Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues es un beat'em up correcto y divertido cuyos puntos más fuertes radican en la mejora de los personajes, obtención de nuevas habilidades y la repetición de zonas para encontrar todos los desbloqueables, obtener monedas y realizar combos mejores y más elaborados. Lo analizamos.
La segunda temporada de Cobra Kai nos ha dejado a todos con el corazón en un puño. Este videojuego no arranca tras ese final, sino en un momento indeterminado anterior a ese desenlace. Aparecen todos los personajes de la serie y podremos manejarlos. Cada uno de ellos cuenta con su propio set de movimientos y hasta lucharemos con ellos en grupo, alternando el control de uno u otro cuando más nos interese, administrando sus barras de vida y mejorándolos a medida que progresamos en la aventura. Esto es lo mejor que tiene Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues; y es extraño teniendo en cuenta que estamos hablando de un juego que va de pasear por la ciudad pateando culos. Pero así es. Todos los héroes que desbloqueamos durante la aventura se vuelven jugables y cuentan con un árbol propio de habilidades, hemos de decidir qué habilidades desbloqueamos y qué mejoras queremos equiparles.
Al principio de la aventura tenemos que decidir si jugamos como miembros del dojo Cobra Kai o del Miyagi Do y, mientras partimos cráneos, podemos activar esos ataques especiales con los que los hemos dotado, seleccionándolos de entre varios. Para poder obtenerlos tenemos que matar enemigos y conseguir las monedas que se les caen, repetir escenarios usando ahora nuevos combos, mejorar nuestras puntuaciones y hacerlo una vez más. Es decir, hay un gran componente de roleo en el juego que nos empuja a jugar varias veces la misma sección. El título no tiene cooperativo online, pero sí local, por lo que ese mítico "echemos otra partidita" entre colegas o hermanos se premia y se incentiva muy bien.
He querido empezar por aquí porque es la parte más sólida del juego, la mejor y en la que destaca. Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues se hace fuerte en sus menús, en las decisiones que hemos de tomar en la mejora de nuestros personajes, y en lo bien que consigue motivarte para que los fortalezcas un poquito más. Por desgracia, el resto del juego es bastante más flojo. No llega ni a ser malo ni a ser un desastre, pero sus problemas le impiden destacar en un género tan repleto de obras maestras desde los años noventa. A Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues le falta ritmo, le falta que los golpes fluyan, que la navegación por el escenario funcione, que los ataques conecten bien y que dé placer machacar a nuestros adversarios. Las animaciones son muy rígidas, la detección de impactos no funciona bien y el título nos obliga a jugar despacio, a buscar coleccionables, a prestar atención a cuando se presenta un enemigo nuevo y a seguir una historia flojísima.
Esto es un beat'em up, a nadie le importa lo que el juego quiera contar, pero el problema es que el juego sí quiere contarnos algo, y lo hace sin gracia. Se emplea un estilo tipo cómic americano con viñetas estáticas, pero está mal dibujado. El arte carece de elegancia, la representación de los personajes es brusca y tosca, y sus personalidades no están bien representadas. Insisto, me importa un pepino que este tipo de juegos me cuenten algo, pero si no tienes nada bueno que contar, no lo intentes. Esta falta de ritmo acaba pareciendo intencionada. La idea es que comencemos a jugar con unos personajes torpes y que vayan mejorando a medida que jugamos. Ese sentido de la progresión funciona y se comprende; pero al ser la base tan tosca, el estilo gráfico tan pobre, el diseño de escenarios y de los ataques tan robótico, no apetece rejugar al título. Por poner un ejemplo, Streets of Rage 4 no te deja mejorar a los personajes, no tiene progresión más que permitirte desbloquear a nuevos luchadores y pedirte que mejores tus puntuaciones; pero me lo habré rejugado unas veinte veces. Porque la razón de querer volver a disfrutar a estos títulos tiene que estar en lo mecánico, y aquí está en los números. La idea no acaba de cuajar.
Un beat'em up divertido y con ideas
Hay un gran componente de roleo en el juego que nos empuja a jugar varias veces la misma sección
Como comentaba, técnicamente el juego es flojo. Su identidad visual no casa demasiado con la serie de televisión. Esto no es un problema en sí, pero es que tampoco se logra nada memorable con su cellshading de generación pasada más que recoger el color y la luz de Los Ángeles. La peor parte se la llevan las animaciones del videojuego. Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues se inventa poderes y magias. Los miembros de Cobra Kai pueden manipular el fuego. Los miembros del Miyagi Do controlan el hielo. Eso da pie a la ejecución de ataques especiales que se realizan sin la menor gracia, es como ver a robots moverse. Además, hasta que no desbloqueas los combos más avanzados, los enemigos se comportan como esponjas de golpes.
Pero aunque dé la impresión de que estoy diciendo que el juego no vale para nada, no es así. Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues es entretenido; sí, sus animaciones son robóticas y le falta ritmo, pero a medida que progresas y consigues más habilidades, tus ataques se vuelven mejores, te animas, y acabas disfrutando del juego. El título se hace muy duradero gracias a esto, también porque para desbloquear el final verdadero tienes que jugar la campaña como miembro de un dojo y luego del otro, por lo que fácilmente le acabarás echando unas diez horas o más. Es decir, este título no aporta nada al género ni tampoco es notable, aprovecha la licencia a su manera, pero es de esos que te solucionan un par de tardes con un colega a poco que te enganche. Si todavía no conoces la serie, en uno de nuestros últimos SuperShow hablamos de Cobra Kai en Netflix, recomendando esta producción que poco a poco ha ido ganándose toda una legión de fans.
Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues es el típico videojuego que, pese a sus limitaciones, se hace entretenido. Sabe compensar una jugabilidad poco efectiva con una óptima forma de mejorar a sus personajes y hacerlos crecer. No es que sea muy fiel a la serie original, pero el pique entre los dojos está bien representado. También es capaz de dejar claro que aquí no hay ni buenos ni malos, solo dos viejas glorias que extienden su rivalidad a sus discípulos. Qué ganas de la tercera temporada, caramba.
Comprar Cobra Kai: The Karate Kid Saga Continues- El crecimiento y progresión de sus personajes
- Poder jugar tanto con los Cobra Kai como con los Miyagi Do
- Sabe hacerse largo y entretenido gracias a la obtención de nuevas habilidades
- Los gráficos y la música son terribles
- El sistema de combate es tosco y torpe
