Análisis de Card Shark. Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

Análisis de Card Shark. Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Aunque amo el mundo de los videojuegos, estoy muy acostumbrado a jugar a títulos que innovan poco o que solo mejoran algunos aspectos para darnos una experiencia ligeramente distinta. Que un juego me sorprenda cuesta, y cuando pasa, el sabor de boca es inmejorable. Justo eso me ha pasado con Card Shark y te lo cuento en este análisis.

Cuando somos pequeños nos enseñan que hacer trampas está muy mal y que es algo deshonesto. Estaba totalmente de acuerdo con esta forma de pensar hasta ahora que he jugado a Card Shark, el nuevo videojuego de Nerial y Devolver Digital. Este título, absolutamente único, es uno de esos juegos que te maravilla y que te hace entender que no todo está inventado en este mundillo.

Situado en la Francia del siglo XVIII, el videojuego nos introduce en una historia de pillería, traiciones y muchas mentiras que pone a prueba nuestra atención, rapidez y habilidad. Y sí, algo que hay que transmitir bien es que Card Shark no es un juego de cartas, sino que es un juego de habilidad, en el que jugamos con las cartas para engañar a ricos, malhechores y otros personajes curiosos que nos encontramos en nuestro viaje. En Card Shark controlamos a un chaval pobre y mudo que se gana la vida como buenamente puede en un negocio local de Pau. Una noche, un personaje de dudosa moralidad llamado Comte nos pide ayuda para trampear una partida de cartas, con el objetivo de sacar un dinero extra. Para ello, debemos indicarle, mientras servimos vino "inocentemente", cuáles son las cartas de su rival realizando unos movimientos concretos al limpiar la mesa en la que juegan. Hasta aquí, más allá de la falta de moralidad, todo puede parecer inofensivo. La cosa se tuerce cuando el contrincante se da cuenta de que Comte y nuestro protagonista le están engañando. Su cabreo acaba con la jefa del negocio muerta por un accidente, y con el autor de los hechos buscando venganza por haberle metido en semejante lío. El protagonista, sin saber a dónde ir, sigue a Comte en sus aventuras.

El arte de hacer trampas

Este es el inicio de Card Shark, que nos lleva por una historia que tiene algún que otro giro de guion, quizá más o menos esperable, pero que mantiene la tensión hasta el final. Comte acoge a nuestro protagonista en el seno de los cascarots, los gitanos franceses que viven al margen de la sociedad. A cambio, nosotros le ayudamos a seguir haciendo trampas en partidas de cartas.

Aún así, las intenciones de Comte son otras y el protagonista del relato guarda un poderoso secreto que, evidentemente, no os revelaré. La historia está bien resuelta y es interesante ver los tejemanejes de la época, con el Rey Luis XV de Francia como hilo conductor de una trama que busca resolver el misterio de la Reina Olvidada. De hecho, el toque histórico del título, con la aparición de personajes como Voltaire, es algo que me ha gustado mucho.

Pero más allá del relato, que sirve de excusa para ir avanzando en el juego a nivel narrativo, lo más importante de Card Shark es su jugabilidad. En el título somos el ayudante de Comte, la persona que truca las cartas, que hace cortes falsos o que prepara las mejores manos para nuestro querido amigo. Vamos, que somos el principal artífice de que los engaños lleguen a buen puerto: somos el tramposo.

Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

Por ello, es importante recalcar que no estamos ante un videojuego de cartas; esto no es un Slay the Spire o un SteamWorld Quest. Card Shark es un título que encajaría en juegos de habilidad, porque nos obliga a ser rápidos y precisos para poder ejecutar los movimientos correctos que nos permitan ganar cada ronda. Nosotros somos una "herramienta" de Comte para que sea él quien gane las partidas de cartas.

Evidentemente, jugamos con las cartas, pero lo hacemos para engañar; las marcamos para saber cuáles tienen un valor más alto, mezclamos de forma fraudulenta para repartir la mejor mano a Comte, doblamos los naipes para que los inocentes rivales corten la baraja por donde nosotros queremos, usamos espejos para espiar a nuestros contrincantes… Y solo he citado algunas de las cosas que hacemos en el juego.

Precisión de cirujano

Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

En la época en la que nos movemos, echar una partida a las cartas es la forma habitual de entretenimiento, pero también la manera de dirimir ciertas cuestiones sin caer en la violencia (bueno, si no te pillan haciendo trampas, claro…). Esta es la excusa que el juego utiliza para dar sentido a la trama. En muchas ocasiones, Comte negocia con nuestros rivales: si ganamos la partida no solo nos llevamos dinero (que podemos donar a los cascarots, por cierto), sino que también obtenemos información.

los contrincantes no son tontos y se pueden percatar de que les estamos engañando

Pero los contrincantes no son tontos y se pueden percatar de que les estamos engañando. Card Shark obliga al jugador a ser terriblemente preciso y a recordar todos los pasos que nos ha ido enseñando Comte (u otros personajes) para ejecutar cada una de las trampas con suma corrección. Hay hasta 28 trucos distintos, que van desde hacernos el tonto sirviendo vino para espiar, hasta realizar movimientos dignos de un mago para preparar la baraja a nuestro favor.

La jugabilidad, a priori, es sencilla: simplemente tenemos que seguir lo que se nos ha enseñado para ejecutar las acciones, con un uso muy concreto del mando, pulsando los botones de forma muy acompasada para no ser descubiertos, como si de un juego de ritmo se tratase. Al final, realizar esos trucos y esas trampas consiste en eso, en ser habilidosos de forma veloz y discreta. Pero esa "simpleza" no quiere decir que sea fácil y cualquier despiste te hace fallar estrepitosamente.

Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

Para empezar, un movimiento mal hecho significará, en la mayoría de los casos, que perdemos una ronda de la partida. Esto puede resultar fatal, porque podemos llegar a quedarnos sin dinero para seguir apostando en la partida, pero lo peor no es eso. Si el rival se da cuenta, por nuestro error, de que estamos haciendo trampas, lo de menos será que la partida acabe… Porque también puede terminar con nuestro protagonista muerto (y con una visita a La Muerte, a la que podemos sobornar o engañar para que nos reviva).

Y aunque no nos equivoquemos en la ejecución, la rapidez es igualmente clave en Card Shark. Los rivales tienen un nivel de paciencia y si nos ven "tontear" comienzan a sospechar que no estamos jugando limpio, algo que también puede acabar con nuestra partida. Al principio, el videojuego no parece demasiado complicado, pero cuando avanza, hay trucos que se alargan bastante y en los que fallar es muy sencillo.

Porque cuando llevamos varias horas no solo tendremos que hacer unos sencillos movimientos para engañar; tendremos que hacer varios, porque combinaremos distintos trucos que hemos ido aprendiendo, además de añadir nuevos. De hecho, he muerto mucho más de lo que pensaba que iba a morir e, incluso, me he visto frustrado en algún nivel porque no atinaba a ejecutar correctamente los engaños.

Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

No creo que Card Shark sea para todo el mundo, a pesar de que me ha parecido una sorpresa genial

Tengo curiosidad por ver cómo tolera esto una gran parte de los jugadores. No creo que Card Shark sea para todo el mundo, a pesar de que me ha parecido una sorpresa genial. El juego es difícil, tiene una jugabilidad muy rígida y se complica bastante. Cuando os digo que hay que estar atentos jugando, lo digo totalmente en serio. Tener 1 ó 2 segundos para ver cuál es la mano del rival o para decidir si repartimos o no una carta se vuelve una experiencia estresante y que puede cabrear si nos atascamos.

Aún así, si consigues superar esa frustración que puede aparecer en algún momento, lo que precisamente sentirás es satisfacción y apreciarás claramente el trabajo que ha hecho Nerial al hacer un videojuego así. Os aseguro que he tenido que ensayar varias veces algunas de las estrategias de la última parte del juego porque acababan pillándome, especialmente porque no conseguía ir todo lo rápido que el juego me exigía.

Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

Y precisamente por esta cuestión es difícil deciros cuánto dura el videojuego. Yo he tardado unas 8-9 horas en pasármelo, pero podrían haber sido menos si no me hubiera atascado en alguna ocasión. ¿Os puede durar 15 horas? Pues sí, es posible, porque insisto en que dependerá mucho de la habilidad del jugador. Es un juego que no te perdona, que te castiga y al que le da igual que tengas que repetir una partida hasta la saciedad (aunque hay algunos puntos de control adicionales en algunas ocasiones).

Sí opino de forma tajante que la duración del videojuego es muy adecuada, pero quiero dejaros claro que, como ya pasara con Inscryption, este también es un videojuego lineal con su historia. No es un roguelike. Por cierto, existe un modo con muerte permanente perfecto para darle rejugabilidad al título, porque aquel que se lo pase de esa forma podrá sentirse muy realizado. No os recomiendo para nada probar así vuestra primera partida; dudo que acabe bien.

Un juego que entra por los ojos

Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

Lo bueno es que el videojuego introduce, en algunos momentos, algo de variedad en el gameplay que se agradece, pero no quiero destriparos esto… Solo os digo que incluso se dejan las cartas a un lado y la situación se pone más… tensa. Esto sucede poco y el juego es principalmente todo lo que os he comentado, pero que existan situaciones que te sacan de la monotonía es bueno.

Todo el cóctel de sensaciones que es Card Shark se ve aderezado con un apartado artístico exquisito, con un dibujo precioso, que luce fantástico a 4K en PC (plataforma en la que lo he jugado). El audio también acompaña, con melodías que te sitúan directamente en el 1743, año en el que comienza el juego, y con unos sonidos de efectos correctos que ayudan a seguir mejor la acción. Además, salvo un bug tonto que encontré una vez, el juego me ha funcionado perfectamente.

La trampa perfecta

Recomendado
Un juego de hacer trampas suena impopular pero si lo pruebas te costará dejar de jugar

Card Shark

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Card Shark es un videojuego único y sorprendente, pero que no gustará a todo el mundo, por su propuesta jugable centrada en la habilidad del jugador. Requiere de una atención y precisión enormes para poder salir victorioso de las diferentes partidas en las que ayudamos a hacer trampas. Hay que dejar claro que no es un juego de cartas, pero es uno de esos juegos innovadores que te reconcilian con la industria.

5 Cosas que debes saber:
  • Es un juego de habilidad, no de cartas
  • Jugabilidad sencilla, pero muy desafiante
  • Pide mucha atención y precisión al jugador
  • Un deleite sonoro y visual
  • Su duración dependerá mucho de la habilidad de cada jugador
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración:
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.