Tokyo Mirage Sessions #FE es un JRPG original de Wii U que tiene muy buenas razones para ser descubierto ahora con su versión Encore de Nintendo Switch. Su mezcla entre Shin Megami Tensei y Fire Emblem en un mundo de idols y JPOP es realmente única.
Quizá, de todos los títulos del catálogo de Wii U que hay por descubrir, Tokyo Mirage Sessions #FE sea uno de los más desconocidos. Incluso para los jugadores de JRPGs, esta obra que mezcla los mundos de Shin Megami Tensei y Fire Emblem es un habitual desconocido. No es de extrañar. Su ambientación se acerca más al mundo de las idols del pop japonés que de los clásicos mundos de fantasía que pueblan el género. Aunque pueda guardar cierto parentesco con la saga Persona por eso de ambientarse en la sociedad japonesa actual y enfrentar a un grupo de estudiantes con lo sobrenatural, Tokyo Mirage se aleja del aspecto más psicológico de esta saga para decirnos, con todas las letras, que aquí se viene a salvar el mundo a golpes... de canción.
Esta versión Encore es, por tanto, un bis; una segunda oportunidad porque el título la merece. No por las novedades en sí mismas, realmente, pues son muy escasas y apenas traen un verdadero cambio que justifique al jugador de Wii U hacerse con esta edición más allá del puro coleccionismo. Tiene algunos de los DLCs lanzados previamente, que permiten cambiar de trajes a los personajes que llevamos en nuestro equipo y se añade una nueva canción al elenco de canciones pegadizas que tiene su banda sonora. También encontramos añadidos en las batallas, como la posibilidad de que ciertos personajes secundarios que no participaban en ellas tengan también su momento de protagonismo, aunque supone un cambio algo menor.
Hay una característica que sí resulta más interesante y me alegro mucho que se esté convirtiendo en estándar: la posibilidad de acelerar algunas animaciones durante los enfrentamientos, así como saltarnos algunos ataques especiales cuyas cinemáticas eran particularmente largas, lo cual permite manejar con mejor tino el ritmo de una aventura que ronda las 50 horas de duración, pero que se puede alargar más en el modo difícil donde el grindeo se puede hacer más necesario. Estas nuevas funciones aceleran, por tanto, estos procesos. La última novedad destacable es el añadido de una mazmorra extra, la cual es interesante, pero tampoco supone un gran añadido respecto al conjunto global del juego, que ya poseía unos niveles de estilo dungeon crawler clásico; eso sí, muy bien diseñadosy con gran variedad de pequeños puzles, alturas y mecánicas únicas.
Técnicamente, además, no hemos notado apenas diferencias entre la versión de Wii U y la de Nintendo Switch, lo cual es una verdadera lástima. La calidad de imagen de la versión original no era la mejor en absoluto, con una resolución de 720p que presentaba unas escenas algo borrosas, un efecto especialmente notorio en los contornos de los personajes. Solo hace falta echar un vistazo a las ediciones de Trails of Cold Steel que llegaron de PS Vita y PS3 a PS4, y darse cuenta de que, aunque estos juegos no son lo más puntero en cuanto a gráficos, la diferencia se nota. En esta versión de Nintendo Switch se mantiene la misma calidad de imagen, lo cual hace que el juego luzca bien en la pantalla de la consola, pero no hay ninguna mejora para el modo televisor. Además, el juego poseía una particularidad y es que aprovechaba la pantalla del mando de Wii U para mostrar los mensajes que recibimos a través de nuestro teléfono. Un recurso sencillo, pero efectivo, que aquí se pierde llevando esta interfaz directamente a la pantalla principal.
Repitiendo canción
Decíamos antes que cualquier jugador de JRPGs que haya pasado por alto Tokyo Mirage Sessions #FE tiene ahora una segunda oportunidad para prestarle algo más de atención. Hace unos días os hablábamos de la saga Atelier, y cómo la Trilogía Dusk es un buen lugar por el que empezar. De la misma forma, en Tokyo Mirage encontramos una historia de carácter muy ligero, la cual creo que es la principal razón por la que su público es más reducido. Encarnamos a Aoi Itsuki, un joven que, junto a su amiga Tsubasa Oribe, se verá envuelto en un conflicto interdimensional que termina cruzando dos mundos, en el que una especie de demonios llamados Mirages secuestran a personas con diversos talentos artísticos. Nuestros protagonistas formarán equipo con personajes del universo Fire Emblem para detener esta amenaza, mientras a su vez tienen que seguir entrenando en sus dotes de canto y danza.
El juego está salpicado con escenas de anime bien recreadas que brillan sobre todo en los momentos musicales
Nada excesivamente épico, como podéis ver y, sin embargo, no puedo negar que en su desarrollo tiene un encanto peculiar. Quizá porque mientras lo jugaba, llegué a entender mejor algunas de las costumbres japonesas más diferentes o excéntricas que en muchos casos desconocía, sobre todo alrededor del mundo de las idols y modelos; con alguna crítica, incluso, a aquellas estrellas que inevitablemente se ven sustituidas por otras más jóvenes. Pero sus intenciones son mejor aún transmitidas mediante el apartado musical que, seas más afín al JPOP o no (yo no lo era), termina conectando y ambientado a la perfección toda la obra, mientras recorremos algunos de los sitios más icónicos de Tokyo, como el barrio de Shibuya y su centro comercial 109. Un juego que gira entorno al mundo del baile y la canción no podía fallar en este aspecto musical y, definitivamente, Tokyo Mirage Sessions #FE cumple con creces.
El combate engancha. Es fácil seguir subiendo niveles y conseguir mejoras para tu personaje con un sistema tan conseguido
Es más, a poco que te veas capaz de entrar en la historia (o, al menos, que no te impida seguir adelante), te recomiendo encarecidamente darle una oportunidad porque, como aficionado al JRPG, vas a descubrir uno de los mejores sistemas de combate de los últimos tiempos. Aquí no tengo género de duda. Las melodías, unidas al espectacular ritmo y agilidad de las batallas, te mantiene enganchado a la obra. Mezclando las reglas de Shin Megami Tensei, en las que se potencian las debilidades de los enemigos para atacar otra vez, con las de Fire Emblem y su triángulo de Espada-Hacha-Lanza, las horas vuelan peleando y adquiriendo nuevas habilidades.
La salsa secreta no es tanto dichas inspiraciones, como sus ingredientes propios: las llamadas Sessions, que nos permite añadir una serie de combos a cada personaje que se van sumando y sumando a medida que descubrimos las debilidades de los enemigos, realizando verdaderos estragos. El colofón final lo ponen una serie de ataques especiales y también combinados entre dos personajes, donde los luchadores interpretan su single particular desatando un ataque devastador. Tan raro, excéntrico e impresionante como suena. Y que no te extrañe que termines tarareando las canciones a la par que revientas a tus enemigos. No es posible explicar con palabras lo mucho que aporta y el genial ritmo que consigue este sistema de batalla, que me encantaría ver en más JRPGs.
Las mazmorras tampoco se quedan atrás y, con esta combinación de exploración y combates, el juego ya luce con luz propia. No esperes tampoco unos diseños tan intrincados como los de un Persona 5, por ejemplo. Son mucho más clásicos y, de hecho, se parecen más en cuanto a estructura a los de Persona 4. Laberintos rectilíneos y poco orgánicos que se pueden dibujar hermosamente sobre papel, pero básicos al fin y al cabo. Aunque poseen un diseño arcaico, son geniales de explorar. Contienen todo tipo de puzles, caminos secundarios y mecánicas únicas en cada mazmorra que hace que sea una verdadera delicia elegir el camino incorrecto y combatir un poco más de lo necesario, mientras vas recogiendo el equipo más poderoso del juego.
Por todo ello, puedo entender perfectamente que un jugador, incluso un ávido aficionado al género, no se sienta atraído por la historia de Tokyo Mirage Sessions, pero tengo mucha más confianza en que sí lo haga con sus otras características, tanto o más importantes, como son la exploración y los combates, unido a una banda sonora singular y pegadiza. Este bis, que tendrá más alcance de lo que lo tuvo en su versión en Wii U, es una ocasión única para descubrir una joya oculta del JRPG moderno.
Tokyo Mirage Sessions #FE Encore es una segunda oportunidad para este JRPG que pasó algo desapercibido en su lanzamiento en Wii U, pero que, aun con una historia un tanto ligera centrada en el mundo de las idols y el JPOP, posee una fantástica exploración y uno de los mejores sistemas de combates de los últimos años. Las novedades de esta edición son escasas y no justifican la recompra, pero sí prestarle atención si no lo jugaste en su momento.
Comprar Tokyo Mirage Sessions #FE- El sistema de combate es muy divertido y fluido.
- Las mazmorras, pese a ser de diseño clásico, son intrincadas y atractivas para explorar.
- La música dota al juego de una gran personalidad.
- La historia, aun mostrando curiosos aspectos de la sociedad japones, no es nada del otro mundo.
- El mundo de Fire Emblem no está tan bien representado como el de Shin Megami Tensei.
- Las mejoras de esta edición son muy escasas. Se podía haber mejorado la resolución y calidad de imagen del juego original.
