Mezclar en un solo juego un mundo abierto de fantasía medieval, elementos de RPG y estrategia a base de combates tácticos es un enorme atractivo para los jugadores. Se trata de un reclamo ambicioso para King's Bounty 2, que consigue cohesionar todo ello pagando un alto precio en algunas de sus facetas. Os lo contamos en nuestro análisis.
Luces y sombras. Creo que esta manida afirmación es la que más se ajusta a la hora de definir de manera rápida y concisa que me ha parecido King's Bounty II. Tenía muchas ganas de este juego, ya sea por el tiempo que 1C nos ha tenido sin brindarnos una nueva expansión de su primera entrega o por el hecho de que su universo, que comparte con la saga Heroes of Might and Magic, sea tremendamente cautivador. En cualquier caso aguardaba con expectación los cambios introducidos en el juego, quería ver qué tal funciona el cambio de perspectiva, pasando de la cámara isométrica a la tercera persona durante la exploración, disfrutar de las nuevas batallas que han traído el relieve del terreno como un factor más a tener en cuenta durante los combates y, por supuesto, sentía gran curiosidad por la historia que sustenta estos enfrentamientos.
Lo cierto es que el título no plantea nada especialmente novedoso en este sentido. Aquellos que estéis habituados a jugar a rol de fantasía medieval váis a encontrar la manida historia de la luz frente a la oscuridad. El mundo de Nostria se enfrenta a la aparición de La Plaga, un fenómeno conocido en la antigüedad que ha regresado para desolar todo cuanto encuentra a su paso. Será nuestro cometido como jugadores llevar a cabo una investigación, enfrentarnos a las fuerzas del caos y acabar con la amenaza que se cierne sobre nosotros.
Para conducirte por esta narración King's Bounty 2 tira de recursos habituales, en forma de conversaciones con una enorme cantidad de NPC's, alguna que otra cinemática no del todo inspirada y un sinfín de misiones tanto principales como secundarias que van revelando los acontecimientos a medida que progresamos. Lamentablemente el ejercicio narrativo de King's Bounty 2 no tiene la suficiente pegada para hacerte sentir realmente interesado por lo que cuenta. Algunos de los principales antagonistas del juego aparecen tan poco en pantalla que es fácil preguntarse quiénes son, especialmente en su tramo final, donde el título parece querer ganarse al jugador a base de giros de guión que, tanto por el escaso desarrollo y carisma de la mayoría del elenco del juego, así como por su estructura de misiones, han acabado por afear demasiado la experiencia de un título que, cómo veremos tiene algunos puntos salvables e interesantes.
Un mundo no tan abierto
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El caso es que King's Bounty 2 apuntaba alto, dando al jugador un extenso mundo abierto en el que explorar y combatir. Sin embargo, se trata de un tropo, una ilusión. Nuestro personaje dentro de este mapa es un mero paseante, incapaz de salir de los caminos establecidos, no es posible saltar, tampoco correr, algo que he echado mucho de menos debido a lo lenta y poco agraciada que se siente la animación de trote que el personaje lleva en todo momento y que, no sé por qué diablos, se puede alternar con un ritmo de caminar aún más lento. Tampoco ayuda nuestro corcel, desde el que no puedes recoger los numerosos tesoros repartidos aquí y allá obligándome a estar desmontando constantemente, por lo que acabé decantándome por ir andando a todas partes y tirar mucho de, eso sí, una buena cantidad de puntos de teletransporte repartidos por todo el juego.
La historia no tiene la suficiente pegada para hacerte sentir interesado por ella
No obstante, King's Bounty 2 acierta de lleno en que en todo momento hay nuevas misiones que llevar a cabo, combates, secretos o altares de mejora por descubrir, realmente en las más de 55 horas que me ha llevado completarlo, pocos han sido los ratos en los que no estuviera haciendo algo. No se trata de nada brillante, pero sí entretenido. El título apuesta por una enorme cantidad de secundarias que te llevan a combatir contra casi 100 ejércitos distintos a lo largo del juego, resolver puzles no demasiado novedosos o buscar algún que otro objeto. Lo que ocurre es que, como he comentado, ninguna de sus historias está especialmente inspirada, aunque el juego lo intenta, dando a algunos personajes un desarrollo a lo largo de toda la vida del programa y cruzando muchos de estos objetivos menores con la línea principal del juego.
Precisamente esto último es algo que puede no gustaros a muchos de los que estáis leyendo este análisis. King's Bounty 2 está muy autolimitado por el nivel de nuestro personaje, al estilo de Assassin's Creed Odyssey algo que, hasta que lo descubres puede resultar muy frustrante, ya que dependiendo del orden en que hagas los distintos encargos puedes llegar a ciertos combates dentro de la historia principal que te sean completamente inasequibles, por lo que para poder hacerles frente tendrás que hacer prácticamente todas las misiones que el juego propone a fin de obtener el nivel exigido y no sufrir más de la cuenta, yo he perdido alguna que otra hora obcecándome más de lo debido, así que si vas a darle un tiento: de nada.
De la misma forma, muchas zonas se encuentran cerradas por motivos argumentales, así que no te esfuerces demasiado en salir de la zona en la que estás, a pesar de que tengas un objetivo lejano que te despierta curiosidad. Realmente, el progreso de King's Bounty 2 es tremendamente lineal.
El progreso de King's Bounty 2 es tremendamente lineal
En King's Bounty 2 puedes elegir entre tres personajes distintos, un guerrero, una maga y una paladín para emprender tu aventura, cada uno de ellos posee distintos atributos que has de tener en cuenta a la hora de reclutar a tus ejércitos y de tomar ciertas decisiones. Todos parten del mismo punto, y existen pocas variaciones en las conversaciones que sostienen unos y otros más allá de un ligero trasfondo al comienzo del juego, si bien el título se esfuerza por darles una voz propia y cierto carisma que está un punto por encima del resto de los personajes, sin sobresalir. Yo me decanté por Aivar el guerrero y, aunque existen algunas limitaciones, esta elección de clase no te impide escoger el camino que vas a tomar en tu desarrollo como personaje, siendo casi un lienzo en blanco al que podrás ir dando forma a tu gusto durante el juego. Pudiendo, incluso restaurar tus puntos de talento a mitad de la partida si no estás del todo satisfecho o requieres de otras habilidades para un determinado combate. No obstante, existen ciertas limitaciones, incrementándose su coste con cada nuevo reinicio, algo que has de vigilar ya que el oro no es infinito en King's Bounty 2 y lo vas necesitar.
El camino marca el progreso
Algo que sí me ha convencido ha sido, precisamente el modo, o mejor dicho, los modos en los que el personaje va mejorando. El árbol de talentos no responde únicamente a incrementar nuestra experiencia y nivel de personaje, también hay que tener en cuenta qué camino escogemos durante la aventura para ir desbloqueando nuevas e interesantes mejoras, todas ellas pasivas.
En King's Bounty 2 existen cuatro alineamientos a los que atender, Orden, Poder, Anarquía y Astucia. Estos alineamientos son la base del desarrollo del personaje, ya que se vinculan no solo a los talentos sino que tienen que ver con el tipo de unidades que reclutamos y, sobre todo, con las decisiones que tomamos, ya que muy frecuentemente el juego te hará elegir entre dos posibles soluciones que se marcan de manera muy explícita en el mapa y que, en función de la que escojas podrás ganar puntos de ese talento que desbloqueen mejoras de mayor nivel. A diferencia de muchos otros RPG no os voy recomendar que os centréis únicamente en una rama, de hecho os sobrarán puntos para mejorar varias y es interesante ver cómo un guerrero incapaz de lanzar un hechizo al comienzo del juego, puede acabar convirtiéndose también en un mago bastante capaz de dar soluciones a sus tropas durante el combate.
Precisamente, es por esto que el título resulta entretenido en sus misiones a pesar de no contar con un gran apartado narrativo, ya que constantemente presta decisiones al jugador sin recurrir a un sistema conversacional. Para apoyar este progreso tenemos el equipamiento de nuestro personaje, que contará con diversas armas, armaduras y demás abalorios que irán incrementando sus puntos de conocimiento arcano, poder mágico o de combate, daño elemental, armadura, resistencia, etc.
Además de la subida de nivel, a medida que nos equipamos también vamos ganando maná, oro y puntos de liderazgo, siendo estos últimos esenciales para poder acceder a la compra de nuevas y mejores unidades de combate. Siendo estas tropas, junto con el apartado táctico, los puntos más destacables de todo el juego y que mejor sabor de boca me ha dejado.
¿De dónde eres recluta?
"Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles y los pájaros del cielo". Esta frase de Carlomagno pronunciada por Sean Connery en Indiana Jones y La Última Cruzada, me viene al pelo para acordarme de Bethesda, pero también para explicar de manera rápida que en King's Bounty 2 cualquier enemigo con el que te cruces puede acabar siendo parte de tu ejército. Desde simples arqueros humanos hasta enormes dragones de hueso, pasando por enanos, elementales, trolls, no muertos, magos, adeptos oscuros o criaturas mitológicas. Todos ellos son reclutables con la salvedad de algunas unidades específicas de la La Plaga, es interesante ver cómo van cambiando su apariencia a medida que aumenta su rango hasta un total de tres conforme sobreviven a los combates, mejoran sus estadísticas y consiguen nuevas habilidades activas y pasivas de las que sacar partido en cada enfrentamiento.
Además, respondiendo a los cuatro alineamientos anteriormente mencionados, existe un sistema de afinidad que hará que la moral de nuestro ejército (con 5 unidades diferentes de base que se pueden ampliar de manera puntual) va variando, por lo que no se trata solamente de ir consiguiendo nuevos mercenarios en misiones o en los reclutadores al tuntún, y conviene elegir qué queremos tener en función de la estrategia que sigamos. De esta manera las tropas que responden a la alineación de Orden son totalmente contrapuestas a las de anarquía, de la misma forma que Poder y Astucia son como agua y aceite, por lo que hay que, por mucho que te gusten esos Héroes Esqueletos, combinarlos con Ballesteros Humanos no va a ser una buena idea y se acabará reflejando sobre el tablero de casillas hexagonales de combate en forma de turnos perdidos o falta de iniciativa.
Conforme he ido avanzando en el juego he ido descubriendo más y más unidades de los distintos ejércitos y, a medida que aumenta su dificultad, también tenemos disponibles tropas de mayor nivel (hasta 5) con las que hacernos, siendo muy variadas en sus ataques, diseños y manera de moverse en las arenas de combate.
Y precisamente es en las batallas donde King's Bounty 2 consigue ser él mismo. Lo que parece una simple partida de "ajedrez" va revelando nuevas e interesantes mecánicas conforme avanzas. Tu personaje nunca entra en combate, como tal, es un general. Un comandante que da órdenes y que puede interferir de forma puntual en cada turno gracias al libro de hechizos, pudiendo aplicar mejoras a sus tropas, penalizaciones al enemigo, invocar nuevas unidades, crear portales de teletransportación e incluso ejercer daño directo de manera elemental con veneno, fuego, hielo o maldición, por citar algunos ejemplos.
Me ha gustado el modo de descubrir qué es lo que mejor resultado da en combate, qué unidades tienen mayor aguante, cuándo usar sus habilidades y, sobre todo, cómo jugar con el escenario para sacar la mayor ventaja posible de este. Porque el relieve del mismo es importante, buscar posiciones elevadas, ocultarnos tras rocas, muros o árboles para salvar los devastadores ataques de las unidades de rango o saber cómo situarnos para evitar los hechizos del general enemigo es algo que se va adquiriendo conforme juegas, ese aprendizaje se siente natural, bien integrado y es tremendamente satisfactorio, muy adictivo.
Lamentablemente, he echado de menos algo más de variedad o algún jefe final que se saliera de los cánones del enfrentamiento entre "fichas" habitual, algo que no es ajeno a la saga, véase King's Bounty: Crossworlds, pero que parecen haber olvidado en esta entrega o, lo más probable, se reserven para futuras expansiones; ya que todo parece indicar que esa es la estrategia se va a seguir con esta entrega, nada nuevo para los amantes de King's Bounty.
Algo que no me ha convencido del todo es el sistema de economía del juego. Es habitual que nuestra unidades vayan cayendo en combate, ya sea toda la escuadra o algunos individuos de la misma. Al acabar podemos recuperar los soldados y salud de los supervivientes, pero en el caso de los caídos, tendremos que recurrir a los numerosos reclutadores que hay disponibles en el juego a los que, en términos de calidad de vida, se les podría pedir que especificaran desde el mapa el tipo de unidades que venden a fin de evitar viajes estériles si no recuerdas el nombre concreto de alguno de ellos. Los mercenarios de niveles avanzados tienen un gran coste, y a poco que tengamos un par de victorias pírricas veremos cómo podemos quedarnos sin monedas con las que reclutar, por lo que al final acabas tirando mucho de guardar y cargar partida, habiéndome dejado sensaciones no del todo buenas.
La plataforma importa
He analizado King's Bounty 2 en su versión de Xbox One jugando gracias a la retrocompatibilidad de Series X y lo cierto es que, aunque el trabajo de adaptación al mando de los controles está realmente bien ejecutado, el rendimiento del título deja mucho que desear. Para conseguir estabilizar el juego, que no presenta caídas en su tasa de imágenes por segundo reseñables situándose en unas 46 por segundo, se han bajado las opciones gráficas hasta el punto que King's Bounty 2 tiene la apariencia de un título de la séptima generación de consolas. Los problemas en la distancia de dibujado, la carga de texturas y los modelados y animaciones de los personajes deslucen muchísimo una obra que, por su apartado artístico y entornos repletos de vida y color se merecía algo más. En 3DJuegos hemos podido comparar este rendimiento con el visto en PC y lo cierto es que no contar con el juego en versiones dedicadas para la nueva generación de consolas es una lástima, porque está claro que puede dar más de sí en un hardware más potente.
King's Bounty 2 llega con voces en inglés y completamente traducido en textos al castellano, contando con unos buenos efectos de sonido durante los combates y una banda sonora que, si bien no pasará a la historia, acompaña el corte de fantasía medieval del juego siendo algo meramente ambiental en muchos momentos.
King's Bounty 2 me ha convencido en cuanto a variedad de tropas reclutables. Sus arenas de combate, teniendo en cuenta el relieve del escenario, así como todo lo referente al sistema de alineamiento abre posibilidades muy interesantes. Sin embargo, son demasiados los "peros" para poder recomendarlo abiertamente. Su narrativa vacía, las misiones sin gancho, un sistema de exploración muy mejorable y la confusión que genera la limitación por nivel con el cruce de historias principales y secundarias han acabado por pesar más en la balanza de un juego que, además, estira su final de manera artificial y poco inspirada, no concluyendo de manera satisfactoria en lo que, a mis ojos, es una búsqueda demasiado ansiosa de futuras expansiones.
Comprar King's Bounty 2- King's Bounty 2 aúna elementos de mundo abierto, RPG fantástico medieval y estrategia basada en combates tácticos por turnos.
- Las arenas de combate son su mejor parte, teniendo por primera en cuenta el relieve del escenario y con una gran variedad de unidades para reclutar.
- Aunque su sistema de alineamientos es interesante, queda deslucido por lo poco inspirado de sus misiones y exploración del mundo abierto.
- La limitación por nivel en su mundo abierto te obliga a hacer prácticamente todas las secundarias.
- Su apartado gráfico en Xbox One no consigue llegar a los estándares de la actual generación.
