Análisis de Call of Duty Vanguard. Activision saca la artillería pesada, ¿gana la guerra de los shooters bélicos?

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Call of Duty: Vanguard nos lleva de regreso a la Segunda Guerra Mundial. Las entregas anuales de la saga tienen un alto coste para los que, como yo, nos acercamos con interés a sus campañas. Tengo la sensación de que este año se ha desaprovechado la ocasión de hacer algo muy bueno. Vanguard es más de lo mismo pero, ¿es por ello un mal juego? Te lo contamos en nuestro análisis.

Call of Duty: Vanguard partía este año de una premisa de lo más atractiva. Utilizar como referencia a grandes soldados del conflicto más sangriento de la historia de la humanidad era un reclamo que me despertó mucha curiosidad. De hecho, el gameplay extendido que se mostró en la Gamescom de este verano centrado en la figura de Polina Petrova consiguió entusiasmarme. Sin embargo, una vez completada la campaña la sensación que queda es que Sledgehammer Games se conforma con lo más básico y se introduce en el peligroso juego del presentismo que tanto mal acaba haciendo a una obra que, en términos narrativos, peca de una inmadurez terrible.

El modo campaña de Call of Duty: Vanguard apuesta por una fórmula muy efectista, mostrando unas cinemáticas tremendamente realistas en lo estético a modo de interludio entre cada una de las nueve misiones que la conforman. Sin embargo, todo se queda ahí. Las historias de los cuatro protagonistas del juego se sienten vacías, nada más que clichés poco desarrollados. Se apela demasiado frecuentemente al heroísmo mientras se juguetea con la muerte de seres queridos en momentos que aspiran a la emotividad, pero que sólo rozan el ridículo a causa del poco trabajo de desarrollo que existe de ellos. Las prisas y la empatía nunca se llevaron bien en lo audiovisual. La sensación que me queda es la de estar viendo una reunión de estereotipos, agrupados sin ton ni son. He ido viendo a los personajes principales de la aventura perder todo su carisma a base de desgastar expresiones como "Kartoffen" mientras, eso sí, vas recorriendo una buena variedad de escenarios y mecánicas distintas entre sí, pero demasiado iguales al común del medio como para poder decir que he jugado un Call of Duty de los que marcan un hito en la franquicia.

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No ayuda el absurdo argumento que tiene como base; crear el Cuarto Reich de las cenizas de un Tercero está francamente mal planteado. Los personajes de Hermann Freisinger, director de la Gestapo y su segundo al mando, Jannick Richter, interpretado por un muy-fuera-de-tono Dominic Monaghan (Lost, Quantum Break), son meras caricaturas que sirven como excusa para ir viajando por distintos flashbacks y acaban dejándonos uno de los peores arcos argumentales de la serie en años.

Las historias de los cuatro protagonistas del juego se sienten vacías

Lo cierto es que cada uno de los recuerdos de guerra de sus protagonistas van introduciendo las mecánicas anteriormente mencionadas. Concentrar el fuego en una unidad en concreto, ordenar al equipo asaltar un punto, distraer a los francotiradores con tu cuchillo o utilizar el modo concentración para revelar la posición de los enemigos son pequeñas variaciones entre los personajes que hacen que cada misión se vea con ojos distintos. Lamentablemente todo se queda en un ejercicio de muestra. Call of Duty: Vanguard pone muy poco al escuadrón completo en acción, por lo que utilizar las sinergias que estas habilidades podrían haber originado es más un deseo que una realidad.

La campaña de COD: Vanguard y sus protagonistas

Es una lástima que las misiones de vuelo no funcionen tan bien a los mandos como lucen en pantalla.
Es una lástima que las misiones de vuelo no funcionen tan bien a los mandos como lucen en pantalla.

Cierto es que algunos personajes tienen más peso específico que otros. Véase el caso de Polina, que cuenta con las mejores misiones de la campaña con algunas secuencias de sigilo que recuerdan a lo visto en juegos como The Last of Us 2 sin lograr su excelencia. Las partes de más acción, en las que tenemos que soportar continuas oleadas de enemigos mientras acometemos espectaculares voladuras o derribamos un Stuka alemán llegan de la mano de Lucas Riggs en el frente africano. Estas secciones son las que mejor funcionan, muy por delante de las que protagonizan el Sargento inglés Arthur Kingsley y las más que olvidables partes del piloto Wade Jackson. Las secciones de vuelo de este último son un auténtico despropósito a los mandos, sintiéndose torpes en el manejo y emborronando el espectacular apartado visual que Call of Duty: Vanguard sabe poner a lo largo de todo el modo para un jugador en valor.

Tengo la sensación de que a esta campaña le han faltado dos o tres horas más sobre las seis que me ha durado para lograr sus objetivos. Esto aplica tanto al apartado narrativo como a la integración de las mecánicas de estos operadores que merecen una segunda entrega para ir un paso más allá y lograr una sensación de conjunto más sólida. He echado de menos secciones como las que brindó COD: WWII, pudiendo manejar artillería antiaérea o blindados. Un punto más de variedad para un juego que no explota sus mejores bazas.

Activision saca la artillería pesada, ¿gana la guerra de los shooters bélicos?

La inteligencia artificial enemiga también tiene margen de mejora y lo cierto es que en muchas ocasiones tienes la sensación de estar "tirando al pato" en sus niveles de dificultad menos complicados, algo que acaba haciéndose un tanto tedioso pasadas un par de horas. Momento en el que, como ya sabrás si eres veterano de la saga, al subir la dificultad en lugar de trabajarse mejores sistemas de flanqueo o utilización del escenario por parte del enemigo, el auténtico desafío no pasa de esquivar la lluvia de balas que se acaba produciendo al encontrarnos en la zona. Los compañeros no parecen existir, centrándose los enemigos únicamente en el personaje que manejamos.

Si lo que buscas es una experiencia palomitera, Vanguard es para ti

Con todo, si lo que buscas es una experiencia palomitera con grandes secuencias de acción y explosiones, puede que la campaña de Vanguard sea para ti, desde luego no lo ha sido para mí. Caricaturizar al nazi sin profundizar en sus motivaciones, los engaños y decepciones que llevaron a una parte del pueblo alemán de la época a escoger el peor de los caminos es, a todas luces, una tremenda irresponsabilidad cuando una gran parte de tu público objetivo puede que no tenga mucho más contexto sobre el conflicto que el que tú le estás mostrando. No es algo nuevo en la saga, desde luego, pero este año sí había promesas de un tratamiento más serio y realista en el conflicto que, por supuesto, no se han ejecutado

Cuesta creerse a Dominic Monaghan en el papel de un oficial nazi.
Cuesta creerse a Dominic Monaghan en el papel de un oficial nazi.

No todo es malo, claro, Vanguard ha sabido encontrar el punto de equilibrio a la hora de dar al jugador una experiencia entretenida y dinámica con el armamento propio de la época en un gunplay que sigue estando muy cuidado. Por el camino se pierde algo de realismo, con retrocesos y desviaciones suavizadas para la ocasión en muchas de sus armas. La cadencia de disparo también se ve afectada en pro de darle ritmo a los enfrentamientos aunque, dependiendo del tipo de arma, has de tener cuidado a la hora de recargar. En el desplazamiento del personaje afecta el arma que porta, en ocasiones vas a necesitar moverte con ritmo utilizando deslizamientos e infiltrándote en cuclillas por numerosos recovecos. El sistema de coberturas funciona muy bien, siendo ágil entrar y salir de la cobertura pudiendo echar el cuerpo a tierra en los momentos más desesperados o que exijan de mayor precisión como cuando usas un rifle de francotirador.

Nuevos modos multijugador en Call of Duty: Vanguard

Los modelados de los PNJ siguen estando muy por debajo del resto de la obra.
Los modelados de los PNJ siguen estando muy por debajo del resto de la obra.

Las principales novedades en el modo multijugador vienen de la mano de dos nuevos modos. Por un lado tenemos "Patrulla", con un punto de captura móvil por el escenario que te obliga a moverte con él para sumar un total de 200 puntos para alzarnos con la victoria. Las partidas aquí obligan a estar en constante tensión y movimiento, las coberturas son circunstanciales y es frecuente verse asediado por granadas cuando estamos en la zona de control. Meter a los ocho miembros del equipo dentro no se antoja una solución fiable, muchas veces el trabajo en equipo con miembros capaces armados de artillería ligera apoyados desde fuera por otros que guarden la posición y nuestras espaldas es la manera más efectiva de alzarse con la victoria. En ocasiones estas partidas acaban siendo un caos total, en el que muchos jugadores se olvidan del objetivo principal para centrarse en las bajas por lo que no siempre se disfruta del todo de la experiencia que originalmente estaba concebida.

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Mejor sabor de boca me ha dejado "Colina del campeón". Aquí los equipos están formados por dos o tres jugadores en refriegas a contrarreloj con un límite de vidas. Aquí se enfrentan varios equipos en rondas eliminatorias y las tácticas de equipo fluyen mucho mejor. Llegar a las rondas finales es toda una explosión de adrenalina. Puntualmente pude echar una de las mejores partidas que recuerdo en mucho tiempo en el online. Llegué con mi pareja al enfrentamiento final, solo teníamos una vida de doce mientras que los rivales llegaron con seis. Todo parecía perdido, sin embargo, existe una mecánica compensatoria en la que se pueden ganar puntos de vida acabando con el blindaje de enemigos o consiguiendo ganar rondas de manera limpia. Conseguimos aguantar hasta el final y en un agónico uno contra uno la bala más rápida nos decanto como ganadores del duelo a pesar de ver como mi personaje caía al tiempo que lo hacía el rival. Al comienzo del campeonato y entre rondas puedes comprar algunas habilidades y equipamiento, estas mejoras, sabidas aprovechar pueden suponer una importante diferencia entre la vida y la muerte.

Por lo demás el multijugador permanece más o menos cómo lo habíamos conocido hasta ahora, lo cuál es una estupenda noticia para los que buscan pocas novedades y una experiencia compacta. Las rachas siguen siendo fundamentales, aunque para sacar el máximo partido de ellas sigue siendo necesario avanzar nuestro rango todo lo posible, algo que nos va a llevar un buen número de horas u optar por un sistema de micropagos que, obvia decir, me siguen sobrando en una experiencia que sale a precio completo. En esta ocasión contamos con hasta veinte mapas de lanzamiento, sin duda un estupendo número en comparación con lo visto hasta ahora en la saga. Estos escenarios están muy bien trabajados, tanto a nivel artístico y de entornos como en el aprovechamiento que el jugador puede hacer de todos y cada uno de los rincones que presta el escenario. Sigue habiendo puntos calientes, y la comunidad no ha tardado en localizarlos ya sea para hacer bajas a distancia o para confundirse fácilmente con el entorno en lugares de tránsito. Esa es la clásica picaresca vinculada al título, y uno de sus mecanismos más trabajados para resultar divertido siempre. Sin aspavientos, desde luego, todo ello constituye un buen apartado competitivo.

Un modo zombi que no vuelve a la vida

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Para acabar con todo lo que tiene Call of Duty: Vanguard hay que hablar del modo zombis. En esta ocasión el desarrollo del mismo corre a manos de Treyarch y lo cierto es que la propuesta ofrece puntos interesantes, pero en lo global es uno de los peores de los últimos años. La historia que lo rodea y los comentarios que se alternan entre rondas es original, aunque también peca de ser demasiado adolescente por momentos. Sobre el terreno sigue siendo importante la mejora constante del equipamiento en todas sus facetas para evitar llegar a un punto en el que los enemigos sean inasequibles. El sistema de mejoras de salud, daño crítico o velocidad entre otros sigue siendo llamativo, comportándose de manera acumulativa, de forma que, cada vez que caemos en combate, vamos perdiendo alguna de estas habilidades hasta quedarnos de nuevo en uno.

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Se trata de un sistema que penaliza la muerte del jugador sin llegar a asfixiarte de inmediato pero que, cuando tus muertes se repiten puede suponer un lastre importante al no contar con suficiente puntos de mejora con los que abarcar un desarrollo de personaje a la altura. Además, contamos la posibilidad de hacernos con habilidades pasivas especiales que van aumentando su nivel de rareza y que son acumulables hasta tres, aquí tendrás que gastar corazones, sacrificando por el camino reintentos, pero algunos modificadores que regeneran salud, aumentan el daño crítico o ralentizan enemigos son más que interesantes y ofrecen un buen rendimiento a largo plazo. No obstante, el escenario se acaba sintiendo poco variado en comparación con el resto de los modos de juego y, especialmente, con lo ofrecido en otros años. En cada ronda puedes elegir entre varios tipos de misiones como blitz o cosecha, para ello irás atravesando portales que te llevarán a alguna otra zona del mapa en la que ir reuniendo runas o acabando con las hordas a la mayor velocidad posible.

La posibilidad de realizar la extracción del equipo en el momento que las cosas se ponen feas entre ronda y ronda está ahí y conviene saber hasta dónde podemos llegar en este modo si no queremos ver caer a toda la escuadra y perder todo el progreso conseguido hasta el momento. Lamentablemente la ausencia casi total de huevos de pascua, más allá de escuchar algunas grabaciones, y la pérdida total de sensación de terror que otras entregas han brindado le acaban quitando mucha gracia a un modo que, fácilmente, se podría haber integrado como parte de otros juegos de oleadas al estilo del notable Back 4 Blood. Esperaba más en esta faceta, que al igual que la campaña me ha dejado con la sensación de que se podía haber hecho algo más.

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He jugado Call of Duty: Vanguard en su versión de PC. Aquí es encomiable la gran cantidad de apartados retocables en cuanto a los gráficos. El título aprovecha la tecnología DLSS 2.0 de NVIDIA que simplifica mucho el proceso de ajuste para los que, como yo, seáis poseedores de una RTX. En mi caso he podido jugar en 4K, gráficos en ultra y 60 imágenes por segundo sin llegar a superar el 80% de VRAM de mi 2080 Súper, todo un ejercicio de músculo técnico que se ve excelentemente acompañado de lo artístico en los momentos puramente jugables, aunque algunos personajes no jugadores siguen estando a un nivel muy reprochable en cuanto a modelados y animaciones faciales, llegando a ser reaprovechados muchos de ellos en secciones concretas de las misiones de la campaña (eso o había unas octillizas en Stalingrado). El gran "debe" de Call of Duty: Vanguard podría ser la no incorporación del trazado de rayos. Sin embargo, no es algo que moleste, ya que el trabajo realizado para los reflejos con el motor propio del juego consigue unos muy buenos efectos que se acompañan de una excelente iluminación, por lo que no será algo que eches en falta.

El sonido de las armas sigue estando a buen nivel

Mención aparte merecen las secuencias cinematográficas que acompañan a la campaña que se colocan directamente a niveles en los que cuesta distinguir en muchas ocasiones si lo que vemos es acción real o diseño por ordenador. En el apartado sonoro Vanguard cuenta con una banda sonora que acompaña a la perfección los momentos más épicos del juego. El sonido de las armas sigue estando a buen nivel, si bien se ha perdido algo de realismo con aquellas de mayor calibre. Jugado con auriculares la recreación del ambiente es una guía más a tener en cuenta a la hora de dirigir nuestra mirada hacia uno u otro sitio. El doblaje al castellano cuenta con un elenco de voces muy reconocibles del mundo del cine y el videojuego.

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Call of Duty: Vanguard

Por: El equipo de 3DJuegos
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A pesar de sus nuevos modos multijugador y de contar con un puñado de personajes y mecánicas nuevas en su campaña, Call of Duty: Vanguard ha desaprovechado la oportunidad de crear una experiencia que suponga un hito en la saga. El multijugador competitivo es su mayor elemento redentor, pero solo tú decides si compensa las irregularidades de un paquete de contenido que otros años ha sido mucho más compacto.

5 cosas que debes saber:
  • Call of Duty Vanguard tiene un modo campaña entretenido pero superficial.
  • Los nuevos modos multijugador son un buen aporte, especialmente "Colina del Campeón".
  • A nivel técnico es un portento, un espectáculo visual de principio a fin.
  • El modo zombis es menos terrorífico y más horda que nunca, puede llegar a cansar pronto.
  • La presencia de microtransacciones en un juego que llega a precio completo sigue siendo injustificable.
Jugadores: 1-48
Idioma: Textos en español y voces en español / inglés
Duración: 5-6 horas (Campaña) + Multijugador
Ver requisitos del sistema
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