisa es la misma que ha llevado al éxito a They Are Billions, el sorprendente videojuego de estrategia desarrollado por el estudio español Numantian Games, proponiéndonos ni más ni menos que sobrevivir a los ataques de unos enemigos que no parecen tener fin. Son más, muchísimos más soldados de los que puedes entrenar y mantener con tus escasos recursos, así que no queda otra más que usar el ingenio y la cabeza para frenar y masacrar esta letal avalancha. ¿Emocionante? Sí, mucho… hasta que deja de serlo. Porque aunque la base de juego tiene un potencial increíble, Conan Unconquered se siente como una oportunidad perdida para crear un fantástico videojuego de estrategia protagonizado por el fiero bárbaro al que dio vida el escritor Robert E. Howard hace ya casi un siglo. Es divertido, sí, pues te hará pasar grandes momentos mientras combates a las huestes enemigas, pero también se queda corto de contenidos con demasiada rapidez dejándote con la amarga sensación de que pudo ser genial.
¿Resistirás el asedio de Conan Unconquered?
Hay pocas situaciones más emocionantes que sobrevivir a una demencial lucha contra decenas de soldados, nigromantes, arañas gigantes, demonios de fuego y hasta una serpiente descomunal. Es épico, ¡brutal!, y por eso es fácil disfrutar de la loca acción que plantea Conan Unconquered. Entiendo a aquellos que hubieran preferido un videojuego de estrategia tradicional, ¡soy el primero que lo deseaba!, pero también os digo que la experiencia de supervivencia que propone da para crear un juego inolvidable capaz de hacerte vibrar de pura emoción con sus devastadoras batallas. Desgraciadamente lo consigue… pero solo en parte.
Resistir el constante asedio de los enemigos es una auténtica pesadilla. No se cansan, no se rinden, y por supuesto no te dejan ni un segundo de respiro. ¿Has acabado con una oleada? Ármate de valor porque pronto llegará la siguiente. Así una y otra vez; golpeando donde más duele, dañando tus estructuras o matando a los pocos soldados que tienes bajo tu mando. La amenaza es constante, por eso tu primer pensamiento es el de construir cuantos más muros y soldados mejor. ¡Toda defensa es poca! Y sí, claro, es ideal para exterminar enemigos a decenas sin poner tu vida en riesgo pero… ¿puedes pagar todo eso? Ya te adelanto que no, no puedes, porque la economía en Conan Unconquered es uno de los grandes desafíos a los que tendrás que hacer frente. ¿La razón?
Es divertido, pero se queda corto de contenidos
Necesitas recursos y oro para construir estructuras y entrenar unidades, pero también para mantenerlas en funcionamiento. ¿Se ha acabado el hierro? ¿Tal vez falta madera? Los edificios que hicieran uso de estas materias primas dejarán de funcionar, sin más, dejándote indefenso ante las huestes enemigas. Sé lo que estás pensando. Basta con construir más minas o cabañas de leñador ¡y problema resuelto!, los almacenes volverán a estar repletos de materiales. Pero no; nada es tan fácil como esto en Conan Unconquered. Ese coste de mantenimiento del que os hablaba te obliga a ser lo más eficiente posible. Muchas minas o mucho de lo que sea implica pagar más, lo que te dejará sin oro o ciertos recursos que más adelante podrías necesitar para adiestrar mejores tropas o construir edificios avanzados.
Conan Unconquered es un videojuego implacable que no perdona los errores. Es difícil, a veces un tanto frustrante, pero de alguna forma te invita a seguir jugando, a seguir probando nuevas estrategias de combate hasta lograr la victoria. Es una sensación increíble. Comentar cada partida; debatir con amigos cómo podrían superarse ciertos desafíos, cómo derrotar a cierta clase de enemigos sin sufrir más de la cuenta. Y son estos detalles los que muestran el enorme potencial que atesora Conan Unconquered. Por desgracia el videojuego de Petroglyph se siente falto de contenidos. Hay varias estructuras defensivas a las que recurrir y un buen puñado de tropas a las que entrenar pero, sinceramente, sabe a poco. Se echa de menos una mayor variedad en la acción; más formas de combatir a unos enemigos que tampoco son tan numerosos y variados como cabría esperar.
¡A las armas! La lucha comienza
La gestión de recursos es un desafío, cosa que me gusta, pero también termina siendo un poco tediosa y frustrante. Hay poco que hacer, pocas variaciones en el modo en el que expandes tus defensas, con unos costes de producción tan elevados que sí, al final te harán valorar a cada unidad como un tesoro, pero también limita mucho el que puedas experimentar con la loca acción de Conan Unconquered. Tienes calderos de aceite hirviendo, braseros con los que podrás disparar usando fuego, pozos que absorberán las almas de los caídos para que los hechiceros hagan buen uso ellas... y casi que no puedes recurrir a todas estas opciones porque no tienes recursos suficientes.
Entiendo que esta es la gracia del videojuego. Obligarte a tomar decisiones en las peores condiciones posibles; llevarte al borde de un ataque de nervios moviendo tus escasas tropas de un lado a otro mientras los enemigos atacan en masa, siendo además unos bastardos en el sentido de que explotarán tus puntos débiles. Pero me falta algo. Es emocionante, épico y espectacular... pero también algo simple y repetitivo. No hay formaciones de combate y ni tan siquiera la figura de los héroes encarnados por Conan, Valeria y Kalanthes se siente del todo bien. Son más fuertes, claro, tienen una habilidad especial con la que masacrar a decenas de un solo golpe y también pueden equiparse artefactos mágicos para mejorar sus destrezas, pero ya está. No hay mucho más. De nuevo, sabe a poco.
Es un videojuego implacable que no perdona los errores
Duele que una licencia creativa con tantísimo potencial se haya quedado a medio camino. Tiene destellos geniales. Hay unidades de combate que son puro Conan, como esas catapultas de cadáveres que propagarán enfermedades y a las que tendrás que dar caza lo antes posible para evitar una catástrofe, pero tras unas cuantas partidas empezarás a notar cierta fatiga por repetir una y otra vez las mismas acciones. No da lugar a la improvisación; a buscar nuevas formas de proteger tus dominios. Y es una pena cuando tienes estructuras que ayudan a potenciar ciertos recursos, como la rueda de esclavos que aumenta la población, o incluso la magia y religión, con ese coloso de Mitra al que podrás invocar en los compases iniciales de la partida. Pero es que ni tan siquiera la campaña ayuda a paliar estas sensaciones. Es una sucesión de misiones con el mismo objetivo de sobrevivir, que sirven a modo de tutorial… pero casi sin información y ayudas para entender bien la acción. Aprendes por la fuerza, a base de sufrir y perder.
A pesar de que he disfrutado mucho de las batallas de Conan Unconquered, también me siento decepcionado por lo que pudo y no fue. Hay mucha épica en los combates. Cuando la pantalla se llena de enemigos y la música empieza a sonar con ese estilo tan propio de las películas cuesta no emocionarse y simplemente disfrutar del espectáculo. Además tienes la oportunidad de compartir la lucha junto a un amigo gracias al multijugador cooperativo de Conan Unconquered, que es realmente divertido, o bien desafiar a otros proponiéndoles superar tu marca en escenarios concretos, así que tienes horas por delante para sacar provecho a la sangrienta lucha que proponen los autores de las ansiadas remasterizaciones de Command and Conquer. Sin embargo, ahí está la pega. Quieres más ejércitos, una mayor variedad de escenarios, de tropas, de opciones con las que combatir. Sin ellas, Conan Unconquered es un buen juego que está lejos de alcanzar su máximo potencial. Y es una pena.
Aunque sus brutales batallas resultan divertidas y emocionantes Conan Unconquered se siente como una oportunidad perdida. Tiene el potencial para sorprender con su desafiante acción estratégica, y en parte lo consigue, pero por desgracia se queda corto de contenidos con demasiada rapidez. Así que sí, disfrutarás de la lucha, pero lo harás mientras piensas en lo genial que habría sido tener más tropas bajo tu mando, nuevas trampas, más enemigos o simplemente desafíos más variados.
- Luchar contra decenas de enemigos y sobrevivir es una experiencia emocionante
- Arañas gigantes, nigromantes, catapultas de cadáveres… ¡es un infierno!
- Un cooperativo muy divertido y gran banda sonora con el estilo de las primeras películas
- La inteligencia artificial es capaz de lo mejor y lo peor
- Se echan en falta más unidades, más edificios, más de todo para tener un juego mejor
