Persona 4 supuso un cambio exponencial en el género del JRPG, demostrando que se podía hacer otro tipo de juego de rol, sin perder un ápice de su diversión y centrando su atención al máximo en los conflictos de sus personajes. Aprovechando su lanzamiento en PC, te contamos en nuestro análisis por qué Persona 4 Golden es un juego tan especial.
Persona 4 es mi juego favorito de la saga y también uno de los JRPGs que más atesoro. Así que enfrentarse a él de nuevo no es fácil. Me cuesta separar el recuerdo de la primera partida en PS Vita con lo que debe suponer ahora para un jugador que se haya estrenado con Persona 5 o, mejor aún, con Persona 5 Royal. ¿Cómo leches voy a explicar a ese nuevo jugador que la aventura del pueblo de Inaba merece su tiempo (y no poco), después de haber pasado por una fórmula más refinada, expandida, con un diseño de mazmorras muchísimo mejor y, por si fuera poco, con una reciente traducción al castellano? Me parece una tarea imposible. Así que, para animar a ese jugador incipiente a que descubra las otras entregas de la saga, y en concreto esta cuarta, no me queda otra que apelar a la emoción.
Reconozco que Persona 4 me hizo vibrar como pocos juegos lo han hecho. Hay que entender aquí que cada entrega de la saga tiene un mensaje diferenciado. Persona 3 es quizá el más oscuro, explorando la mortalidad; Persona 5 nos habla, casi en un sentido platónico de la justicia, de la ciudad. Sobre cómo están organizadas las jerarquías de poder y quién ejerce esa justicia: las leyes, los individuos o la masa. Persona 4, en cambio, nos habla del individuo y sus máscaras ante la sociedad. De todos, es el más junguiano, porque explora los miedos que nos hacen escondernos en nosotros mismos y cómo esa personalidad que mostramos ante los demás es un mecanismo de defensa; necesario sí, pero que hay que saber dominar. En un mundo tan cambiante como el nuestro, en el que corremos el constante peligro del nihilismo ante la deconstrucción de los valores, el mensaje de Persona 4 se realza con más fuerza que nunca.
Por ello, necesita ser un juego más íntimo. Sucede en la tranquilidad de un pueblo, lejos del ruido de la ciudad. Cada uno de sus personajes queda grabado en la mente del jugador, hasta rozar la extraña sensación de reconocerlos como amigos, aunque virtuales, porque el desarrollo de sus conflictos es maravilloso. Veréis, creo que en los videojuegos tenemos una clara tendencia a que la narrativa tenga como base la trama, en vez de sus personajes (lo que se conoce como plot-driven vs. character-driven). Es por eso que quedamos tan sorprendidos cuando salen juegos como The Last of Us o Red Dead Redemption 2 que profundizan más en la psique de sus protagonistas. Es la razón también de que juegos como Mass Effect (y sobre todo Mass Effect 2) tuvieran tanto éxito. Persona 4 también se incluye en esta categoría. Su trama nos lleva a investigar un caso extraño, acerca de los misteriosos asesinatos sobrenaturales que suceden en el por otro lado, pacífico pueblo de Inaba; pero es el desarrollo de cada uno de los personajes el que cautiva. Sus miedos, inseguridades, problemas identitarios y familiares, nos llevan a través de un arco de transformación con el que es muy fácil empatizar. Y, por todo ello, Persona 4 Golden es mi juego favorito de la saga.
Ahora bien. No es lo mismo analizar Persona 4 Golden ahora que cuando salió su versión original en PlayStation 2 en 2008 o su versión para PS Vita en 2012. Está claro que el diseño de sus escenarios, y sobre todo el de sus mazmorras, ha quedado anticuado. Se sobrellevan muy bien porque rápidamente te sientes atrapado por estos personajes y la rutina de Inaba, pero no hay duda de que la estructura de la ciudad en Persona 5, así como sus mazmorras, más intrincadas y dinámicas, suponen un grato avance en la franquicia.
La persona y la sombra
Sin llegar a la remasterización, habría sido una buena oportunidad ajustar y mejorar detalles del original
Por tanto, a quien se esté animando con esta versión de PC, le recomiendo que lo haga con paciencia, dejando que la historia y los personajes calen. Una vez lo haga, descubrirá que lo de Persona 5 no fue, en absoluto, un golpe de suerte. Persona es un RPG único porque se desembaraza de la necesidad del género de llevarlo todo al estricto terreno fantástico y de ciencia-ficción, mientras que recoge elementos propios de las visual novel, como la rutina y el calendario, para dar una sensación de progresión única. Y sí, solo hacen falta unas horas para darse cuenta de que su estilo visual es bastante arcaico a día de hoy. Yo jugué la primera vez en PS Vita y, gracias al tamaño de la pantalla de la portátil, muchos elementos de su escenario no destacaban demasiado: para bien y para mal. En PC y a altas resoluciones, sus entornos y texturas quedan en evidencia en muchas ocasiones. Incluso se nota que han tenido algunos problemas a la hora de adaptar ciertos gráficos 2D a la alta definición.
Si tenemos todo esto en cuenta, dado que no estamos hablando de una remasterización, sino de un port directo, creo que es posible seguir disfrutando de Persona 4 Golden tal y como fue concebido. Repito: solo hay que dejarse llevar las primeras horas hasta que empecemos a conocer a los personajes, nos den una pequeña libertad de movimientos para establecer nuestros Social Links y que la música empiece también a calar. No solo Persona 4 es mi juego favorito de la saga, sino que su banda sonora también me parece la mejor (en mi opinión, por supuesto). El tema de batalla, Time to Make History, sigue resonando en mi cabeza, mientras que todas las músicas que ambientan cada localización del pueblo de Inaba transmiten una vibración tan hermosa como nostálgica. Hasta el tema introductorio se vio en Golden cambiado por “Shadow World”, una pieza con la que es imposible no ponerse contento. Aun así, creo que no hubiera estado de más hacer unos ajustes. Incluso sin llegar a la remasterización, habría sido una buena oportunidad para implementar ciertas carencias, como la falta de subtítulos durante las escenas de animación, o haber retocado un poco esos gráficos 2D de los menús para alcanzar una definición mejor.
¿Y el combate? Sí, sus mazmorras son laberintos de ángulos rectos herencia de otra época de Atlus, pero sus peleas por turnos siguen siendo fabulosas. Se basan en la misma premisa de las reglas de Shin Megami, con las que tenemos que potenciar las debilidades de los enemigos, y no esperéis, aquellos que vengáis de Persona 5, el dinamismo de esos combates, pero es muy satisfactorio recorrer cada recoveco en busca de sus secretos, acompañados por sus magníficas melodías y combates desafiantes. Más aún cuando cada mazmorra, al igual que los Palacios, tiene un sentido dentro de la historia y los personajes del juego.
Puede que los personajes de Persona 4 evoquen esa fase que todos hemos atravesado del salto a la madurez, de la adolescencia a la adultez. Pero no es solo eso. El camino que recorren Chie, Yukiko, Yosuke, Kanji, Naoto, Rise, Teddy (todos menos el protagonista, diría), es el de la seguridad en uno mismo. El de afianzar su identidad ante nosotros y ante los demás. Que un juego en el que hay monstruos, asesinatos a través de un mundo al otro lado de la televisión y demás conceptos sobrenaturales sea también capaz de transmitir también la calidez de una conversación, la veneración por un plato de comida bien hecho y la importancia de crear recuerdos memorables es la razón por la que Persona 4 supuso tal impacto en su momento y es un JRPG tan importante en la historia del videojuego. Demostró, una vez más, que en los videojuegos puedes hacer cualquier cosa que se te ocurra, siempre y cuando en el camino logres transmitir emociones y, por eso, en este análisis, apelo a ellas. Porque esas emociones que me produjo en su momento Persona 4 Golden todavía me acompañan a día de hoy.
Persona 4 Golden es una oportunidad magnífica, y más aún tras el éxito arrollador de su quinta entrega, para conocer una de las entregas más queridas por los aficionados, que solidificó los pilares de la franquicia. Aunque hoy día se nota el paso del tiempo en su apartado visual y el diseño de sus mazmorras, el desarrollo de los personajes, ambientación y banda sonora siguen estando al más alto nivel. Atlus podía haber aprovechado la oportunidad para retocar algunos elementos, pero una vez le dediques unas horas, te verás absorbido por él y no tardarás en entender por qué algunos jugadores lo consideran uno de los JRPGs más importantes de la Historia.
- El desarrollo de sus personajes es magnífico.
- La banda sonora no solo es buena, sino que transmite perfectamente el motivo de cada escena.
- El sistema de combate de Shin Megami Tensei mantiene muy bien el tipo.
- El profundo mensaje de la obra no ha envejecido ni un ápice.
- El diseño de las mazmorras ha quedado algo anticuado.
- Visualmente, el paso a altas resoluciones solo remarca su aspecto algo desfasado.
- Aunque es un port y no una remasterización, se podía haber aprovechado la ocasión para retocar ciertos elementos, sobre todo visuales.
