Una de las mascotas más adorables de la saga Final Fantasy, los Chocobo, regresan en una nueva remasterización que esta vez se deja querer en PS4 y Switch. Análisis de Chocobo's Mystery Dungeon Every Buddy!
Las remasterizaciones son un filón que las compañías van a exprimir durante muchos años, estoy convencido. Y como en todo, las hay mejores y peores y, más importante, las que tienen más o menos sentido. Por fortuna, la que acaba de llegar a través de los servicios de descarga de PS4 (PSN) y Switch (eShop) me parece bastante interesante, Chocobo's Mystery Dungeon Every Buddy!, una nueva versión basada en los videojuegos que aparecieron hace ya bastantes años primero en Wii y más tarde en Nintendo DS.
Se trata de uno de los spin-off más conocidos y queridos por la comunidad de jugadores de todos los que se han realizado hasta la fecha basados en la popular serie de Square Enix… si bien en mi opinión Final Fantasy Tactics sigue siendo el mejor de todos (por cierto, ¿para cuándo una entrega nueva?). Una aventura que se aleja bastante de lo vivido en las obras ligadas a la serie principal pero que conserva ciertos elementos característicos, como el factor RPG o la posibilidad de escoger entre varias profesiones, por ejemplo.
La narrativa no es que sea la más original jamás ideada pero se sigue con cierto interés a través de varias escenas de vídeo que se intercalan de cuando en cuando a lo largo del juego. Cid y su inseparable mascota Chocobo son los grandes protagonistas, si bien nosotros controlamos únicamente a dicho “polluelo” amarillo. Como cazatesoros profesionales, su búsqueda los lleva hasta una joya de un valor incalculable… que cae en manos inapropiadas y, para colmo, justo después ambos personajes son absorbidos por una especie de agujero dimensional para acabar aterrizando en una aldea muy extraña denominada Lostime.
La particularidad más destacada que posee este pueblo tiene que ver con su campanario: cada vez que repica la campana, sus habitantes pierden la memoria. Una situación que dichos vecinos contemplan como algo natural e incluso beneficioso (empezando por su alcalde), si bien una joven (Shirma) no está para nada de acuerdo con la forma de vivir de sus conciudadanos y decide ayudar a los protagonistas en su lucha para recuperar sus recuerdos.
Las batallas por turnos se desarrollan de manera muy fluida
¿Y cuál es la forma de conseguir tal fin? Pues adentrarse en la mente de los distintos personajes que van desfilando a lo largo de la aventura, y para ello contamos con la inestimable ayuda del pequeño Raffaello. Este curioso personaje posee la capacidad de transformar los recuerdos de la gente en mazmorras. Y como ya sospecharéis, cuanto más intrincado sea dicho recuerdo, el diseño, extensión y demás características de dicha mazmorra se ajustarán convenientemente. Las primeras que superamos son bastante sencillas y actúan como tutoriales prácticos, pero a medida que progresamos se van complicando de manera progresiva hasta encontrarnos con auténticos laberintos que constan de docenas de plantas.
Mazmorras muy particulares
La dinámica de juego que posee Chocobo's Mystery Dungeon Every Buddy! resulta bastante simple y consta de dos “etapas” (por así definirlas) muy concretas. Cuando estamos fuera de las mazmorras, es posible explorar un mapeado más o menos extenso en el que encontramos personajes con los que dialogar (textos en inglés), casas que podemos investigar, objetivos a los que acercarnos para ir avanzando, mercadear en las tiendas correspondientes, efectuar actividades (como pescar) para relajarnos, descansar… Sin embargo, lo más interesante llega cuando toca adentrarse en dichas mazmorras.
Controlando al Chocobo de turno, el cual por cierto puede ser afín a una buena remesa de profesiones distintas (Caballero, Ninja, Ladrón, Mago Blanco y Negro…) que le confieren habilidades bien diferenciadas, tenemos que recorrer planta por planta mapeados de diseño laberíntico y procedural en los que es fácil perderse. Y nuestro objetivo final consiste en llegar a la parte más baja de la misma para enfrentarnos al jefe final de turno.
Evidentemente dicha tarea no es precisamente sencilla, dado que es necesario tener en cuenta varios factores. Para empezar y más allá de tener que orientarnos, cada planta está infestada por trampas (algunas de ellas invisibles) así como monstruos de todo tipo. La particularidad que posee esta producción y que la separa de la mayoría de títulos similares es su planteamiento. Cada vez que nuestro Chocobo avanza por cada casilla, los adversarios hacen lo propio. Y lejos de ser un detalle menor, esta característica insufla al título un componente estratégico muy notable dado que es preciso medir cada paso que damos para tratar de sacar ventaja… o justo lo contrario.
Visual y técnicamente se nota que viene de un título de la pasada generación
Las batallas tienen lugar por turnos pero se desarrollan de manera muy fluida, pudiendo efectuar tanto acciones convencionales como ataques especiales o usar ítems de todo tipo… es decir, lo habitual en cualquier RPG, pero algo más simplificado. ¡Pero a esto se añade un pequeño matiz más que también es necesario tener en cuenta!: el medidor de hambruna del Chocobo. A medida que avanza y consume calorías, nuestro pollito va perdiendo frescura y necesita comer porque, de lo contrario, su nivel de salud va reduciéndose. Otro detalle más que enriquece la jugabilidad. Y aparte de todo esto, mientras exploramos los escenarios podemos ir recopilando objetos útiles con los que es posible equipar a nuestro protagonista.
Lo bueno del caso es que podemos realizar todas estas tareas tanto en solitario como acompañados de un amigo gracias al modo cooperativo que incluye Chocobo's Mystery Dungeon Every Buddy!, una opción bastante estimable. ¡Pero nunca estaremos solos del todo aunque juguemos en solitario! Eso es, porque la innovación más plausible que presenta esta remasterización tiene que ver con la posibilidad de ir capturando a los monstruos que salen a nuestro paso para que nos acompañen, pudiendo escoger a un socio que sigue nuestros pasos. Lo ideal es que dicho compañero sea controlado por un segundo jugador en modo local pero, si no es posible, es la CPU la encargada de hacerlo.
A esta innovación se han sumado otras muchas menos relevantes pero apreciables, como la añadidura de nuevos trabajos o profesiones, la aparición de personajes inéditos, mazmorras de nuevo cuño, rivales… Un cúmulo de incorporaciones que se dejan notar y que aportan frescura al conjunto y, también, compensan la ausencia de un par de elementos que sí que se hallaban en los originales y que han sido eliminados, siendo el más llamativo el llamado duelo Pop-Up con cartas de por medio. No es que sea una pérdida muy dolorosa dado que era un aspecto secundario, pero no por ello es justificable desde mi punto de vista. Por fortuna la jugabilidad que encierra el título es lo suficientemente profunda y absorbente ya de por sí para que dicha merma no tenga apenas relevancia ni perjudique al conjunto.
Centrándome ya en su apartado técnico, Square Enix ha trabajado sobre la base del original de Wii y ha añadido lo mínimo que suele estar ligado a este tipo de remasterizaciones. Aumento de resolución, tasa de frames más estable, ligeros retoques en la apariencia de las texturas… El resultado es más que decente, pero sigue pareciendo un título de la pasada generación.
Para terminar, la vertiente sonora está bastante más cuidada. Se ha integrado un nuevo doblaje en inglés y japonés (con, desgraciadamente, subtítulos sólo en inglés como ya os comenté anteriormente) que no está mal. Y a esto se suman unos efectos tan variados como bien recreados en su mayoría (salvo alguna que otra excepción). Pero lo más destacado es su banda sonora, con remixes de temas muy clásicos que en muchos casos resulta imposible dejar de tararear, como la famosa melodía de los Chocobos.
PS4 y Switch reciben una remasterización de uno de los spin-off más notables de cuantos han aparecido hasta ahora de los basados en la franquicia Final Fantasy. Se trata de un título muy especial en plan RPG dungeon crawler protagonizado por un Chocobo y sus amigos que posee una jugabilidad bastante particular y algo reiterativa a largo plazo pero que, a su vez, resulta mucho más compleja de lo que puede parecer en un primer momento. Un título que es capaz de absorberte por completo si sus mecánicas de juego son de tu agrado.
- Las novedades que integra tienen bastante chicha
- Gran cantidad de mazmorras que explorar a fondo
- La banda sonora sigue siendo realmente notable
- El modo cooperativo es una novedad muy llamativa
- Se han eliminado ciertas características de las versiones originales
- Técnicamente es un título muy sencillote
- Ciertos aspectos jugables no han envejecido bien del todo
