Análisis de Sonic Unleashed

Análisis de Sonic Unleashed
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Héroe de día, bestia de noche. El Sonic Team calza otra vez las zapatillas a su veloz erizo dentro de un videojuego donde el amanecer y el anochecer marcan los puntos de inflexión de una obra que escucha a sus usuarios, aunque solamente cuando sale el sol. Sonic ha recuperado parte de su velocidad, pero todavía le queda deshacerse de su peor parte para volver a ser el de siempre.

“Un nuevo día nos trae una nueva aventura, pero por ahora descansad, héroes”. Con éste algo enigmático mensaje acababa Sonic Adventure 2, videojuego que sin muchas dudas podría considerarse como el último gran título del erizo azul. A partir de aquel momento, junio de 2001, todo iba a cambiar, incluido el Sonic Team, cuyos mejores cerebros huían casi con la misma rapidez que el proyecto Dreamcast se resquebrajaba justo en el ecuador de su ciclo vital.

Los seguidores de SEGA, una vez más, veían tristemente cómo esa consola de ensueño (considerada aún hoy en día como una de las mejores de la historia) se unía al fracaso de Megadrive 32X y la mítica Saturn. Pero aún más. Sonic también escapó a toda velocidad, intentando recobrar su estrellato aunque fuera en territorio foráneo, dejando su estela en máquinas de la competencia y dando lugar a situaciones que hace 20 años hubieran sido imposibles de creer (véase Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos).

Así es como pasaron los años intentando retomar el rumbo sin éxito. Las zapatillas del puercoespín ya no corrían como antes y de hecho iban perdiendo velocidad con cada generación de consolas, pasando de un notable Sonic Heroes (2004) a un suspenso experimento con muchas sombras (Shadow The Hedgehog) que no se olvidó fácilmente hasta que no apareció en el mercado Sonic The Hedgehog (2006). Mucho tenía que haber mejorado el erizo para sorprendernos y, de hecho, fue incapaz de hacerlo, citándonos a un proyecto que esta vez sí que parecía esperanzador, una idea que con la exitosa influencia del equipo Dimps (serie Sonic Rush para Nintendo DS) nos hizo creer que esta vez sí, que en esta ocasión Sonic iba a volver a ser el de siempre.

Héroe de día. Bestia de noche.
En una ocasión más, y para decepción de los seguidores del erizo azul, la maldición parece haberse vuelto a cumplir. Sonic Unleashed es un producto con luces y sombras por mero capricho de unos diseñadores que han mezclado la fascinante experiencia de –durante el día– recorrer escenarios increíbles a toda velocidad con la monstruosa idea de –cuando llega la noche– convertir a nuestro héroe en una bestia lenta, violenta y poco satisfactoria.

En las fases de velocidad, Sonic podrá recibir impulsos, esquivar obstáculos, derrapar en curvas, deslizarse por el suelo, protagonizar eventos “quick time” y acabar con sus enemigos a través de un sistema de objetivo automatizado.
En las fases de velocidad, Sonic podrá recibir impulsos, esquivar obstáculos, derrapar en curvas, deslizarse por el suelo, protagonizar eventos “quick time” y acabar con sus enemigos a través de un sistema de objetivo automatizado.

Lo nuevo del Sonic Team parece casi un resumen de lo que han sido los últimos años del erizo, proyectando tanto lo mejor como lo peor de un héroe dentro de una jugabilidad repleta de contrastes. Una dicotomía que nos hace pensar incluso en la existencia de dos facciones enfrentadas dentro del equipo de desarrollo, tendentes ambas a oponer a ese bien y a ese mal que siempre han rodeado a Sonic, pero igualmente proclives a confrontar el talento a la mediocridad que los fans han disfrutado y sufrido a lo largo de todo este tiempo (concretamente, desde el primer título de 1991).

Por tanto, un conjunto bipolar que opone las señas de identidad del erizo (velocidad, frenetismo y reflejos) con otra cosa difícil de entender. Con la luz, vemos lo que queríamos en lo que se convirtiera Sonic. Con la noche, vislumbramos aquello que temíamos. Evidentemente, siempre podemos echarle la culpa al malvado Dr. Eggman, aunque el pobre canalla gordinflón es sólo un mandado de una narrativa simple –tal como mandan los cánones– cuya única función es conducir la aventura por devolver la fuerza a las esmeraldas del Caos, suponiendo esta una excusa ideal para recorrer el mundo entero y volver a derrotar al archienemigo de Sonic, que siempre apetece.

La vuelta al mundo de Sonic
Pero siempre es mejor retornar la normalidad al planeta antes de dirimir nuestras diferencias ancestrales, así que nuestro héroe deberá de visitar siete templos, recorrer otras tantas localizaciones y derrotar a unos enormes enemigos finales que frecuentarán esa terrible manía de ocupar toda la pantalla. Al principio, se tratará de un viaje marcado por un guión fijo, pero muy pronto se nos dejará libres en un mundo de escenografía variada, basado en representaciones de la sabana africana, una ciudad musulmana, los bloques de hielo árticos o la famosa y grandiosa Muralla China.

Cuando llega la noche, el esbelto erizo azul se convierte en un brutal monstruo cuyos brazos son capaces de aplastarlo todo. Es la expresión “hack ‘n slash” de un título repleto de unos contrastes que el usuario final deberá de valorar.
Cuando llega la noche, el esbelto erizo azul se convierte en un brutal monstruo cuyos brazos son capaces de aplastarlo todo. Es la expresión “hack ‘n slash” de un título repleto de unos contrastes que el usuario final deberá de valorar.

No obstante, la sensación de apertura y libertad es ilusoria y, en cierta medida, incluso molesta. Para la ocasión, se ha rescatado el concepto de aventura que puso un día en marcha el videojuego Sonic Adventure (1999), obligándonos en esta ocasión a recolectar una serie de medallas (solares y lunares) que, aunque sean las artífices de nuestro acceso a la variedad de fases esparcidas por el mundo, no suponen más que una manera fácil, errónea y tal vez algo descarada por aumentar la duración del título. Pero no sólo eso, sino que además es contraproducente, ya que mientras que el usuario recolecta estas medallas se verá en la obligación de explorar ciudades –soportando una buena cantidad de tiempos de carga– y de repetir unos niveles que, para acrecentar la desesperación, podrían no haberle gustado demasiado.

Esto último ocurre especialmente cuando en el mundo reina la noche y Sonic se convierte en una auténtica bestia, y no en el mejor sentido de la palabra. El resplandeciente, ágil y supersónico puercoespín se transforma aquí en un lobo que parece haber sido sometido a una mala sesión de acción “hack ‘n slash” al más puro estilo God of War. Repetitividad, poca variedad de enemigos, deficiente seguimiento de cámara y ralentizaciones frecuentes son los indeseables acompañantes de un erizo mutado, transformado y, nos atreveríamos a decir, que hasta herido en su orgullo al tener que estirar los brazos y realizar combos de golpes. No sólo rompe con el espíritu de la serie, sino que llena de frustración –a razón de unos 20 minutos por fase– a un jugador que probablemente hubiera preferido menos pero mejor.

Luces y sombras
Por suerte, cuando llega el día y sale el sol, Sonic exhibe su azul más inmaculado, corriendo como nunca y dándonos un verdadero motivo con el que olvidar por unos cuantos minutos los graves errores de planteamiento albergados en Sonic Unleashed. El ingenioso diseño de niveles, la pletórica sensación de velocidad y el acertado salto de perspectiva entre las dos y las tres dimensiones (marca Dimps) señalan el contrapunto jugable, visual y sonoro de un producto tan fragmentado como el planeta que a Sonic le toca unificar dentro de la trama.

La última creación del Sonic Team, al contrario de lo que se suele hacer, se viste de gala durante el día para salir con cualquier cosa puesta durante la noche. Tal es el contraste, que es fácil dudar si nos encontramos ante distintos empleos del mismo Hedgehog Engine, puesto que si en un caso tenemos “motion blur” y escenarios detallados, preciosistas, variados, bien iluminados y extensos hasta donde alcanza la vista, en el otro nos encontramos ante un acabado repetitivo, sin ingenio y carente de interés más allá de los efectos de luz que desencadena nuestro erizo convertido en bestia.

Sonic Unleashed quiere darnos la sensación de estar viviendo una aventura, algo que consigue invitándonos a dar la vuelta al mundo descubriendo ciudades, hablando con sus gentes e incluso comprando “souvenirs” representativos de cada región.
Sonic Unleashed quiere darnos la sensación de estar viviendo una aventura, algo que consigue invitándonos a dar la vuelta al mundo descubriendo ciudades, hablando con sus gentes e incluso comprando “souvenirs” representativos de cada región.

Ni siquiera la música llega a amansar a la fiera en la que se convierte Sonic durante la noche, aunque algo tiene que pasar con la llegada de la primera luz del alba, momento en que la repetitividad y falta de carisma de las partituras se convierte en un espectáculo de sonido a la altura de los mejores tiempos del Sonic Team. Una vez más, los particulares Jekyll y Mr. Hyde hacen acto de presencia para recordarnos que estamos ante una obra cuyo mayor problema ha sido dejar que la oscuridad de la noche ensombreciera la parte más representativa y divertida de Sonic. Este videojuego es el claro resultado de haber escuchado a los usuarios, aunque sólo durante el día. Esperemos que la próxima vez el Sonic Team también escuche de noche para no dar lugar a nuevas bestias.

Discreto

Sin sello

Sonic Unleashed

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Veloz e increíble de día. Lento y mediocre de noche. El erizo azul pocas veces se había resentido tanto por la falta de luz en un videojuego, y es que el reciente pasado oscuro del erizo le sigue acompañando de manera inexorable en Sonic Unleashed, una obra mitad recomendable y mitad desaconsejable. Héroe y bestia a la vez, lo nuevo de Sonic es la mejor expresión del punto en el que actualmente se encuentra una desarrolladora sin rumbo fijo, con sombras en el pasado pero que poco a poco va encontrando una luz que la guíe hasta encontrar el mejor camino sobre el que devolver la velocidad original a su puercoespín.

Comprar Sonic Unleashed
Jugadores:
Idioma: Textos en castellano y manual en castellano
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.